Doom: el renacer de un clásico

Violencia, demonios y heavy metal como elementos clave

El regreso de Doom está a la vuelta de la esquina y en LaPS4 no queríamos dejar pasar la oportunidad de hablaros sobre las posibilidades del título antes de su lanzamiento. Bethesda e ID Software tienen entre manos uno de los juegos más esperados de 2016, el que permitirá a los aficionados de los shooters clásicos disfrutar de un festival de acción, tiros y vísceras en el que ningún demonio estará a salvo de nuestra ira destructiva. Los más nuevos en esto de los videojuegos podrán descubrir una saga que, junto con Quake y Wolfenstein, cambió el rumbo de los FPS para siempre.

En Doom la historia es lo de menos y todo el contexto sirve como una simple excusa para poder aniquilar hordas de enemigos a ritmo de heavy metal. Pero ID Software y Bethesda saben que los tiempos han cambiado, por lo que también han preparado un completo multijugador que haga las delicias de los aficionados a la competición y los enfrentamientos directos. Poneos un chubasquero y preparad vuestras armas porque uno de los reyes indiscutibles del género de la acción en primera persona vuelve con la intención de no hacer prisioneros.

Parece imposible, pero el protagonista de Doom hace que los personajes hipervitaminados de Gears of War sientan vergüenza ante las barbaridades que presenciaremos en pantalla. La violencia extrema siempre ha sido una de las armas distintivas de Doom e ID Software no ha querido bajar el tono ni una chispa para esta nueva entrega de la franquicia. La cantidad de sangre y desmembramientos que veremos en pantalla promete ser dantesca, por lo que no todos los jugadores tendrán el estómago necesario para disfrutar del título.

Fieles a sus orígenes, los responsables del juego recuperan armas clásicas de la franquicia, como la motosierra o la escopeta de cañones recortados, así como introducen nuevas formas de aniquilación a través de unos movimientos finales (Glory Kill) que podremos realizar tras debilitar al enemigo. Reventarle el cráneo como si fuéramos la Montaña que cabalga o jugar al golf con las piernas de un enemigo serán algunas de las cuestiones que veremos en pantalla.

La campaña de Doom promete seguir los pasos de lo que pudimos jugar en Wolfenstein: The New Order. En aquella propuesta, la aventura para un jugador estaba cuidada hasta el detalle, algo también lógico si atendemos a la ausencia de multijugador en la propuesta. Bethesda, sabedora de que existe una cantidad de usuarios interesados en la campaña del género shooter, quiere ofrecer con Doom todo un recital de acción para un solo jugador.

Por eso han puesto toda la carne en el asador y quieren ofrecer una experiencia que supere las 10 horas de duración, algo poco habitual en este tipo de propuestas. Aunque no habrá mucha carga argumental, Doom tendrá en su vertiente jugable para un jugador el principal atractivo de la obra.

«Hay que moverse constantemente. En Doom hay que correr, saltar, desplazarse en círculos… Si te quedas quieto, mueres», comentaba recientemente Marty Stratton, productor ejecutivo del título. La velocidad, el constante movimiento y el correcto manejo de las armas nos invitan a descubrir un juego veloz, que se aleja de los sistemas de coberturas para apostar de lleno por el de «a pecho descubierto». La munición no será un problema, siempre y cuando no paremos de aniquilar enemigos, que dejarán balas y salud tras ser derrotados.

«Hay que usar la herramienta más adecuada para cada situación. Si solo os quedan 10 cohetes, no hace falta conservarlos. A la porra. ¡Usadlos!», destacaba Stratton. Peter Sokal, diseñador del juego, añade: «El estilo de combate en avance continuo recompensa al jugador por ir a la ofensiva y no arredrarse ante un desafío», añade Sokal. «Si estás bajo de salud, ve a por todas y vuélale la cabeza a un demonio para recuperar una buena parte de salud. ¿Que tienes poca munición? Pues saca la motosierra y parte a un demonio en dos para reponer munición en gran cantidad. Para mí, estos momentos son algunos de los más satisfactorios del juego».

Bases militares, científicas y el mismísimo Infierno serán algunos de los lugares que tendremos ocasión de visitar en Doom. Puede que el guía turístico quiera arrancarnos los intestinos para hacerse un collar, pero es que en esta salvajada todo es posible. Bethesda habla también de un sistema de progresión del personaje sobre el que por el momento no han trascendido datos, por lo que a buen seguro tendremos ocasión de mejorar a nuestro marine espacial para que pueda luchar como es debido contra las incansables bestias del averno que intentan comerse nuestra cara. «Doom es partidas a muerte, una actitud, una expresión», comentaba recientemente el productor sénior Sean Bean. «Es puro rock-n-roll. Es enviar demonios de vuelta al infierno con una escopeta de dos cañones y la cara salpicada de sangre». Muy inocente todo.

Con todo, Doom irá más allá de la campaña para un jugador. La propuesta de ID Software y Bethesda también nos permitirá descubrir un multijugador cargado hasta los topes de adrenalina y de arenas de combate en las que deberemos movernos constantemente si queremos sobrevivir al ataque del resto de jugadores. Aún faltan muchos detalles por concretar sobre la vertiente multijugador del título, aunque algunos usuarios afortunados ya han podido probar esta características del juego a través de sesiones de prueba cerradas. Entre los aspectos más llamativos encontramos el de meternos en la piel de un demonio, lo que sin duda brindará momentos espectaculares y salvajes al online del título.

Por si los diversos modos de juego fueran poco aliciente, ID Software ha creador un potente y sencillo editor de partidas y niveles que nos permitirá vivir infinitas experiencias de juego en cada plataforma. Bautizado como SnapMap, podremos añadir formas de juego predeterminadas o personalizadas y modificar la lógica del juego para crear nuevos modos. Usar los nuestros o los de otros usuarios puede hacer que la experiencia online sea casi infinita.

Doom, resumiendo, va a ser la comidilla de los aficionados a los videojuegos cuando se ponga a la venta el próximo 13 de mayo. El respeto absoluto por los ingredientes más característicos de la franquicia atraerán la atención de los jugadores hardcore y más tradicionales, mientras que la renovación de su aspectos gráfico bien merece llamar la atención de los usuarios más nuevos. Su tremenda violencia explicita le va a reportar comentarios de todo tipo y no nos extrañaría nada verlo en algún que otro informativo para regocijo de los amantes de lo políticamente incorrecto. Su multijugador promete ser el complemento ideal a una campaña que aspira a ser lo más bestia que se ha visto en la acción en primera persona en mucho tiempo. Bethesda e ID Software saben lo que hacen y Doom puede ser uno de los grandes juegos del año.