JANFREY
Jufransiz
La gente es tan absolutamente absurda en un determinado e interminable número de veces que ya uno deja de preocuparse por si alguna vez podrán ver más allá de su ombligo.
La propia jodida tradición, el dogma y el miedo a que la evidencia les certifique la oscuridad eterna ciegan a más de uno y dos... billones.
Un claro ejemplo lo vimos el otro día en una reunión entre mandatarios de países ricos, mandatarios que representan a un pueblo con multitud de creencias y formas de pensar, pero que se pasaron por el forro al discriminarnos a muchos rezando salmos evangélicos.
Dejando por alto el hecho evidente y tragicómico de ver cómo en un lado del mundo la gente sufre y muere mientras que en otro rezan y cantan el Cumbayá mientras esbozan una sonrisa de satisfacción... lo cierto es que tanta jilipollez nos lleva a pensar que somos superiores al resto de seres vivos.
En lugar de aceptar que somos el producto de una evolución de millones de años, se empepinan en decir que somos el ojito derecho de Dios... o peor, de una civilización extraterrestre. Los animales, para los defensores de esa teoría, no son demasiado diferentes de los habitantes de la casa de los Sims, están simplemente ahí para guste y satisfacción de nuestra vista y necesidades varias. De nada importa el hecho evidente de que, de ser cierto, Dios se pasó haciendo especies, o que a muchas de ellas las colocó en lugares totalmente inaccesibles para el ser humano (inaccesibles en el espacio y también en el tiempo).
No, eso no tiene ninguna importancia, los animales no pueden tener sentimientos, porque eso implicaría que tienen alma, y si tienen alma el concepto "vida eterna" se vuelve ambiguo. El Cielo necesitaría muchas puertas diferentes para acoger a tantos huéspedes, además son demasiados animales para ponerlos juntos: Dinosaurios, insectos, peces, mamíferos, aves, reptiles, amfíbios... buf, súbitamente la idea del cielo resulta imposible de creer incluso para un evangelista.
Es mucho más fácil decir: "No, el Hombre es el único ser con alma" (observad cómo se dice "hombre" como palabra para definir al Homo Sapiens-Sapiens al completo... esta misma gente hace milenios incluso negaba la existencia del alma en las mujeres... ¿y qué me decís de la costilla del hombre y la fruta prohibida?).
Pues bien, en algún Concilio algún lumbreras dictaminaría que los animales no tienen alma, por lo tanto el hombre es dueño y señor del mundo y puede aprovecharse de todos los recursos que le ofrece el Todopoderoso. Resulta cómico, es como cuando a un niño lo llaman al despacho del director porque se ha portado mal y le dicen "mira, no vamos a llamar a tus padres... y además nos vamos a ir al Toys R Us y te vamos a comprar todo lo que tú quieras".
Largo tiempo tardaron los carasblancas en darse cuanta de que lo que decían esos seres de color de África no eran espasmos involuntarios, sino palabras en su lengua materna. Y si tardaron siglos en llegar a una conclusión tan simple, jamás llegarán a entender el idioma de los animales. Unos seres que no les pierde la codicia, que piensan, sienten, padecen y (en muchos casos) tienen conciencia de su propia muerte.
El mundo fue gobernado por animales y el equilibrio se mantenía, llegamos nosotros y en unos pocos miles de años nos estamos haciendo notar a base de bien. Si ésta es la imagen y semejanza de Dios, no me explico de dónde sacó los recursos para crear el Universo.
JANFREY
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P.D.: Otro ejemplo más, mirad a este perro luchando y protegiendo a su madre:
P.D.2.: Te echo de menos Blue. No está muerto, solo lejos en Almería .
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