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Como prácticamente todos los meses, o al menos cada vez que dan información al respecto de Final Fantasy VII Remake, Tetsuya Nomura ha hablado sobre el sistema de combate. Ha vuelto a señalar que se trata de un sistema de batalla activo, sin turnos, sin parones. Nada nuevo en el horizonte. Pero lo que sí resulta interesante es el adelanto de que, al parecer, veremos cambios en los jefes finales del juego, algo que parece tener muy buena pinta.
Nomura ha hablado del primer jefe del juego, que realmente es básicamente todo lo que hemos visto del remake hasta ahora: el Guardián Escorpión. Como seguramente recordaréis del original, había un momento de la batalla en la que el jefe "cambiaba de postura", lo que implicaba que no debíamos atacar si no queríamos sufrir su ira en forma de contraataque. Aquí pasa algo similar, sólo que irá un paso más allá ofreciendo comportamientos completamente nuevos y situaciones que nos obligarán a ir cambiando entre pesonajes.
Por ejemplo, cuando aparezcan tiradores fuera de nuestro alcance es evidente que tendremos que usar a Barret para eliminarlos. Hay elementos destructibles en el escenario, nos están disparando misiles e incluso algunas partes del escorpión, en concreto las patas, pueden romperse con su correspondiente efecto en el jefe. Esto dará, según sus palabras, un componente más táctico a los combates. Resulta imposible no empezar a pensar en cómo se afrontará esto en los (no creemos que se atrevan a eliminarlos) combates contra las ARMAs.
Nomura ha aclarado que lo de la cobertura que se ha visto en una imagen no es una mecánica general del juego, salvo en casos concretos. En el original podía tener cierto sentido que pudiéramos ir de cabeza y enfrentarnos a combates aleatorios, pero dado que aquí se busca otro tipo de fluidez, tienen que dar una ocasión de avanzar a cubierto y, pone como ejemplo, lanzar una granada para eliminar a un grupo de enemigos o esperar a que pasen de largo. Obviamente, ha sido imposible que Gematsu, a quienes ha hecho estas declaraciones, no preguntara cómo afecta la cobertura a Barret. El director ha explicado que, por ahora, no puede dar detalles sobre cómo funcionan las mecánicas de los "artilleros" en concreto (es de suponer que se refiere a Vincent y Barret).
Nomura ha hablado del primer jefe del juego, que realmente es básicamente todo lo que hemos visto del remake hasta ahora: el Guardián Escorpión. Como seguramente recordaréis del original, había un momento de la batalla en la que el jefe "cambiaba de postura", lo que implicaba que no debíamos atacar si no queríamos sufrir su ira en forma de contraataque. Aquí pasa algo similar, sólo que irá un paso más allá ofreciendo comportamientos completamente nuevos y situaciones que nos obligarán a ir cambiando entre pesonajes.
Por ejemplo, cuando aparezcan tiradores fuera de nuestro alcance es evidente que tendremos que usar a Barret para eliminarlos. Hay elementos destructibles en el escenario, nos están disparando misiles e incluso algunas partes del escorpión, en concreto las patas, pueden romperse con su correspondiente efecto en el jefe. Esto dará, según sus palabras, un componente más táctico a los combates. Resulta imposible no empezar a pensar en cómo se afrontará esto en los (no creemos que se atrevan a eliminarlos) combates contra las ARMAs.
Nomura ha aclarado que lo de la cobertura que se ha visto en una imagen no es una mecánica general del juego, salvo en casos concretos. En el original podía tener cierto sentido que pudiéramos ir de cabeza y enfrentarnos a combates aleatorios, pero dado que aquí se busca otro tipo de fluidez, tienen que dar una ocasión de avanzar a cubierto y, pone como ejemplo, lanzar una granada para eliminar a un grupo de enemigos o esperar a que pasen de largo. Obviamente, ha sido imposible que Gematsu, a quienes ha hecho estas declaraciones, no preguntara cómo afecta la cobertura a Barret. El director ha explicado que, por ahora, no puede dar detalles sobre cómo funcionan las mecánicas de los "artilleros" en concreto (es de suponer que se refiere a Vincent y Barret).
