Akira Toriyama, un verdadero ‘influencer’ que alegró a millones

Su obra jamás morirá.

Sí, Akira Toriyama ha dejado este plano terrenal, pero que no quede la mejor duda que su obra, emociones y personajes permanecerán en la mente de millones de personas para siempre.

En la actualidad, el término influencer es utilizado para referirse a las personas que tienen muchos seguidores en redes sociales. Supuestamente, por su popularidad, estas personas tienen la capacidad de influir en las decisiones de otras.

Si nos vamos a la RAE, el verbo influir se define como: «Una persona o cosa que influye ciertos efectos sobre otra«.

Y por supuesto, si queremos darle una identidad a este concepto y representar la capacidad de influir en otras personas y generar un impacto positivo, tenemos que hablar de Akira Toriyama.

La obra de Toriyama ha sido tan grande desde diversos puntos de vista que ceñirnos a su palmarés o historial es quedarse corto. De hecho, cualquier cosa escrita en palabras se queda corta ante el inmenso aporte de Toriyama a la cultura y el arte.

Su grandeza va desde su capacidad de servir de inspiración a grandísimos mangakas como Eiichirō Oda o Masashi Kishimoto; hasta esos pequeños momentos que compartió cada fan de Dragon Ball, Dr Slump o Dragon Quest en su niñez, soñando con ser uno de los protagonistas.

Toriyama, inolvidable en todos los sentidos.

Que grandes personalidades del mundo del anime como Oda y Kishimoto se hayan rendido a Toriyama con sus mensajes después de su muerte, dejan más que clara la huella que dejó el creador nipón en el arte japonesa y su popularidad en el mundo occidental.

Antes de la llegada de Dragon Ball a occidente, el anime no tenía las puertas abiertas como pudo verse a principios del Siglo XXI o en los tiempos actuales.

Toriyama le puso una cara a la animación japonesa y mostró su arte como un producto que, además de ser escandalosamente atractivo a nivel comercial, tenía la virtud de arraigarse en la identidad de millones de niños, adolescentes y adultos de todo el mundo.

La magnitud de su obra puede resumirse en que niños de 4 o 5 años saben perfectamente quién es Goku; pero es que  que las abuelas y abuelos de 60 o 70 también lo saben.

El impacto cultural de Dragon Ball en occidente llevó a que millones de niños soñasen con ser Goku al menos por un día. Muchísimos de nosotros intentamos alguna vez convertirnos en Super Saiyan frente al espejo o intentar lanzar un Kamehameha con nuestras manos.

La universalización del shonen y la exposición de sus virtudes a un mercado mucho más amplio le permitió a grandes animes como One Piece, Naruto, Bleach o más recientemente, Attack on Titan, convertirse en auténticas obras maestras reconocidas en todos los continentes.

Como muestra, nada más tenemos que repasar y ver cuántas series a nivel mundial han hecho referencia a Dragon Ball en algunos de sus capítulos. La lista es muy extensa y puede ir desde animes hasta series y largometrajes estadounidenses.

En pocas palabras, Dragon Ball se instaló en nuestras memorias de una forma extremadamente contundente, tan básica como que el agua moja o que el cielo es azul.

Una obra que también llega a la industria de los videojuegos.

No conforme con ser la personalidad más importante en la historia del manga y anime japonés, Akira Toriyama tiene una carrera más que positiva en la industria de los videojuegos.

Toriyama se convirtió en una de las piezas clave de Dragon Quest, una de las IPs más longevas e influyentes del género de los JRPG.

A cargo de su diseño de personajes, Toriyama fue moldeando una identidad atractiva y reconocible para una serie que actualmente ya tiene másde 60 juegos en el mercado.

Por 37 años, Toriyama fue la mano derecha de Yuji Horii en Dragon Quest que, junto a Koichi Sugiyama, formaron un trío inolvidable y que también fue histórico en el ámbito de los videojuegos.

Por supuesto, Toriyama también fue importantísimo en el desarrollo de otra obra de culto como Chrono Trigger, referente de los JRPG en los años 90.

De lo más lamentable de su fallecimiento es que, según el comunicado oficial, Toriyama estaba totalmente abocado a diversos proyectos, con mucha ilusión y cosas por hacer en lo que le quedaba por vivir.

Proyectos actuales como SANDLAND, que llega al mercado en abril, contarán con la huella imborrable de Toriyama; sin olvidar Dragon Ball Daima, última serie anunciada de su magna IP.

Toriyama nos deja, pero su mensaje perdurará para siempre.

Más allá de su partida física, los fans de sus obras siempre atesoraremos en nuestra memoria esos momentos imborrables que nos otorgó con su magia y creatividad.

Cómo olvidar esos estrenos en los episodios de Dragon Ball Z por las tardes o cada cliffhanger al final de un combate definitivo. Imposible eliminar de las retinas las reuniones multitudinarias que se hacían en diversos países para ver los capítulos de Dragon Ball Super.

Las partidas de Dragon Ball Z Budokai Tenkaichi 3 con tus primos y amistades o ese último adiós de Goku a bordo de Shenron.

Una cosa está clara, Toriyama siempre nos transmitió que en la unión y el afecto por nuestros seres queridos está el poder.

Hoy nos toca a nosotros levantar las manos hacia el cielo, reunir nuestras energías y agradecerle por todo lo que nos ha dado.

Un hombre que, sin conocerlo, logró cambiar la vida de millones de personas. Un verdadero ‘influencer’.