¿Y ahora qué? ¿Qué hacemos? ¿A dónde vamos?
Esos soldados descerebrados han arrasado mucho tiempo. Espero no ser la única persona con vida.
Llevamos siete días aquí metidos y todo el mundo ha sobrevivido? por ahora.
Media ciudad se ha quedado aislada bajo la dichosa nieve. ¡Daría lo que fuera por un quitanieves!
Hemos explorado cada rincón y rendija de nuestra morada. Ahora hay que arriesgarse a salir fuera.
La radio es más útil de lo que pensábamos. Oímos el tiempo y noticias importantes, además de música.
Hemos conseguido hacer licor casero. Bajo asedio, siempre hay una gran demanda de comida y alcohol.
Es crucial proteger nuestro refugio de los intrusos. Dos guardias pueden cuidarse el uno al otro.
O la medicina moderna hace milagros o hemos desarrollado un sistema inmunológico de hierro.
Hemos conseguido que uno de los nuestros supere la peor de las depresiones con buenos gestos.
Ahora tenemos camas para todos, menos para el que tiene que salir a buscar suministros.
Todos hemos comido caliente por primera vez desde que llegamos aquí. Mejor que no nos acostumbremos.
Uno de nosotros casi muere de forma violenta. Esperemos que no tengamos más encuentros así.
Esto empieza a parecer un hogar en condiciones y nos sube la moral.
Cada edificio que visitamos tiene una historia que contar. ¿Qué historia dejaremos nosotros atrás?
Ha acabado el invierno. Se acabó el frío. ¡Hemos sobrevivido! ¡Todos! Increíble.
Nunca imaginábamos que llegaríamos tan lejos. Eso es buena señal, ¿no?
Hemos buscado en todas partes y apenas queda algo útil. No veo la hora de que acabe esta guerra.
Los ladrones atacaban como lobos hambrientos. Supimos defendernos siempre. Todo el mundo sigue vivo.
No nos cortamos con los vicios. Nos sube la moral, ¡y a tomar por saco la salud por una vez!
Es crucial que los niños aprendan a sobrevivir por su cuenta. ¿Y si una noche no volvemos?
¡Lo logramos! Los colegios reabrirán pronto. A partir de ahora, los niños podrán hacer vida normal.
Atacar un hogar con niños... ¡qué atrocidad! ¡Todos a una para proteger a nuestro pequeño!
Niños... A veces parece que toda esta guerra no va con ellos. Es alentador.
Al menos hay otros niños para jugar. Igual nos sirve para romper con la rutina.
Solidaridad. Eso es lo primero que tenemos que enseñar a los niños.
Ojalá pudiéramos volver a ser niños y divertirnos con apenas nada.
No hay nada más bonito que ver a un niño sonreír y jugar de nuevo.