Análisis Swarm
Ficha técnica
Introducción
Swarm es una propuesta nueva en un género tan antiguo como el de las plataformas que nos llega de la mano de HotHead Games.
Swarm es el primer juego con control de personajes en masa, en el que el jugador mueve a todos los swarmites a la vez. Serán un máximo de 50 pequeños swarmites, las criaturas azules que protagonizan el juego.
[video=Trailer de Swarm (PAX 2010)]203[/video]
Tendremos que superar unos escenarios repletos de trampas y peligros lo que nos dejará muchos swarmites por el camino, y lo que hará que nos resulte adictivo este juego.
En las siguientes páginas vamos a analizar las posibilidades que nos ofrecen estos pequeños bichitos azules que nos harán pasar unos ratos tan divertidos.
[BREAK=Jugabilidad]
Swarm hace gala de una jugabilidad muy simple, ya que sus controles se aprenden fácilmente. Los controles son sencillos, L2 para dispersar al grupo de swarmites, R2 para agruparlos y el botón X para que salten o formen una especie de torre con algunos objetos que se controlan con el círculo. Todo ello guiado con el joystick izquierdo para mover a nuestros azules acompañantes por la pantalla.
La mecánica del juego es sencilla, Swarm es un plataformas con scroll lateral de izquierda a derecha, al estilo del clásico Mario Bros. En el comienzo la Madre, una especie de gusano azulado soltará a sus hijos, los swarmites, en la pantalla para que recolecten comida para ella, en forma de moléculas y ADN. Pero esto no será tarea sencilla, ya que las fases estarán llenas de trampas que harán la tarea más complicada.
El punto clave para pasar las fases de Swarm es saber encontrar el equilibrio exacto entre los swarmites que decidimos matar y los que no. En la parte de arriba-izquierda de la pantalla se nos muestra un marcador que irá aumentando a medida que conseguimos comida para la Madre, si conseguimos varios de estos elementos seguidos obtendremos un multiplicador que hará que nuestra puntuación aumente exponencialmente. La clave del juego es saber en qué momento debemos sacrificar uno de nuestros swarmites, ya que al morir uno de ellos, el multiplicador no se agota.
Por otra parte, aunque queramos jugar cada fase tranquilamente, sin atender demasiado a la puntuación encontraremos numerosos peligros en forma de trampas, abismos, fuego, etc. que irán liquidando a nuestros personajes, lo cual nos sacará más de una sonrisa al ver las muertes tan grotescas que pueden tener los swarmites. Cuando se acabe con la vida de los 50 personajes que aparecen en el inicio de cada nivel saldremos de nuevo con ellos en un punto de control. Además aparecen una especie de huevos azules que regenerarán algunos swarmites perdidos en combate.
Cuando, por el contrario se opta por jugar pendiente del marcador, la dificultad del juego aumenta notablemente, pues se imponen unos requisitos en forma de puntuación mínima para pasar de nivel, lo que supone jugar y rejugar el nivel en busca de ir aumentando la puntuación lo que termina por volver algo tedioso el juego.
[BREAK=Gráficos]
Para ser un juego de PlayStation Network, Swarm hace gala de unos gráficos más que correctos, pues tanto los escenarios como los personajes están muy bien modelados. Además el juego cuenta con unas animaciones muy divertidas en el menú inicial totalmente tridimensionales y muy bien logradas.
En las fases jugables la calidad gráfica se ve reducida, pero se mantiene en unos niveles correctos que no merman la diversión que supone el jugarlos.
Otro de los puntos a resaltar en el apartado visual es la monotonía de los escenarios. Durante el transcurso de la historia pasaremos por unos cuantos niveles, pero en muchos de ellos parece el mismo, pues aunque las trampas y las plataformas son diferentes, el tipo de escenario es el mismo, predominando el mismo color, algo que podía haberse mejorado para diferenciar aún más un nivel del siguiente.
Los elementos especiales que aparecen en el escenario están bien recreados, tanto aire, fuego, gases y otros elementos que dan un poco de variedad a los marrones paisajes de Swarm.
Otro de los puntos a favor de Swarm es el diseño de los jefes finales, con una estética simple pero muy divertida, y con los puntos débiles muy visibles como en otros tantos juegos.
[BREAK=Sonido]
Al igual que en el apartado visual, el sonoro no es para tirar cohetes, pero es más que correcto. La clave de Swarm es la diversión por lo que el sonido pasa a un segundo plano. Los personajes no hablan, ni los swarmites, ni Mamá ni los enemigos.
El juego tiene una banda sonora basada en el sonido que hacen los ficticios swarmites. No es que sea muy elaborada ni muy agradable pero sirve de acompañamiento a nuestros paseos por los niveles con los swarmites y en los menús del juego.
Donde el apartado sonoro está más cuidado es en los efectos sonoros que se dan en los niveles jugables. Son muchos los elementos que impiden la libre circulación de los swarmites por el nivel: trampas, cuchillas, bombas, etc. y todos tienen su propio sonido y bastante bien recreado, lo cual es de agradecer para el jugador.
[BREAK=Entre tú y yo]
El verdadero elemento por el que merece ser jugado Swarm viene de la diversión y el humor del que hace gala.
Cuando uno inicia el juego por primera vez ya puede comprobar lo que Swarm le va a ofrecer, la posibilidad de matar swarmites de muchas maneras, y todas ellas divertidas.
En el menú inicial nos da la bienvenida un marcador que muestra los millones de swarmites matados por todos sus jugadores, y son muchos millones. Por otra parte, vemos una indicación abajo a la derecha que pone "No presionar", como la psicología inversa es tan efectiva, pulsaremos corriendo el botón triángulo y veremos una serie de animaciones muy bien hechas sobre los tipos de muerte de los swarmites.
Es en estas formas de muerte donde reside la gracia del juego, pues como hemos comentado antes se hace necesario además de divertido sacrificar a algunos de los bichitos azules en busca del aumento del marcador.
El juego además nos premiará por matar muchos swarmites, con el obsequio de una serie de medallas por matar a toda la manada a la vez o por acumulación de tipos de muertes, lo que otorga al juego una alta rejugabilidad, además de la necesaria para aumentar la puntuación y pasar de nivel.
Es ese precisamente el punto que resta en el resultado global de Swarm, su dificultad. Swarm no es un juego nada fácil, hará falta repetir y repetir una misma fase en busca de conocerla mejor y poder aumentar la puntuación para pasar de nivel. Esto se hace algo desesperante pues no se termina disfrutando del juego tanto como se debería.
[BREAK=Conclusiones]
Swarm se convierte por méritos propios en un juego de los mejores de la Store. Ofrece una mecánica simple en un género antiguo, pero sabe otorgarle las dosis necesarias de originalidad para que no se convierta en un juego más.
La posibilidad de poder controlar simultáneamente 50 personajes es ya un punto más que curioso en el juego. Después, el juego se vuelve muy divertido con toques de humor negro, como la numerosa sangre azul que dejarán los swarmites en el suelo y en nuestra pantalla al morir.
La posibilidad de matar swarmites de diferentes maneras se hace adictiva y repetiremos niveles muchas veces para aumentar las estadísticas y conseguir las medallas con las que el juego nos premia. Además el complicado sistema de trofeos del juego hace que se busque prácticamente la excelencia en cada nivel.
Es precisamente ese el punto negativo con el que cuenta Swarm, el elevado nivel de exigencia que hace que la diversión pase a la obligatoriedad. Pues los requisitos de puntuación para avanzar hacen que no se vea el juego de la misma manera divertida que la primera vez.
El juego, si se quiere avanzar en él nos obliga a estar pendientes tanto de la pantalla y los swarmites como del multiplicador, para que éste no se vaya y podamos conseguir más puntos.
Como punto y final al análisis cabe decir que Swarm es un juego muy original y divertido, con elevados niveles de exigencia y que se codea con los mejores juegos de PlayStation Network. Un buen trabajo de HotHead Games, sin duda alguna.
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