Título original: Lat den rätte komma in (Let the right one in)
Año: 2008
País: Suecia
Director: Tomas Alfredson
Guión: John Ajvide Lindqvist
Reparto: Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist, Peter Carlberg, Ika Nord, Mikael Rahm, Karl-Robert Lindgren, Anders T. Peedu
Duración: 110 min
Título original: Let me in
Año: 2010
País: Estados Unidos
Director: Matt Reeves
Guión: Matt Reeves
Reparto: Kodi Smit-McPhee, Chloe Moretz, Richard Jenkins, Elias Koteas, Sasha Barrese, Cara Buono, Chris Browning, Dylan Minnette, Jimmy 'Jax' Pinchak, Seth Adkins
Duración: 115 min
Let me in es otro remake americano "copia y pega" que no aporta nada respecto a la obra original. Sigue la moda actual de hacer revisiones de películas no estadounidenses recientes. Apenas hay dos años de diferencia entre la original y el remake.
Como es un calco, se deduce que es fiel a la original y por tanto no importa que versión veas. No sé vosotros, pero a mí esto no me gusta nada. Aquí en España no sentó nada bien que se copiasen porque sí [·REC] (Quarantine) o Abre los ojos (Vanilla Sky). Lo peor de todo esto es cuando alguien opta por ver el remake en lugar de la original "porque es igual" o incluso porque en la versión norteamericana salen los actores famosos de turno. En este tipo de remakes, si tenéis la oportunidad elegid la original, aunque solo sea por respeto al cine.
Centrémonos ya en Déjame entrar. Si no la habéis visto, os recomiendo que no leáis el resto del post. Cuanto menos sepáis, mejor. Personalmente, me quedo con esta sinopsis: la historia trata sobre un niño de 12 años que se enamora de una niña con una grave enfermedad.
Tal y como he avanzado antes, el remake es prácticamente un calco y por tanto hay pocas diferencias. La más destacable es el evidente cambio de director. Matt Reeves fue el encargado de dirigir este copia y pega. Su antecedente más relevante es haber dirigido una película monstruosamente mala: Cloverfield. Esto no inspira mucha confianza a la hora de ver Let me in.
Su trabajo no es tan malo como esperaba, pero desde luego no es lo mismo que Tomas Alfredson. Déjame entrar es una historia de amor. Para dirigir un buen romance hay que tener tacto y saber transmitir emociones. Alfredson hizo en 2008 una película especial, de las que no se olvidan fácilmente. De este estilo, es una de mis favoritas. Repetir esas sensaciones es algo complicadísimo y la verdad es que me parece normal que Reeves no lo consiga. No ayuda que en el remake haya más sangre con unos innecesarios efectos especiales que quedan fatal. Esto fastidia la atmósfera de la película. Yo quiero ver una historia de amor, no Blade.
El otro cambio evidente que salta a la vista es el tema de los actores. Chloe Moretz llama la atención por ser una de las mayores sorpresas del cine americano. Aquí tenía una buena oportunidad para seguir luciéndose y por desgracia no pasa de correcta. Al igual que ocurre con la dirección, los actores tampoco logran trasmitirme lo mismo que los suecos, los cuales ofrecen un trabajo superior sin ser tan guapos y famosos.
Let me in no es una mala película, pero no hace falta ser un purista para darse cuenta de que Let the right one in es superior. Si podéis elegir, mirad la original. Y más allá de que versión es mejor, es importante saber que películas como Let me in son un claro ejemplo del poco respeto que se le tiene al cine extranjero en Estados Unidos.
