Far Cry 5, impresiones Gamescom

Te traemos un nuevo gameplay para destacar 10 puntazos que quizá no sabías

La feria alemana que comienza en unas horas en Colonia, la Gamescom, va a dejar jugar a todos los visitantes a Far Cry 5, en un código algo más avanzado que el mostrado en el pasado E3 y que ya he podido probar largo y tendido durante más de una hora en las oficinas de Ubisoft, para descubrir algunos aspectos de este nuevo sandbox gamberro que no se habían comentado ni enseñado, y que en el vídeo de más abajo os enseñamos con gameplay directamente capturado en PS4 Pro. Ubisoft no parece que vaya a mover sus planes de lanzar Far Cry 5 el próximo 27 de febrero, no tiene pinta de que vaya a retrasarse, por eso lo que se ve es un juego realmente avanzado en desarrollo, que ya entra en fase de pulido prácticamente -muy bien de tiempos-, y que incorpora novedades en la saga que le van a sentar de maravilla, algunas de ellas poco comentadas y que es probable que no conocierais aún.

Quieren un Far Cry fresco y diferente, y detalles como la eliminación del minimapa en pantalla o la facilidad de contratación de un compañero de fechorías que, además, se una al posible escuadrón en pareja que formemos con un amigo al jugarlo entero en cooperativo online, hacen que realmente éste apunte a ser el mejor episodio de todos. No digo nada ya de su atractiva y provocadora ambientación en la Estados Unidos más rural, conservadora, arcaica y puritana, en un ficticio Condado de Hope tomado por la secta La Puerta del Edén, que son tan devotos del cristianismo más extremo como del gatillo fácil y las conductas dictatoriales con el Padre Joseph Seed al cargo de todo el cada vez más peligroso y enorme rebaño de fieles. Far Cry 5 está lleno de estampas valientes que no sentarán bien al brazo más conservador y drástico de la Iglesia, y eso, para formar un discurso atrevido, siempre es enriquecedor. Desde un bautismo por la fuerza a una salvaje tortura física como castigo al pecado. Veámoslo, para empezar, en movimiento en nuestra plataforma:

Se observa rápido en las conversaciones con los NPCs o el planteamiento de las misiones aéreas, más abiertas que nunca y con un nuevo énfasis por parte de los desarrolladores en hacer más divertidos y vertiginosos los vuelos y persecuciones en avioneta. Los habitantes de este Condado de Hope tienen miedo, y recurren a la violencia como principal vía de salvación y redención de sus pecados. En el juego vemos una sociedad cegada que vive en unas tierras muy ricas en recursos de todo tipo, tierras que, además y para mi sorpresa, son las más interactivas que ha visto nunca un Far Cry. Preparaos para crear emboscadas incendiando campos de trigo, lanzarse de un tractor en marcha con cargas de C4 que hagan estallar un edificio que se vendrá abajo, o poder provocar a animales agresivos para que se dispongan en estampida y asolen todo a su paso. Parecen gamberradas típicas del sandbox, pero en un planteamiento como el de este juego son al final tácticas necesarias para tener éxito en las misiones y tomas de cuarteles y campamentos.

Hacer el rambo, ser un listillo que pone trampas o ir con sigilo. A elección del jugador, que tiene a su disposición también a Nick Rye, chetadísimo, con sus ataques de bombardeo aéreo allá donde le indiquemos desde la cruceta; a la francotiradora Grace, que limpia lentamente zonas pero es súper eficaz con sus headshots; y al letal perro Boomer, que no solo marca enemigos de forma disimulada cuando estamos yendo a tope con el sigilo, sino que también se los carga él solito. Los compañeros elegidos en cada momento y sus formas de moverse súper trabajadas en IA aliada marcan mucho el gameplay, y al jugarlo tranquilamente y sin las prisas de una feria he podido ver que realmente este añadido que podría parecer secundario genera hasta tres experiencias de juego bien distintas, lo que ayuda mucho a la variedad, pues Ubisoft quiere acabar de una vez por todas con la sensación de repetición en sus mundos abiertos. También para ello se eliminan misiones de recolección o las míticas torres de radio para desbloqueo de mapa, aquí todo se basa en explorar e incentivar la curiosidad del jugador con edificios y entornos atractivos o misteriosos.

Hay bastante libertad creativa para afrontar los objetivos, también colocados de forma estratégica e inteligente para generar situaciones de gameplay atractivas y que no se sientan como aleatorias. Por ejemplo, hay campamentos con una única vía de entrada, quizá porque son subterráneos, y eso presenta un esquema más pasillero donde los tiroteos y explosiones se van generando por scripts o por mero diseño de niveles y rutas de vigilancia de los adversarios. De esta forma, estos senderos se sienten repletos de acción y reto, pues recordemos también que en Far Cry 5 es muy importante mejorar al personaje para que no sufra en el futuro, donde la potencia y resistencia de los enemigos se va adaptando al progreso del jugador y las distintas regiones del vasto mapa del juego. Mapa que, por cierto, hay que recorrer palmo a palmo en busca de recursos y suministros, que se han colocado con lógica y eso me ha sorprendido también. Si quieres comida para mejorar la salud restante, acude a un restaurante o a un supermercado. Se nota un universo coherente, tanto en interacciones, como en objetos y colocación, como en sus gentes.

En definitiva, que tiene mejor pinta este Far Cry 5 de lo que muchos pudisteis pensar al verlo rápido y superficialmente en el pasado E3 donde se mostró su primer gameplay. Ubisoft sabe que ésta es una saga ya veterana y con quizá demasiadas entregas, por lo que ha querido dotar de frescura e innovaciones a este nuevo episodio. Ahora en Gamescom podrá ser probado por el público general, pero haberlo podido jugar distendidamente y capturado como veis en el vídeo de arriba nos hace tener todavía más ganas de acabar con el Padre Joseph y sus desquiciados seguidores ultra católicos. Se va a febrero del año que viene y ya lo he encontrado totalmente sólido, lo que todavía me deja más garantías del buen trabajo que nos espera en este rico y denso Condado de Hope.