@ivan_155
El tema no es que te guste o no, y tampoco que haya diferentes formas de jugar. El tema es que el Barça de Tito ha sabido mejorar lo que ya parecía inmejorable. Y lo mejor es que no es el Barça de Tito, nadie recordará esta etapa como la era Tito, este Barça son sus jugadores, su filosofía y su manera de ver el fútbol... es el mismo escudo que se ha vestido de corto para bajar al campo.
Si no entendéis por qué hacen un rondo en lugar de pasarle directamente a Iniesta es que veis el fútbol de manera distinta. Estos jugadores salen a divertirse al campo cuando no tienen presión, y cuando están agobiados y no salen las cosas mantienen su estilo hasta el final, ganan y mueren con él. El año pasado, perdida la Liga y nada más marcar Torres en el Camp Nou, el público se puso a aplaudir al equipo por todo lo conseguido y por ser fieles a una idea hasta el final.
El fútbol del Madrid te puede gustar más y lo respeto, pero requiere de una presión constante y un físico envidiable, el Madrid empezó la temporada falto de físico y eso le ha marcado el devenir en esta Liga. Sin embargo el Barça tampoco empezó bien y sacó sus partidos (no sin suerte o polémica) tirando de su forma de jugar.
Y de la Selección Española qué hay que decir, toda la vida amparados en la furia y en ir siempre hacia adelante... y mira. El otro día aluciné con el España-Malta que echaron en Marca Tv, iba el equipo ganando ya 12 a 1 y la grada silbaba a los jugadores por echar el balón atrás, no me extraña que tardásemos tanto tiempo en ganar algo, necesitas una verdadera generación de superhombres para ganar cosas jugando así.
Sin embargo ahora los ves llevando la manija y el tempo de los partidos, ¿no entramos?, no pasa nada, ya entraremos. Vamos ganando, ¿quieren la pelota?, que vengan a por ella. Es la superioridad técnica explotada al máximo de sus posibilidades, solo el ser de un aficionado del club antagonista puede hacerte verlo de otra forma. La final España-Italia fue la sublimación de la superioridad de un equipo campeón, la demostración de que los grandes aparecen en momentos grandes. Fue la victoria que menos celebré pero la que más me llenó de orgullo.
Puede no gustarte, pero te acabo de explicar por qué a nosotros nos apasiona.