Mujeres en los videojuegos: La verdadera inclusión forzada se daba antes, no ahora

Las mujeres son tan protagonistas como los hombres en la escena actual de la industria.

La llamada ‘inclusión forzada‘ ha sido tema de debate en los últimos años desde que campañas en contra de la violencia de género han tenido muchísima más relevancia en el panorama mundial, con iniciativas como #MeToo o #NiUnaMás que han visibilizado enormemente esta problemática que afecta a muchísimas mujeres de todas partes del mundo.

El auge de este tipo de campañas ha hecho que las voces de las mujeres sean muchísimo más escuchadas y que otros temas relacionados también hayan entrado en debate, como la hipersexualización de personajes femeninos en videojuegos y películas, por ejemplo.

Afortunadamente, en los últimos años, los desarrolladores de videojuegos han optado por dejar de lado esa sexualización normalizada anteriormente y crear personajes femeninos con una gran solidez argumental que poco tiene que ver con sus atributos físicos, sus medidas o la cantidad de ropa que lleva puesta.

Protagonistas como Aloy (Horizon Zero Dawn), Ellie (The Last of Us) o Senua (Hellblade) han demostrado con creces que las mujeres pueden cumplir perfectamente con el rol protagónico de una historia sin tener que caer en clichés, simplemente valiéndose de su fortaleza como personas, como mujeres.

No obstante, hay personas que, lamentablemente, acusan que este auge papeles femeninos protagónicos se debe a una especie de «agenda política» que ha hecho que desarrolladores, cineastas, escritores y pare de contar hayan incluido «forzadamente» a mujeres como protagonistas de sus historias.

Lógicamente, no es mi intención dar esto por cierto ni mucho menos, lo único que pretendo expresar en estas líneas es que, si esto que ocurre hoy es considerado «inclusión forzada», lo que se hacía anteriormente era más que forzado si lo comparamos.

¿Hay algo más forzado que la hipersexualización?

Hace unas semanas, la actriz Laura Bailey, que interpretó a Abby en The Last of Us Part II, habló sobre lo complicado que era para ella ser actriz en la industria de los videojuegos.

La actriz comentó en el podcast Good Game Nice Try que casi siempre le tocaba hacer el papel de la típica chica que necesitaba ser rescatada o de aquella mujer que simplemente había sido introducida en la historia para mostrar su cuerpo y poco más.

Traigo esto a colación porque Bailey resume bastante bien lo que ocurría antes, con sus excepciones claro está, con los personajes femeninos en la industria de los videojuegos, muchos eran incluidos simplemente para que llamase la atención de los jugadores por su físico, y se hizo tanto que se normalizó.

Para muestra tenemos un amplísimo catálogo de videojuegos de lucha que hipersexualizan el cuerpo de las mujeres, siendo la saga Dead or Alive la principal exponente de este hecho.

El exagerado tamaño de los pechos de las luchadoras y las irreales físicas que hacen que se muevan exageradamente, en mi opinión, es mucho más forzado que darle un papel protagónico a una mujer en la trama de un título.

Hacer que una mujer se destaque simplemente por su físico es la forma más forzada y vaga de hacerla entrar con calzador dentro de un juego, porque si se le quitan dichos atributos te queda un cascarón vacío que no añade absolutamente nada a la trama.

En este mismo orden de ideas, ¿acaso no es forzado que las mujeres utilicen bikini para enfrentarse a hombres armados con una pesadísima armadura de metal?

Y ni hablar de algunos gritos de dolor que… Ni siquiera lo tengo que comentar, ustedes saben a qué me refiero.

Misiones de escolta.

Hablar de inclusión forzada en la actualidad, cuando antes teníamos miles de misiones de escolta con mujeres con 0 de IQ, es una total injusticia.

Todos tenemos malos recuerdos de alguna misión de escolta en la que tuvimos que llevar a una mujer que lo único que sabía hacer era pedirle ayuda al protagonista, con esa típica voz estridente, por supuesto. Pregunto: ¿es eso una situación real o forzada?

Sí, también es cierto que habían misiones de escolta infames en la que debíamos llevar a hombres con la inteligencia similar a la de una bacteria, pero la mayoría era con mujeres que, por supuesto, si podían coquetear con el personaje después de ser salvada, mejor aún.

No creo que el hecho de que Ellie sea homosexual sea ‘más forzado’ que este tipo de situaciones que apartan por completo el realismo de la experiencia y hacían que las mujeres quedaran en un lugar de absoluta debilidad que nada se corresponde a la realidad.

Inclusión necesaria, no forzada.

En la industria de los videojuegos se establecieron muchos clichés durante años que, por ejemplo, hicieron que la mayoría de las mujeres tuvieran que ser salvadas o que fueran más rápidas que los hombres, pero nunca más fuertes.

Este tipo de demarcaciones hacen que el desarrollo de personajes femeninos se limite a todo lo que hemos mencionado antes; y no hay nada más injusto, forzado e irreal que eso, pues las mujeres representan muchísimo más que eso en la vida real.

Desde deportistas de elite como Serena Williams, Mireia Belmonte o Simone Biles, hasta esas madres solteras que logran educar a sus hijos en condiciones desfavorables o esas jóvenes que lo dan todo estudiando para ejercer una profesión, las mujeres en el mundo real son fuertes, decididas e importantes. Y así merecen ser representadas en los videojuegos.

Por ello, la aparición de personajes femeninos en roles protagónicos no es algo forzado, es absolutamente necesario. Es una de las tantas reivindicaciones que las mujeres actualmente merecen, y que por fortuna han logrado alcanzar con sus esfuerzos.

Desde LaPS4.com le queremos desear un Feliz Día Internacional de la Mujer a todas nuestras lectoras.