Un charmander. Sí, un charmander. ¿Por qué un charmander? No hay nada más adecuado que un charmander, no tengo dudas. Si llego a un planeta helado, le tengo a él para que me caliente mientras exploro el lugar. Si por la noche hace frío, necesitaré una hoguera, y ahí estaría charmander para encenderla. Por otro lado, tengo comer, y no me apetece ingerir alimentos crudos y que puedan intoxicarme, así que, ¿quién mejor que charmander para cocinarlos? Además, nunca se sabe qué clase de seres pueden atacarte, pero eso no sería preocupación ninguna si el lanzallamas de un charmander está de mi lado.
Y por último, pero no menos importante, ¿cómo me voy a ir a un planeta desconocido sin tener algo lindo y achuchable que abrazar? Charmander es el candidato ideal para cumplir ese papel.