Yo he leído los 4 libros y que no es que sea literatura de élite. De hecho es bastante mediocre. La autora mete en cuatro tomos lo que podría haber metido en uno y se enrolla hasta la saciedad con el sufrimiento amoroso de sus protagonistas, algo más increíble aún que la propia historia de ficción. Los libros tienen altibajos, la mayoría de las veces soporíferos. Durante toda la saga rezas para que alguien acabe con la protagonista. Dudo que nadie con dos dedos de frente pudiera llegar a identificarse con ninguno de estos personajes.
Ahora bien, las películas, a día de hoy, son el mayor truño que alguien puede pisar a lo largo de su vida. No obstante, conforme avanza la saga, y dentro de sus propios limites (los que marca la cursi mormona de su autora), las peliculas ganan un poco. Pero que nadie me malinterpete, es como si una mierda reseca te repele y llega alguien y te la colorea de azul... sigue oliendo igual de mal aunque es algo menos fea.
Por si no lo sabéis, todo el rollo que se trae la calientapollas de la protagonista con querer sexo ahora-ya-nopuedoesperar y la respuesta del cursivampiro sin colmillos de "no hasta despues del matrimonio" (cágate Pedrín), tiene que ver con la secta religiosa a la que pertenece la autora de los libros: los mormones. De ahí el mensaje que desea trasladar a la juventud pecadora que no puede controlar sus instintos.
Ahora bien, las películas, a día de hoy, son el mayor truño que alguien puede pisar a lo largo de su vida. No obstante, conforme avanza la saga, y dentro de sus propios limites (los que marca la cursi mormona de su autora), las peliculas ganan un poco. Pero que nadie me malinterpete, es como si una mierda reseca te repele y llega alguien y te la colorea de azul... sigue oliendo igual de mal aunque es algo menos fea.
Por si no lo sabéis, todo el rollo que se trae la calientapollas de la protagonista con querer sexo ahora-ya-nopuedoesperar y la respuesta del cursivampiro sin colmillos de "no hasta despues del matrimonio" (cágate Pedrín), tiene que ver con la secta religiosa a la que pertenece la autora de los libros: los mormones. De ahí el mensaje que desea trasladar a la juventud pecadora que no puede controlar sus instintos.