- Unido
- julio 17, 2015
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Además de los juegos de fútbol, si una marca sabe seguir vendiendo videojuegos año tras año sin despeinarse y aprovechándose simplemente de la homologación oficial y la actualización de plantillas y licencias de temporada, ésa es F1 de Codemasters, años atrás en manos de otras desarrolladoras. Siempre me ha llamado mucho la atención cómo gusta el mundo de la Formula 1 en Europa, la cantidad de seguidores que tiene pese a lo técnico y aparentemente minoritario de su planteamiento. Este deporte de motor tiene ya más de medio siglo de historia, desde sus bólidos y primeras pruebas primitivas, y F1 2017 vuelve a celebrar el fantástico estado de recepción e interés que aguantan los monoplazas, y todas las leyendas que han pasado por las competiciones históricas Lo he estado jugando en PS4 y, qué queréis que os diga, se vuelve a apostar por casi todo lo que el verano pasado, pero ampliado y mejorado, lógicamente.
Lo esperable, lo típico en este tipo de producciones que, para un sello como el de Codemasters, está claro que ahora mismo no es la principal producción a llevar más lejos e innovar -veo más esfuerzos en Dirt-. Las bases son sólidas, la simulación gusta a los fans que lo compran cada año, y las incorporaciones son las suficientes como para que esos fans o los que llevan años sin comprar un F1 justifiquen el nuevo desembolso. Pues ya está, para qué cambiar lo que rinde bien comercialmente.
Sí, se está cayendo en un conformismo que a marcas como Call of Duty, FIFA o Assassin’s Creed no se le permitirían tan a la ligera, pero aquí hemos venido a hablar de novedades y progreso respecto al F1 2016 de hace justo un año, pues el 25 de agosto los incondicionales volverán a pagar sus 60 euros por un simulador pleno que, en apariencia meramente visual, cuesta distinguir del anterior, aunque en sus cimientos jugables y mecánicos esconde más frescura de lo que parece a simple vista, por suerte para todos. Que las normas y reglamentos cambien cada año, o que los propios bólidos mejoren en tecnología y, con ello, en velocidades máximas y tiempos récord de vuelta, también impone que todo el juego se actualice, obviamente.
Sobre el asfalto, y con todas las configuraciones ya hechas, las primeras diferencias palpables respecto a F1 2016 vienen en el viraje y la sensación de fricción. Se nota que Codemasters está cogiendo para esta marca ideas de otros de sus trabajos. Ser especialistas en juegos de rally, por ejemplo y aunque no tenga nada que ver a priori, les hace profundizar un poco más en los accidentes y derrapes desastrosos, que en F1 2017 duelen un poco más y están penalizados en su justa medida, sin medias tintas. También la respuesta de los gruesos neumáticos fuera de pista o sobre los pianos, o cómo responde la ayuda de la trazada ideal, que ahora se adelanta un poco más que antes a los cambios de color para la frenada y toma de curvas cerradas, siendo más realista y bien dibujada. Recordemos que este juego pretende ser, ante todo, un simulador, aunque también se puede jugar en sus modalidades más sencillas y tener una simplona experiencia arcade apta para todo tipo de conductores temerarios. Pero no es ahí donde reside su encanto.
Y en cuanto a su presentación de clásicos, de momento no he podido jugar con ellos en esta primera toma de contacto mando en mano, pero tenemos confirmados modelos como los Williams FW14B de Mansell, el FW18 de Damon Hill, el McLaren MP4/4, el Ferrari F2002, el Red Bull Racing RB6… Serán 12 coches clásicos agrupados en 5 equipos. No son demasiados, pero que cada uno se comporte con las físicas y respuestas originales parece una característica deseable que Codemasters, como especialista, seguro que consiguen plasmar a la perfección. Y lo mejor de todo, vendrán ya en el juego base, nada de DLCs, y se podrán usar tanto en singleplayer como en pruebas y carreras específicas del multijugador competitivo. Por supuesto, los pilotos de estos bólidos también se han recreado, con gente como Alain Prost, Ayton Senna, Riccardo Patrese, Jean Alesi… Y nombres más actuales, como Schumacher, Alonso, Vettel, Hamilton o Verstappen intentando hacerse con el podio en las diferentes pruebas, que ahora se han reorganizado en un formato algo cambiado.
El modo Carrera, para empezar, ahora es más extenso, con doble vertiente de corredor y de manager, como está imponiéndose en todos los juegos deportivos y de motor. Se ha cuidado un poco más la parte de ingeniería y se va a dejar al jugador más libertad para seguir su camino de manager dentro del mundiillo de los sponsors, las apuestas, los contratos… Como es habitual, la reputación lo es todo para ir avanzando a través de nuevas pruebas e invitaciones a campeonatos de peso, pero también habrá que vigilar la coordinación del equipo o el estado de todas las piezas mecánicas de los automóviles. También en Championship encontramos un doble enfoque, con pruebas modernas y pruebas clásicas, en formato rápido y ágil entre unas carreras y otras, una tras otra y con una IA que realmente llega a apretar bastante en sus dificutlades más altas. En esto sí parece que se ha ganado algo respecto al año pasado.
Pero claro, lo verdaderamente importante y que más duradero hace a este tipo de videojuegos casi siempre es el multiplayer, y F1 2017 quiere replantear cómo funciona la progresión de jugador, su sistema de desbloqueos de recompensas y niveles. Al fin ahora tendremos un lobby desde el que configurar y esperar a que arranquen estas pruebas online con hasta 20 corredores en pista, donde se pueden establecer también distintas elecciones y votaciones, escoger pilotos legendarios, personalizar vehículos, etc. Codemasters promete un equilibrio fenomenal para que podamos encarnar a nuestro piloto favorito sin sentir ningún tipo de desventaja. Digamos que todos los coches y prestaciones se han medido para que no corra todo el mundo con el Schumacher de turno, algo que sí pasaba un poco en el online de anteriores juegos de Formula 1.
Toma de contacto muy leve, solo con dos circuitos, ésta primera de F1 2017 pese a quedarle poco más de un mes para salir a la venta. Codemasters no se puede decir que esté volcando todo su engranaje promocional en enseñarlo y que conozcamos sus novedades, no… Esto me da que pensar y que dudar, pero por lo jugado de momento sí creo que hay razones para, lo que comentaba al principio, que el fan incondicional vuelva a caer o que el jugador que lleve varios años sin ponerse a este volante esta temporada sí pase por caja. Y la respuesta a la pregunta que muchos nos hacéis a menudo, ¿lo reservo? Diremos que jugadores medios o que estén un poco cansados de cómo viene funcionando desde que el estudio británico asumió las riendas, parece que pueden obviarlo tranquilamente, es conservador y no se le ven grandes cambios revolucionarios, más allá de lo esperable y deseable en un título que vuelve a costar 60 euros. Es el producto que es, eficaz, pero para el público que es.
Lo esperable, lo típico en este tipo de producciones que, para un sello como el de Codemasters, está claro que ahora mismo no es la principal producción a llevar más lejos e innovar -veo más esfuerzos en Dirt-. Las bases son sólidas, la simulación gusta a los fans que lo compran cada año, y las incorporaciones son las suficientes como para que esos fans o los que llevan años sin comprar un F1 justifiquen el nuevo desembolso. Pues ya está, para qué cambiar lo que rinde bien comercialmente.
Sí, se está cayendo en un conformismo que a marcas como Call of Duty, FIFA o Assassin’s Creed no se le permitirían tan a la ligera, pero aquí hemos venido a hablar de novedades y progreso respecto al F1 2016 de hace justo un año, pues el 25 de agosto los incondicionales volverán a pagar sus 60 euros por un simulador pleno que, en apariencia meramente visual, cuesta distinguir del anterior, aunque en sus cimientos jugables y mecánicos esconde más frescura de lo que parece a simple vista, por suerte para todos. Que las normas y reglamentos cambien cada año, o que los propios bólidos mejoren en tecnología y, con ello, en velocidades máximas y tiempos récord de vuelta, también impone que todo el juego se actualice, obviamente.
Sobre el asfalto, y con todas las configuraciones ya hechas, las primeras diferencias palpables respecto a F1 2016 vienen en el viraje y la sensación de fricción. Se nota que Codemasters está cogiendo para esta marca ideas de otros de sus trabajos. Ser especialistas en juegos de rally, por ejemplo y aunque no tenga nada que ver a priori, les hace profundizar un poco más en los accidentes y derrapes desastrosos, que en F1 2017 duelen un poco más y están penalizados en su justa medida, sin medias tintas. También la respuesta de los gruesos neumáticos fuera de pista o sobre los pianos, o cómo responde la ayuda de la trazada ideal, que ahora se adelanta un poco más que antes a los cambios de color para la frenada y toma de curvas cerradas, siendo más realista y bien dibujada. Recordemos que este juego pretende ser, ante todo, un simulador, aunque también se puede jugar en sus modalidades más sencillas y tener una simplona experiencia arcade apta para todo tipo de conductores temerarios. Pero no es ahí donde reside su encanto.
Y en cuanto a su presentación de clásicos, de momento no he podido jugar con ellos en esta primera toma de contacto mando en mano, pero tenemos confirmados modelos como los Williams FW14B de Mansell, el FW18 de Damon Hill, el McLaren MP4/4, el Ferrari F2002, el Red Bull Racing RB6… Serán 12 coches clásicos agrupados en 5 equipos. No son demasiados, pero que cada uno se comporte con las físicas y respuestas originales parece una característica deseable que Codemasters, como especialista, seguro que consiguen plasmar a la perfección. Y lo mejor de todo, vendrán ya en el juego base, nada de DLCs, y se podrán usar tanto en singleplayer como en pruebas y carreras específicas del multijugador competitivo. Por supuesto, los pilotos de estos bólidos también se han recreado, con gente como Alain Prost, Ayton Senna, Riccardo Patrese, Jean Alesi… Y nombres más actuales, como Schumacher, Alonso, Vettel, Hamilton o Verstappen intentando hacerse con el podio en las diferentes pruebas, que ahora se han reorganizado en un formato algo cambiado.
El modo Carrera, para empezar, ahora es más extenso, con doble vertiente de corredor y de manager, como está imponiéndose en todos los juegos deportivos y de motor. Se ha cuidado un poco más la parte de ingeniería y se va a dejar al jugador más libertad para seguir su camino de manager dentro del mundiillo de los sponsors, las apuestas, los contratos… Como es habitual, la reputación lo es todo para ir avanzando a través de nuevas pruebas e invitaciones a campeonatos de peso, pero también habrá que vigilar la coordinación del equipo o el estado de todas las piezas mecánicas de los automóviles. También en Championship encontramos un doble enfoque, con pruebas modernas y pruebas clásicas, en formato rápido y ágil entre unas carreras y otras, una tras otra y con una IA que realmente llega a apretar bastante en sus dificutlades más altas. En esto sí parece que se ha ganado algo respecto al año pasado.
Pero claro, lo verdaderamente importante y que más duradero hace a este tipo de videojuegos casi siempre es el multiplayer, y F1 2017 quiere replantear cómo funciona la progresión de jugador, su sistema de desbloqueos de recompensas y niveles. Al fin ahora tendremos un lobby desde el que configurar y esperar a que arranquen estas pruebas online con hasta 20 corredores en pista, donde se pueden establecer también distintas elecciones y votaciones, escoger pilotos legendarios, personalizar vehículos, etc. Codemasters promete un equilibrio fenomenal para que podamos encarnar a nuestro piloto favorito sin sentir ningún tipo de desventaja. Digamos que todos los coches y prestaciones se han medido para que no corra todo el mundo con el Schumacher de turno, algo que sí pasaba un poco en el online de anteriores juegos de Formula 1.
Toma de contacto muy leve, solo con dos circuitos, ésta primera de F1 2017 pese a quedarle poco más de un mes para salir a la venta. Codemasters no se puede decir que esté volcando todo su engranaje promocional en enseñarlo y que conozcamos sus novedades, no… Esto me da que pensar y que dudar, pero por lo jugado de momento sí creo que hay razones para, lo que comentaba al principio, que el fan incondicional vuelva a caer o que el jugador que lleve varios años sin ponerse a este volante esta temporada sí pase por caja. Y la respuesta a la pregunta que muchos nos hacéis a menudo, ¿lo reservo? Diremos que jugadores medios o que estén un poco cansados de cómo viene funcionando desde que el estudio británico asumió las riendas, parece que pueden obviarlo tranquilamente, es conservador y no se le ven grandes cambios revolucionarios, más allá de lo esperable y deseable en un título que vuelve a costar 60 euros. Es el producto que es, eficaz, pero para el público que es.
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