El condensador de fluzo: Theme Hospital

Una aspirina, doctor. Mi PSX nunca tuvo un dolor de cabeza tan entretenido

Bullfrog Productions Ltd. ya venía creando juegos desde que fuera fundada en 1987 por el aclamado Peter Molyneux, y el primer juego que crearon fue el archiconocido Populous, lanzado en 1989. Tras crear la saga Theme Park, basada en la gestión de parques de atracciones, decidieron ampliar esa oferta de simuladores de gestión económica hacia el terreno de la sanidad. De ese modo nos llega en 1997 Theme Hospital, que fue distribuido por Electronic Arts.

En Theme Hospital vamos a tener que manejar nuestro propio centro de salud con un objetivo muy claro, sanar a los pacientes que nos entren por la puerta, y si eso no es posible… tratar de enviarlos a un hospital de la competencia. Lo que sea con tal de que no sean una mancha en nuestro historial que afecte a nuestra reputación. Enfermedades como la «pelitis», «la cabeza de arenque», «la invisibilitis» o la lengua floja harán que saquemos al buen doctor que llevamos dentro por el bien de nuestros pacientes, que de llegar su hora bien pueden subir al cielo convertidos en angelitos o visitar lugares más cálidos cuando la mismímisima Muerte, con guadaña incorporada, los viene a reclamar.

Todos los detalles están plasmados en nuestro hospital de bolsillo, los pasillos, el mostrador de admisión, las salas de espera, las consultas, los quirófanos… A nivel gráfico el juego cumple a la perfección, con multiples pacientes con la representación de su enfermedad correspondiente, los pasillos con los clásicos azulejos blancos y grisáceos o los accesos ajardinados. Todo con una ambientación en la que el humor apenas nos deja un respiro. Pequeñas cinemáticas que suelen responder a una situación de partida terminada por una mala gestión también ayudaban a dar mayor brillantez a este apartado. Aunque las animaciones de los personajes eran muy reducidas, lo que no tenía precio era ver a los pacientes con «Síndrome de Rey» vestidos a lo Elvis Presley.

La banda sonora era muy pobre, se limitaba tan solo a dos temas, pero los efectos de sonido eran resultones, con las llamadas por megafonía para que doctores, enfermeras, pacientes e incluso bedeles se dirigieran a sus respectivos destinos. Y estaba doblado al castellano, lo que era de agradecer para que el ambiente resultante fuera más de nuestro agrado dentro de la desternillante dosis de medicina irreal que se respiraba en aquellas máquinas de aspecto futurista que se encargaban de tratar a los enfermos.

Pero si algo destacaba en Theme Hospital es su endiablada jugabilidad que lo vuelve en gran medida adictivo. En un principio nuestro hospital permanecerá cerrado mientras construimos lo básico para comenzar. Pasado un mes nos dará la opción de abrirlo o seguir con las tareas de construcción y acondicionamiento. Al cumplir tres meses abrirá sus puertas queramos o no y los pacientes empezarán a entrar a borbotones. Debemos estar pendientes de una gran multitud de factores y gestionar todo a través de menús emergentes que nos llevaran a las distintas pantallas de gestión que tenemos disponibles como Edificio (para construir las dependencias y colocar el mobiliario), Contratar Personal, Investigación, Banco o Política del hospital.

El juego respira diversión por los cuatro costados y no nos deja parar un solo momento. Las primeras fases son más sencillas de completar para irnos haciendo con la mecánica del juego, pero muy pronto nos encontraremos con problemas mayores que nos darán más de uno y de dos dolores de cabeza, pues las circunstancias a controlar se van haciendo cada vez más abundantes y la habilidad que tengamos será fundamental para resolverlas. El nivel de dificultad es elevado precisamente porque habrá cosas que escapen de nuestro control si no nos andamos con mil ojos. La bancarrota por falta de ingresos, por multas o por una gestión poco efectiva no serán además lo único que puede acabar con nuestra partida en Game Over puesto que hay factores incontrolables como la llegada de un terremoto que pueden destruir medio hospital.

Pese a su éxito y aceptación, la saga no contó con una secuela. El estudio que pertenecía ya a Electronic Arts desde antes del lanzamiento del juego, terminó cerrando sus oficinas en 2004 y sus miembros fueron recolocados en la estructura de EA en el Reino Unido. Por lo tanto queda en manos de la distribuidora norteamericana el uso de sus licencias y ni Theme Hospital ni su precursor e inspirador Theme Park, han vuelto a contar entre sus proyectos.