Con un poco de retraso, en LaPS4.com hemos podido disfrutar de la demo gratuita que Quantic Dreams lanzó en la PlayStation Store hace unos días, y la verdad es que no podemos estar más encantados con lo que hemos visto.
Androides y humanos
En esta versión de prueba, nos metemos en la piel (o mejor dicho, los circuitos) de Connor, un androide de la policía, especializado en la negociación de delitos con rehenes.
Al llegar al piso en el que se encuentra nuestro objetivo, una mujer nos grita que nos marchemos y que quiere a una persona de carne y hueso, lo que nos hace pensar en que quizás la relación entre androides y humanos no sea tan buena como parece.
Tras tener la posibilidad de salvar a un pececito descarriado (y así empezar a probar los controles) el teniente de la policía nos pone en situación: Un androide se ha descontrolado y ha secuestrado a la niña de la casa, y tras matar a dos policías se ha subido a la cornisa de la azotea, dispuesto a saltar si alguien se acerca.
Aquí es donde comienza nuestra misión. Deberemos recorrer la casa en busca de pistas e indicios sobre lo que ha pasado, para así hacernos a la idea de cuál es la situación y de por qué ha ocurrido este suceso.
Análisis y reconstrucción de la escena.
Connor es capaz de analizar cualquier cosa que le llame la atención para recopilar datos que puedan ayudarle en la negociación. Usando sus capacidades podemos recomponer todo lo que ha sucedido en las últimas horas.
Con esto iremos desbloqueando distintos diálogos que nos ayudarán a la hora de hablar con el androide que retiene a la niña, así que es importante recorrer bien el escenario para no perdernos nada. Pero ojo, el tiempo corre, y si tardamos demasiado, la escena puede cambiar de forma considerable.
Si jugamos en el modo Experto, el juego nos ofrece una experiencia muy real, en la que si perdemos a un personaje, lo perdemos para siempre, como ya viene siendo habitual en otros juegos de Quantic Dreams, por lo que deberemos medir muy bien nuestros pasos y elegir con cuidado.
Tecnología punta al estilo tradicional.
Nada más empezar el capítulo e interaccionar con el primer elemento podemos ver la huella de Quantic Dream y David Cage impresa en este título.
Los controles son similares a los de las anteriores entregas del estudio, como Heavy Rain. Nos movemos por el apartamento con el joystick izquierdo mientras que con el derecho podremos agacharnos para recoger objetos o inspeccionar alguna prueba.
Al hacerlo, una interfaz digital nos ayudará a realizar un análisis de cada pista que encontremos, utilizando los gatillos para recomponer la escena de un crimen o el panel táctil del mando de PlayStation para desbloquear una Tablet y estudiar su interior.
Llegó la hora de negociar.
Al terminar de revisar toda la escena, toca el turno de salir ahí a fuera e intentar cumplir con nuestra misión: Salvar a la rehén.
Para ello, disponemos de distintas opciones de diálogo, repartidas por los clásicos botones de PlayStation, que nos permitirán adoptar distintas posturas frente al secuestrador: ¿Seremos amables y comprensivos, o agresivos y directos al grano? ¿Usaremos los datos obtenidos para ganarnos su confianza, o mejor intentar jugar con él y desorientarlo?
Hay muchísimas posibilidades y cada decisión cuenta, de manera que según lo que hayáis investigado y la postura que decidáis tomar, llegaréis a uno de los múltiples finales que nos ofrece esta demostración.
Hombre y máquina, totalmente indistinguibles.
Los androides están hechos a imagen y semejanza del ser humano, por lo que podemos llegar a confundir los unos con los otros.
Y si a esto le sumamos un apartado gráfico sólido y adaptado a la potencia de PlayStation 4 Pro, podemos asegurar de que Detroit: Become Human conseguirá estar a la altura de los más exigentes.
La captura de movimientos faciales está muy lograda, y el toque futurista tanto de la ambientación como de la interfaz digital de Connor permiten crear una experiencia de juego más realista.
Conclusiones
David Cage vuelve a su lucha por utilizar a los videojuegos como algo más que un modo de entretenernos para seguir intentando emocionar y llegar a lo más profundo de cada jugador/a, y estamos seguros de que Quantic Dreams tiene en las manos un proyecto de lo mas prometedor.
Los conflictos éticos, la doble moral de cada situación y el introducir a todo aquel que pruebe sus juegos en el corazón de una buena historia son el santo y seña de este diseñador, así que esperamos que Detroit: Become Human no decepcione y consiga lo que busca.
De momento tendremos que esperar hasta el 25 de mayo para poder disfrutar de este título exclusivo para la consola de Sony, así que tendremos que conformarnos con intentar desbloquear todos los finales de esta versión de prueba para aguantar el “hype” y confiar en que David Cage consiga una vez más crear una obra de arte en forma de videojuego.
Androides y humanos
En esta versión de prueba, nos metemos en la piel (o mejor dicho, los circuitos) de Connor, un androide de la policía, especializado en la negociación de delitos con rehenes.
Al llegar al piso en el que se encuentra nuestro objetivo, una mujer nos grita que nos marchemos y que quiere a una persona de carne y hueso, lo que nos hace pensar en que quizás la relación entre androides y humanos no sea tan buena como parece.
Tras tener la posibilidad de salvar a un pececito descarriado (y así empezar a probar los controles) el teniente de la policía nos pone en situación: Un androide se ha descontrolado y ha secuestrado a la niña de la casa, y tras matar a dos policías se ha subido a la cornisa de la azotea, dispuesto a saltar si alguien se acerca.
Aquí es donde comienza nuestra misión. Deberemos recorrer la casa en busca de pistas e indicios sobre lo que ha pasado, para así hacernos a la idea de cuál es la situación y de por qué ha ocurrido este suceso.
Análisis y reconstrucción de la escena.
Connor es capaz de analizar cualquier cosa que le llame la atención para recopilar datos que puedan ayudarle en la negociación. Usando sus capacidades podemos recomponer todo lo que ha sucedido en las últimas horas.
Con esto iremos desbloqueando distintos diálogos que nos ayudarán a la hora de hablar con el androide que retiene a la niña, así que es importante recorrer bien el escenario para no perdernos nada. Pero ojo, el tiempo corre, y si tardamos demasiado, la escena puede cambiar de forma considerable.
Si jugamos en el modo Experto, el juego nos ofrece una experiencia muy real, en la que si perdemos a un personaje, lo perdemos para siempre, como ya viene siendo habitual en otros juegos de Quantic Dreams, por lo que deberemos medir muy bien nuestros pasos y elegir con cuidado.
Tecnología punta al estilo tradicional.
Nada más empezar el capítulo e interaccionar con el primer elemento podemos ver la huella de Quantic Dream y David Cage impresa en este título.
Los controles son similares a los de las anteriores entregas del estudio, como Heavy Rain. Nos movemos por el apartamento con el joystick izquierdo mientras que con el derecho podremos agacharnos para recoger objetos o inspeccionar alguna prueba.
Al hacerlo, una interfaz digital nos ayudará a realizar un análisis de cada pista que encontremos, utilizando los gatillos para recomponer la escena de un crimen o el panel táctil del mando de PlayStation para desbloquear una Tablet y estudiar su interior.
Llegó la hora de negociar.
Al terminar de revisar toda la escena, toca el turno de salir ahí a fuera e intentar cumplir con nuestra misión: Salvar a la rehén.
Para ello, disponemos de distintas opciones de diálogo, repartidas por los clásicos botones de PlayStation, que nos permitirán adoptar distintas posturas frente al secuestrador: ¿Seremos amables y comprensivos, o agresivos y directos al grano? ¿Usaremos los datos obtenidos para ganarnos su confianza, o mejor intentar jugar con él y desorientarlo?
Hay muchísimas posibilidades y cada decisión cuenta, de manera que según lo que hayáis investigado y la postura que decidáis tomar, llegaréis a uno de los múltiples finales que nos ofrece esta demostración.
Hombre y máquina, totalmente indistinguibles.
Los androides están hechos a imagen y semejanza del ser humano, por lo que podemos llegar a confundir los unos con los otros.
Y si a esto le sumamos un apartado gráfico sólido y adaptado a la potencia de PlayStation 4 Pro, podemos asegurar de que Detroit: Become Human conseguirá estar a la altura de los más exigentes.
La captura de movimientos faciales está muy lograda, y el toque futurista tanto de la ambientación como de la interfaz digital de Connor permiten crear una experiencia de juego más realista.
Conclusiones
David Cage vuelve a su lucha por utilizar a los videojuegos como algo más que un modo de entretenernos para seguir intentando emocionar y llegar a lo más profundo de cada jugador/a, y estamos seguros de que Quantic Dreams tiene en las manos un proyecto de lo mas prometedor.
Los conflictos éticos, la doble moral de cada situación y el introducir a todo aquel que pruebe sus juegos en el corazón de una buena historia son el santo y seña de este diseñador, así que esperamos que Detroit: Become Human no decepcione y consiga lo que busca.
De momento tendremos que esperar hasta el 25 de mayo para poder disfrutar de este título exclusivo para la consola de Sony, así que tendremos que conformarnos con intentar desbloquear todos los finales de esta versión de prueba para aguantar el “hype” y confiar en que David Cage consiga una vez más crear una obra de arte en forma de videojuego.
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