Avance Beyond: Two Souls

Manuel Gimeno · 29 diciembre, 2018
Lo mejor del cine y del videojuego unido para formar una de las últimas obras que ayudarán a cerrar un ciclo de grandes juegos en PlayStation 3

Poca presentación necesita a estas alturas David Cage. El famoso creativo y fundador del afamado estudio Quantic Dream lleva años cosechando una fama que se corresponde de manera directa y proporcional a la calidad de las obras que ha liderado. Toda una forma de hacer las cosas que se ha visto materializada en juegos como Omikron: The Nomad Soul, Farenheit o Heavy Rain, siendo éste último especialmente reconocido por haber desarrollado el concepto lo suficiente como para llegar a un público mucho más amplio.

Qué duda cabe que tras todos esos proyectos hay varios objetivos que se esconden tras la utilización de recursos poco manidos en el sector, y que acaban por revelar la intención de fusionar el séptimo arte con la siempre proclive inmersión mediante la interacción de los videojuegos. Criticado por unos, alabado por otros, este estilo puede considerarse como una seña de identidad de la casa. Un motivo para innovar en una industria poco dada a ello. La herramienta para construir en torno a ella Beyond: Two Souls.

Y es que uno de los objetivos vuelve a ser el de presentarnos una historia completa, una buena cantidad de elementos argumentales que no escatiman recursos a la hora de decirle al jugador que el potencial para contar una historia está mucho más lejos de lo que más de uno ha llegado a alcanzar. En nuestra memoria más reciente está, como hemos dicho antes, Heavy Rain como principal valedor de la fórmula, pues como pilar principal de aquel título no había otra cosa que la estructura bien cimentada de hilos argumentales que atrapaban y cautivaban al jugador durante las horas de juego.

Algo que además se construye echando mano de personajes principales que prestan su forma de ser para conformar una suerte de situaciones de lo más variadas. En este caso, y en contraposición a la historia de un padre que lo quería dar todo para salvar a su hijo, nos encontramos con Jodie Holmes, representada por la nominada al Oscar y reconocida actriz Ellen Page. Aunque no es la única estrella de renombre que acude al reparto de este título, pues Willian Defoe se enfunda la personalidad del científico Nathan Dawkins para dar una visión externa de un conflicto misterioso, extraño y muy atrayente.

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En esta versión previa a la salida del juego programada para dentro de un mes, hemos tenido la oportunidad de pararnos a observar muchos de estos pequeños detalles que venimos comentando. Muchos de los mismos es mejor no desvelarlos, pues contar trazos argumentales de una historia cuya valía bebe directamente de ellos sería destripar una obra hecha para ser descubierta poco a poco. Pero sí podemos adelantar el funcionamiento de mecanismos de interacción, o de la misma estructura ante la cual se despliega todo el espectáculo.

Como ya se conocía de informaciones previas y entrevistas concedidas durante estos meses, Beyond: Two Souls nos habla de la historia de una joven con unas capacidades místicas peculiares. Y es que un misterioso ente denominado Aiden habita o se desplaza a su alrededor, existiendo una conexión extremadamente poderosa capaz de alterar todo aquello que rodea la chica. Los propósitos y los usos que haga del mismo lo dejaremos de lado, como hemos dicho anteriormente. Aunque su interacción supone uno de los aspectos más importantes de la aventura.

Y es que, dejando de lado su manejo que ahora pasaremos a comentar, nos encontramos con una forma de actuar muy similar a Heavy Rain. Si bien es cierto que las secuencias QTE quedan algo más difuminadas en el uso estricto –aunque siguen estando presentes igualmente- el recuerdo de Heavy Rain en todos aquellos que lo llegaron a jugar será más que suficiente para hacernos con el control a los pocos minutos. Tal vez la interacción cambie a un sistema más intuitivo, pues una serie de puntos aparecerán en pantalla cuando algo se preste a ser usado. Una alternativa mucho más natural al mando, pero que en el fondo no difiere tanto de lo visto que en aquel juego también de PlayStation 3.

Sin embargo, y como decíamos, la intervención de Aiden será la que dé al juego la suficiente variedad como para abrir el abanico de posibilidades. Mediante el botón triángulo podremos exponer al espíritu a una exploración más o menos libre por el escenario. O al menos lo suficientemente libre como para que explore por donde queramos –atravesando objetos sólidos incluso- a una distancia relativamente cercana de Jodie. Esta forma de relacionarnos con el entorno abrirá una gran cantidad de acciones que variarán dependiendo de la situación en la que nos encontremos en cada momento.

Por ejemplo, en alguna ocasión necesitaremos realizar esta proyección de espíritu para espiar lo que hace cierta persona, o deberemos mover objetos para interferir en las acciones de los demás. Por otro lado, también será posible poseer a otros seres y poder usarlos en nuestro beneficio, haciendo que se enfrenten a otros y nos protejan. Todo un repertorio de posibilidades que además se van descubriendo por el paso de las misiones, y de las cuales algunas presenciamos en esta primera toma de contacto.

Pero aunque los elementos de interacción se vean enriquecidos con respecto a otras obras, lo cierto es que Beyond: Two Souls goza de un acabado que también refuerza la necesidad de inmersión tan imprescindible cuando se pretende contagiar de interés al usuario final. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que nos encontramos ante los modelados de personajes más exquisitos de toda la actual generación, con unas recreaciones faciales que quitarán el hipo a todo aquel que se aventure a perderse entre los poros, las arrugas o las manchas de la piel de cualquier personaje.

Aunque no acaba ahí el asunto. Con respecto a Heavy Rain nos encontramos con que las animaciones faciales y gestuales han sido mejoradas de forma exponencial, recreando esta vez sí y de manera fiel el comportamiento normal que podrían tener personas en la vida real. Pequeños gestos en la cara, unos ojos que delatan sentimientos e intenciones, movimientos corporales sugerentes… Miles de matices que dan énfasis a una imagen y un doblaje al español -excelente, por cierto- que otorga a Beyond: Two Souls, al menos, los recursos necesarios y suficientes para contar una historia bien ensamblada.

Sin embargo, ese punto de valoración dependerá ya del usuario, que descubrirá la historia poco a poco y de forma un tanto inconexa cuando decida hacerse con el juego. Beyond: Two Souls promete muchas cosas, pero enseña como adelanto otras tantas que satisfacen los ojos de más de uno –los nuestros, por ejemplo-, seduciendo con la virtud de algo diferente, pero con la seguridad palpable de que incluso la experiencia interactiva dispone del trabajo adecuado como para llamar la atención sin perder un ápice de la fuerza argumental total del proyecto.

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