Dirt 4, impresiones

El mejor rally ahora se ramifica en 4 disciplinas y mucho más contenido

Se viene calificando así desde el anterior y sobresaliente Dirt Rally (Análisis). Éste es el mejor rally de la generación actual, la marca que mejores sensaciones fieles consigue y que llega a recordar a los grandes juegos del género, como aquellos Colin McRae o WRC tan cruciales en la primera PlayStation. Codemasters nos alegró el año pasado con un Dirt Rally sorprendentemente pleno en jugabilidad y simulación, ajustes avanzados para conseguir realismo y un aspecto gráfico a la altura de las mejores expectativas en máquinas de hoy. Hace unos meses, cuando se anunció este Dirt 4 que llevaría la saga por los mismos derroteros para el próximo 9 de junio haciendo así la marca anual y volviendo a repetir la apuesta total por las carreras todoterreno pero con un punto algo más arcade, pensé en la poca necesidad de ello y la explotación clara por parte de su editora. Pero una vez probado a fondo en una versión casi final, lo que me encuentro es un juego muy amplio en contenidos y que ofrece mucho que no tenían ni el anterior, ni el Dirt 3 de 2011. Y ése es un importante punto de partida para quien ya compró.

Y eso son buenas noticias para los amantes del volante. Pues por mucho que su editora quiera calificarlo como una mezcla de arcade y simulación que abrace así a todo tipo de jugadores -mas experimentados y menos- lo que encuentro, y me alegro muchísimo por ello, es una experiencia al volante o al mando desafiante y creíble, donde hasta con los ajustes más básicos el jugador-piloto tiene sensaciones de conducción real, con físicas como nunca antes se habían visto, condiciones climáticas afectando de verdad, una IA rival para las pruebas compartidas bastante competente, detalladísimos interiores y carrocerías, y unos escenarios y pistas muy trabajados que demuestran la minuciosa labor de escaneo y modelado fotorrealista que el equipo del juego lleva años cocinando. Circuitos todos reales y homologados, con licencia de la FIA y el Campeonato del Mundo de Rallycross.

Entrando en materia, tras jugarlo a fondo un par de horas en PS4 estándar, Dirt 4 empieza con las típicas pruebas de Academia, enseñando nociones básicas y otras un poco más avanzadas, como aprender a frenar en recta teniendo en cuenta el peralte o la inclinación de cuesta, o a hacer trompos y derrapes imprescindibles para los mejores tiempos en las carreras venideras. Lo bueno de este tutorial inicial es que además determinará una calificación al jugador que lo coloca en una configuración de juego inicial apropiada para él, ya sea en opción gamer (un poco más arcade y asequible pero también realista) o en opción simulador (totalmente fiel a cómo respondería un automóvil real y sus posibles daños o comportamientos). A este punto de partida, configurable en cualquier momento, se suma un despliegue de medidores y ajustes por barra y nivel que deja muy atrás lo visto en Dirt 3, ya bastante sofisticado y avanzado en su día, y se asemeja más a lo de Dirt Rally. Amortiguaciones y diversos campos al respecto, frenos, aceleración, niveles de daños, giros… Cada área de los coches se puede toquetear al gusto. Y esto lo usaremos.

Una vez tengamos todo configurado, aunque el por defecto ya es bastante competente y no deja de ser exigente y realista, son 4 las modalidades de rally que ofrece el nuevo juego. Rally, LandRush, RallyCross y Rally Histórico, siendo el segundo modo el gran añadido de esta entrega y que realmente va a dar bastante juego con sus particularidades y carreras en estadios de barro, curvas cerradas y rampas de salto con vehículos muy offroad como camiones y buggies que requieren un manejo bien diferente. También se ha cuidado mucho el contenido de los Rally Histórico, con coches desde los 50 hasta hoy, todos reales y donde ir avanzando por las décadas hace que se noten las mejoras, pasando así por míticos como el Ranault Alpine o el 5, o más actuales como el Ford Fiesta R5. No los listaré demasiado porque merece la pena descubrirlos por uno mismo, también con pequeños documentos sobre su historia y pilotos pirncipales.

Circuitos como el de Tarragona -muy bien conseguido con la vegetación, colores de nuestro país, banderas catalanas y demás- se unen a otros europeos, americanos y australianos, como Fitzroy . Por primera vez, ahora el juego permite configurar en dos ajustes la duración y la dificultad, pudiendo crear así circuitos diversos en función de lo que nos apetezca lograr. Todos los tiempos, juguemos en el modo que juguemos, pueden ser compartidos online al momento si activamos la opción de Racenet siempre encendido, lo que consigue una experiencia multijugador mucho más abierta y de desafío constante si así lo queremos, muy en la línea de los tiempos que corren con los multijugador sociales tipo Forza Horizon 3 o DriveClub, otra fantástica noticia. En cuanto a estadios, de momento he visto el de Baja en México y dos estadounidenses, incluido el inconfundible de Nevada.

Estas cuatro disciplinas dividen además sus formas de afrontarlas en diferentes modos de juego, desde Carrera, que dispone más de 20 pruebas en cada caso para conseguir llegar desde competiciones de nivel bajo regionales hasta lo más alto de los Campeonatos del Mundo, hasta el reinventado JoyRide, pruebas específicas y periódicas que se irán actualizando y que proponen ir mejorando como jugadores pero también como pilotos, pues existe un nivel de progresión para los desbloqueos marcado por puntos XP, como si fuera un shooter multijugador tipo Call of Duty, lo que promete hacerlo más adictivo, si cabe. Por supuesto, modos multijugador y configuraciones previas de partida para poder crear torneos cerrados, etc. no le faltan. Así como un modo Partida Rápida y Garaje donde explorar y probar más tranquilamente. Dirt 4 está más repleto de contenidos de lo que cabía esperar.

Y todo presentado con elegancia y buen gusto, con una banda sonora suave para los menús que, sin ser muy extensa y cambiante, tiene temazos de licencia de grupos de como Disclosure, The Chemical Brothers, Bastille, Queens of the Stone Age… El reparto musical es impresionante, silenciándose en carrera para dejar paso al rudio de los motores y efectos de fricción o derrapes, cambiantes según superficie, más conseguidos que nunca y que vienen a demostrar de nuevo la experiencia de este equipo de desarrollo y la obsesión por hacer todo el cómputo audiovisual tan realista como el jugable. Se estrenan también nuevos formatos de vibración del DualShock 4 y efectos de audio para los pinchazos o las roturas de tubo de escape, por ejemplo, algo que los acostumbrados a estos juegos notaréis enseguida y sorprende cuando creía que no se podía ir más allá.

Sinceramente, Dirt 4 me convence y mucho pese al recelo inicial de que saliera tan cerca del maravilloso Dirt Rally. Project Cars 2 o Gran Turismo Sport van a intentar lidiar con él en un 2017 con buenos juegazos de motor en PS4, pero Codemasters vuelve a poner las cosas muy difíciles en cuanto a sensaciones al mando o al volante y contenidos. Racenet se actualiza por fin a los tiempos que corren, la modalidad Rally Histórico es una gozada y el frenetismo y deslizamiento extremo del LandRush van a ser pura diversión en online. Modo Carrera muy cuidado con montones de pruebas y desbloqueos, configuraciones hasta el detalle obsesivo como pedirán los puristas y un apartado gráfico que vuelve a colocarse en la cima de lo que estamos viendo, todo con sus condiciones climáticas, ciclos diurnos, etc. El 9 de junio estaré en Los Ángeles a punto de empezar con todo el sarao del E3 2017, pero a la vuelta, si todo sale tan bien como parece, pienso darle duro.