ep… beep… beep… BEEEEP!!!
- Mmm, ¿ya era la hora?
Con un ligero movimiento de la mano acerque ese molesto aparatejo al alcance de mi vista, aún mermada tras dormir por - mire la hora en el reloj, eran las 17:30- oh, eso era demasiado, no recordaba a qué hora me había ido a la cama de ese hotel que sería mi casa por unos días, para ser sinceros, ni siquiera recordaba cómo había llegado allí.
beep… beep… beep… BEEEEP!!!
- ¡Dichoso pitido! creí haberlo apagado.
Volví a mirar el despertador, y efectivamente tenía la alarma desconectada, no era eso lo que producía los pitidos. Encendí la luz, pulsando el interruptor situado en la cabecera de la cama, la sala se iluminó de repente, tardé unos segundos en amoldar la vista a la nueva iluminación, y entonces lo vi. Al fondo de la habitación y sobre una silla, más deteriorada por la edad que por el uso, se encontraba un maletín metálico.
Me levante de la cama y me dirigí hacia el objeto que desentonaba profundamente en aquella estancia, lo cogí y lo examine minuciosamente, no encontré una cerradura al uso, parecía estar bien cerrado casi hermético. Al realizar una segunda inspección note un pequeño panel en el frontal del maletín.
-¿Tecnología táctil? - me pregunte en voz alta.
Por probar mantuve mi dedo sobre el panel durante un leve instante, al lado del panel se ilumino una pequeña luz azul, que cambió a verde en el mismo momento en el que sonó un chasquido, producido por la apertura del maletín.
Ohhh, ¿cuál fue mi sorpresa al ver que el maletín contenía un ordenador?, o mejor dicho en sí mismo el maletín era un ordenador, parecía de tipo militar de ese que siempre recuerdas haber visto en alguna película.
En pantalla aparecieron entonces unas instrucciones acompañadas por un monótono canturreo de lo que debía ser una voz de chica, ahora apenas reconocible por la distorsión que le habían aplicado.
‘Quienes somos no tiene importancia, importa que ha sido seleccionado.
La fiesta a la que acudió la pasada noche…’
¡Es cierto! Aquella maldita fiesta en la que lo más interesante era la bebida, ufff no debí beber tanto de aquel maldito elixir verde… Tras devanar un instante en mis pensamientos, la voz había continuado
‘[…] ahora solo tiene que cumplir su parte, eliminando a los sujetos de la lista’
Una lista de nombres apareció de repente en pantalla, estando el mío señalado en un color distinto al de la mayoría al igual que otros 2 nombres.
‘Como puede ver su nombre está en rojo, y ocupa una posición muy importante, en amarillo tiene a su cómplice, en caso de necesidad y si usted fracasa, él será su sustituto. Lógicamente sabe quién es y hará lo posible por encubrirle. Y por último, y en azul, verá el nombre de un joven pero ya respetado agente de policía. Es importante que no sea uno de sus primeros objetivos’
¡Dios! ¡¡Me están pidiendo que mate a gente!!
¡Joder! ...No puedo hacerlo.
¡Si ni siquiera soy bueno eliminando gente en los videojuegos!
Tras la pausa la voz continúo hablando:
‘¿Se preguntará que ganará si hace el trabajo, verdad? Pues por cada objetivo que elimine ganará 2000€ que se le depositaran en la cabina telefónica que se encuentra 2 calles al norte de su domicilio habitual.
Puede que también se haya planteado no hacerlo, siento decirle que esa opción no le conviene en absoluto. Mírese el brazo izquierdo, casi a la altura del hombro’
Me quite la camiseta y mire donde me dijo. ¡Había una pequeña luz destellando bajo mi piel!
‘Eso que verá es una pequeña capsula con aire conectada a una vena importante de su cuerpo, si la capsula detonará, cosa que ocurrirá si no asesina a esas personas en los límites establecidos, se le parará el corazón, y ya que he sacado el tema tiene como fecha límite para el primer objetivo, las 23:59:59 del 17 de Noviembre.’
Mire la fecha actual en la pantalla del ordenador –17:42, 17 de Noviembre- ¿¡No podía ser verdad!? ¡¡Había dormido más de día y medio!! Definitivamente debía dejar aquella bebida verde. La voz que salía del ordenador continuó.
‘Como seguramente a estas alturas esté un poco apurado de tiempo, le facilitaremos un poco este primer trabajo. En su mismo hotel en la habitación 501 se aloja ReturnS. Pulse simultáneamente las teclas CTRL+ALT+E en el equipo que tiene delante.’
Así lo hice, y tras un pequeño replique se levantó levemente el teclado, tire un poco hacia arriba para terminar de quitarlo del todo, quedando al descubierto una pequeña pistola, acompañada de un silenciador y un par de guantes de cuero.
‘Use el material que le hemos proporcionado, y use las zapatillas de baño que hay en la ducha, procure no dejar huellas, no queremos que le cojan, y usted tampoco, ¿verdad?’
Esa fue la última frase que dijo aquel aparato.
-¡¡Mierda!! ¿Qué voy a hacer?
Mi vida valía más que la de ReturnS, pero ¿¡cómo podría cometer un asesinato!?
Las 3 horas siguientes pasaron muy lentamente, la espera me consumió.
A las 21:07 baje a cenar al comedor, tan sólo 2 minutos después de mi llegada vi aparecer a ReturnS, se sentó algo alejado de mí, pero podía verle desde mi asiento. Acabamos de cenar a la par, cuando salió yo le seguí pero dejándole unos metros de prudencia, no era conveniente que me reconociese. Subió en ascensor, yo espere al siguiente, y paré en el cuarto piso para ir a prepararme a la 411, mi habitación.
Tras acabar, subí por las escaleras hasta el quinto, era menos probable encontrarme gente en las escaleras que en los ascensores, aunque el hotel apenas tenía huéspedes en estas fechas.
Mi apariencia era ridícula, con un calzado de baño, guantes de cuero, una camiseta con un motivo tribal y pantalones de pinza. La pistola la llevaba oculta en el pantalón.
Cuando llegue a la habitación 501 pegue a la puerta.
-¿Quién es?- barruntó una voz desde dentro.
No te pongas nervioso, me repetí a mí mismo.
-¿Sr. ReturnS?
-Si
-Mensajero, le traigo un paquete.
-¿Por qué no lo ha dejado en recepción?
¡Maldita sea! Era listo… - Quién lo envía requirió específicamente que lo recibiese en persona.
Pasados unos segundos, la puerta se abrió de golpe, su cara era una mueca mezcla de sorpresa e ignorancia.
-Ey, tú estabas la otra noche en la fiesta de- No le deje terminar la frase, seis impactos de bala se le hundieron en el pecho sin apenas hacer ruido, ReturnS se derrumbó al suelo de golpe. Eso sí hizo ruido. Arroje el arma en la habitación, me guarde los guantes en los pantalones, y volví a mi habitación.