Ed Molina, diseñador jefe de entornos en Visceral Games, ha hablado sobre Tau Volantis, el enorme y nevado mundo abierto que sirve de escenario principal para su nuevo juego de terror Dead Space 3, que saldrá a la venta el próximo 15 de febrero en PlayStation 3, Xbox 360 y PC.
En esta tercera entrega de la saga el Visceral Games decide prescindir de los oscuros y claustrofóbicos escenarios que caracterizaron a los dos primeros Dead Space en favor de un mundo de entornos abiertos completamente nevados, algo que en un principio no hizo mucha gracia a los fans de la saga.
Molina ha asegurado que el terror seguirá presente en Dead Space 3, pero que se transmitirá de una forma distinta. La sensación de claustrofobia sigue presente en esta nueva entrega, esta nace al jugar con los niveles de visibilidad. En Tau Volantis caminaremos entre intensas nevadas, densa niebla y claros repentinos.
La escasa visibilidad hará que el jugador vea siluetas entre la niebla sin poder saber exactamente de que se trata, puede que esté a punto de ser atacado por un grupo de Necromorfos o simplemente puede que se esté acercando a unos escombros que se mueven por culpa del viento.
Además, hay que tener en cuenta la ansiedad que provoca estar en un espacio abierto y tener la sensación constante de que podemos ser atacados desde cualquier flanco. A todo esto hay que sumarle la sensación de aislamiento y desorientación que sentirá el jugador, algo que según el propio Molina ha sido uno de los retos más difíciles que les ha planteado este tercer juego de Dead Space.
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En esta tercera entrega de la saga el Visceral Games decide prescindir de los oscuros y claustrofóbicos escenarios que caracterizaron a los dos primeros Dead Space en favor de un mundo de entornos abiertos completamente nevados, algo que en un principio no hizo mucha gracia a los fans de la saga.
Molina ha asegurado que el terror seguirá presente en Dead Space 3, pero que se transmitirá de una forma distinta. La sensación de claustrofobia sigue presente en esta nueva entrega, esta nace al jugar con los niveles de visibilidad. En Tau Volantis caminaremos entre intensas nevadas, densa niebla y claros repentinos.
La escasa visibilidad hará que el jugador vea siluetas entre la niebla sin poder saber exactamente de que se trata, puede que esté a punto de ser atacado por un grupo de Necromorfos o simplemente puede que se esté acercando a unos escombros que se mueven por culpa del viento.
Además, hay que tener en cuenta la ansiedad que provoca estar en un espacio abierto y tener la sensación constante de que podemos ser atacados desde cualquier flanco. A todo esto hay que sumarle la sensación de aislamiento y desorientación que sentirá el jugador, algo que según el propio Molina ha sido uno de los retos más difíciles que les ha planteado este tercer juego de Dead Space.
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