Real Madrid y Barcelona rechazaron de plano la propuesta de disputar la Supercopa de España en Pekín, tal y como había pactado la Real Federación Española de Fútbol con la empresa de mayoría china United Vansen International Sport, que gestiona el estadio olímpico de Pekín, el famoso Nido.
Se trataba de disputar cinco de las próximas siete finales, a partir de 2013. La Federación se iba a embolsar unos 30 millones de euros, de los que tres irían a parar a las arcas de cada uno de los dos finalistas.
La respuesta negativa de los dos grandes del fútbol español se produjo durante una reunión de la Junta de Primera división de la Liga de Fútbol Profesional, el pasado martes. El resto de los clubes veía razonable la propuesta federativa, que no sólo cambiaba el escenario sino el formato de un trofeo que actualmente se decide en dos encuentros, la ida en casa del campeón de Copa y la vuelta, en el estadio del campeón de la Liga.
Pero la negativa impide cualquier posibilidad de un duelo Real Madrid-Barcelona en China, aunque la oferta era independiente del nombre de los finalistas. La Supercopa es un torneo organizado por la Federación, pero la decisión de los dos grandes supone un veto en toda regla.
Fuentes de la Federación hicieron pública anoche la decisión de los dos grandes, que argumentaron el largo viaje y el perjuicio a sus seguidores, que no podrían ver en directo el partido, para vetar el acuerdo. Ha causado general sorpresa en la Federación que clubes como Madrid y Barça, que apoyaron los cambios de horario de los partidos para el mercado chino, pierdan una oportunidad como la que se les brindaba.
Fuente
Se trataba de disputar cinco de las próximas siete finales, a partir de 2013. La Federación se iba a embolsar unos 30 millones de euros, de los que tres irían a parar a las arcas de cada uno de los dos finalistas.
La respuesta negativa de los dos grandes del fútbol español se produjo durante una reunión de la Junta de Primera división de la Liga de Fútbol Profesional, el pasado martes. El resto de los clubes veía razonable la propuesta federativa, que no sólo cambiaba el escenario sino el formato de un trofeo que actualmente se decide en dos encuentros, la ida en casa del campeón de Copa y la vuelta, en el estadio del campeón de la Liga.
Pero la negativa impide cualquier posibilidad de un duelo Real Madrid-Barcelona en China, aunque la oferta era independiente del nombre de los finalistas. La Supercopa es un torneo organizado por la Federación, pero la decisión de los dos grandes supone un veto en toda regla.
Fuentes de la Federación hicieron pública anoche la decisión de los dos grandes, que argumentaron el largo viaje y el perjuicio a sus seguidores, que no podrían ver en directo el partido, para vetar el acuerdo. Ha causado general sorpresa en la Federación que clubes como Madrid y Barça, que apoyaron los cambios de horario de los partidos para el mercado chino, pierdan una oportunidad como la que se les brindaba.
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