Buenas.
Os cuento el caso.
Ayer noche jugando una partida para 12 jugadores, 3 amiguetes y yo estábamos viciando de lo lindo, de poder a poder, pero a mitad de ella nos dimos cuenta que algo no iba nada bien.
Cuando nos ponemos a mirar eramos 4 contra 8 (igual a 12). Al no poner equilibrio de facciones, la peña al entrar se fue sumando al equipo que más jugadores tenía.
Con estas uno de los amiguetes se tuvo que desconectar y cual fue nuestra sorpresa que el nuevo que entró decidió meterse en el grupo numeroso.
Así que seguimos jugando 3 contra 9.
Empezamos a avisar a la gente que equilibrase la partida, que cambiase de bando, pero se ve que importa más conseguir una victoria que disfrutar del juego.
Es triste pero es así.
Dos colegas decidieron abandonar la partida antes de que terminase. Yo me quedé jugando 1 contra 10, no paraba de morir, pero cual fue mi sorpresa cuando apareció un compañero desconocido, que entró a la partida y aún viendo la superioridad rival y que la partida estaba perdida (2-4 en el último juego) se quedó en este bando hasta el final.
Cuando la partida acabó se escuchó a alguien del otro bando decir que a ver si alguien se pasaba al bando contrario para nivelar. A buenas horas mangas verdes.
Lo comento para que no se os quede mal cuerpo cuando os lo hagan a vosotros.
Y he estado pensando que la solución no es abandonar la partida, sino cambiarse de bando, así la victoria es para todos

almas:
Sin acritud.
Y mira que he jugado con gente estranjera bastante impertinente pero lo de ayer se llevó el primer premio.