Siento utilizar esta expresión de Jimenez Losantos, pero es que me viene al dedo. En la selección hay una enorme y peligrosa plaga de "Maricomplejines"...
Es decir, me causa mucha impresión cuando ves al grupo llevando el peso del partido, tocando, cambiando, asustando. Viéndolos parecen auténticos campeones, gente de sangre fría y corazón inpenetrable. Pensamos en que si estuviéramos en el lugar de sus oponentes buscaríamos el lugar más recóndito para escondernos del depredador ibérico. Que emoción, somos grandes, tú!!!
¿Pero que vemos?. De pronto el oponente da un coletazo para mostrar que está vivo y algo armado. En ese momento los titanes se suman al curioso adjetivo de Losantos, bambando por el terreno de juego con tanta carga de miedo y apresuramiento que te preguntas el porqué nadie les dice que frenen un poco, que no serán fusilados y que hay tiempo hasta para detenerse a darle al coco. Pero nadie lo dice, nadie es capaz de controlar a su propia tropa y las riendas se sueltan sin más.
España tiene un problema de concentración, y pierden el hilo como quién hace un sudoku.
Lo increíble es que valíamos, valemos y valdremos para ser los mejores. Pero hay algo ahí que no acaba de gustarnos, en el contexto, en la forma. Quizás seamos demasiado exigentes, o quizás no. Pero es así.
"Podemos"...pues claro. Podemos con todos, pero con nosotros mismos o con el ímpetu que nos caracteriza, no.