Análisis – SHINOBI: Art of Vengeance

José D. Villalobos · 1 octubre, 2025
Un regreso por todo lo alto.

Tras varios años en el ostracismo, SEGA ha decidido revivir la saga SHINOBI junto a muchas otras que tenían aparcadas y que ya han comenzado a ver la luz en estos últimos tiempos.

En una era dominada y hasta sobrepoblada de metroidvanias como Hollow Knight, Blasphemous o Prince of Persia: The Lost Crown; desde Lizardcube apuntaron por una fórmula de acción que se inspira en los clásicos de la saga, pero modernizando su propuesta para intentar llegar a nuevos fans.

Joe Musashi vuelve con una nueva historia de venganza, redención y valentía; con un juego que abraza sus épocas mozas pero da paso a brillantes tiempos actuales.

Musashi y el arte de la venganza.

La historia de SHINOBI: Art of Vengeance nos sitúa en la aldea natal de Joe Musashi, protagonista del juego. El pueblo del Clan Oboro es atacado violentamente por los lacayos de la organización ENE-CORP, comandada por Ruse.

A pesar del intento desesperado de Musashi por mantener en pie a su aldea; el poderío de ENE-CORP logra devastarla por completo; incluyendo a muchísimos compañeros de su clan.

Con la venganza en el corazón y todas las habilidades de ninja a su servicio, Musashi se embarca en un viaje para acabar con la ENE-CORP y honrar todos los asesinatos de su clan, centrado en acabar con Ruse como objetivo final.

Un combate frenético, adictivo y lleno de variantes.

El juego presenta una experiencia de ritmo alto en la que los desarrolladores dan siempre opciones al jugador para hacer combos y atacar continuamente a cualquier enemigo que se ponga en tu camino.

Musashi cuenta con un set de movimientos basado en combos que se van ampliando a medida que vas avanzando en la historia, comprándolos en la tienda con los puntos de experiencia que obtienes en los escenarios y al derrotar a cada esbirro.

A su vez, el posicionamiento de los enemigos favorece este ritmo alto que hace que la experiencia sea fluida y desafiante a la vez; insertando escollos en el viaje del jugador, pero dotándolo de opciones para resolverlos con agilidad y soltura.

La mezcla de este combate rápido con las plataformas, saltos y habilidades del protagonista hacen que el título enganche al jugador espadazo tras espadazo, sin dar mucho tiempo a pensar antes de tener que enfrentarte a tu próximo enemigo.

Diseño de niveles mixto y con alta rejugabilidad.

Los niveles de SHINOBI: Art of Vengeance se dividen en dos tipos: Los de scroll lateral al más estilo clásico; y otros de mayor envergadura que cuentan con un mapa y que requieren más exploración.

Por lo general, los de scroll lateral están más enfocados en el combate directo; aunque también incluyen sus secretos y zonas a las que no podrás llegar en tu primera partida.

Su contraparte, los escenarios con mapas y exploración, motivan al jugador a llegar a cada rincón para obtener coleccionables, monedas y descubrir todos los secretos del juego.

Sacrificando un poco la acción, por momentos, estos niveles presentan puzzles y situaciones en las que el jugador tendrá que pararse a pensar qué hacer para abrir una puerta bloqueada o para encontrar el camino a seguir.

No obstante, estos puzzles se pueden resolver con agilidad y no requieren demasiados minutos de exploración o escollos complicados.

El juego, en su dificultad normal, no aspira a ser difícil ni ser un gran desafío para los jugadores expertos del género. Por ello, estos puzles suelen ser un desafío mental y de tener cierto orden al explorar para abarcar todos los rincones del mapa.

Por supuesto, cada escenario tendrá tipos de enemigos únicos que van incrementando su set de movimientos y dificultad a lo largo de la aventura.

Una gran virtud de este juego es que no se siente repetitivo y siempre logra traer elementos frescos al gameplay para seguir enganchando al jugador; ya sea con una nueva habilidad, un nuevo enemigo o un entorno completamente distinto al anterior.

Además, a la hora de rejugar los niveles, ubica puntos de viajes rápidos que facilitan la exploración por segunda vez y te permiten ir al grano por ese objeto que vas a recoger o ese camino que aún no has explorado.

Como añadido, los desarrolladores han incluido una especie de desafíos de la Parca, que se presentan como niveles de plataforma de elevada dificultad en comparación a los niveles principales del juego.

A modo de Path of Pain, estos niveles son el desafío ideal para los jugadores que buscan una experiencia más exigente y que les haga liberar su máximo potencial en el combate y en los saltos.

Habilidades desbloqueables que dan más posibilidades.

A lo largo de la aventura, Joe Musashi será capaz de añadir nuevas habilidades y movimientos a su arsenal; desde el típico doble salto, pasando por una técnica para engancharse de anillos, hasta otra que le permite romper el suelo y algunos bloqueos.

Estas habilidades están puestas en la progresión para abrir siempre nuevas posibilidades al jugador en el escenario actual y en sus niveles anteriores. Aunque el juego no te obliga a retroceder, sí que es necesario para completar el 100% y descubrir todos los secretos.

Además, estas habilidades también pueden aplicarse en el combate; lo que amplía tus posibilidades para enfrentar enemigos, sobre todo dando mayor movimiento en el aire y facilidades para esquivar.

Por otro lado, Musashi también cuenta en su arsenal con los kunais. El jugador podrá lanzar kunais a sus enemigos como principal recurso a distancia, con la posibilidad de ampliar la cantidad almacenable a lo largo de la aventura.

A su vez, los combos también pueden complementarse con habilidades que gastan la barra de energía del protagonista. Existe una buena cantidad de combinaciones que pueden aprovecharse en distintas situaciones.

Finalmente, el jugador también tiene ataques o habilidades definitivas que aprovechar en el combate; estos son más difíciles de cargar y, con suerte, podrás usarlo solamente una vez en la batalla contra un jefe; así que deberás administrarlos correctamente.

Jefes finales espectaculares y dinámicos.

Al final de la gran mayoría de escenarios, Musashi deberá derrotar a los aliados de la ENE-CORP. Los jefes cuentan con diseños artísticos sublimes que le dan una identidad propia a cada uno, reforzadas con sus habilidades únicas y sus movimientos.

Ningún gran jefe se parece al anterior y contará con patrones propios que desafiarán los reflejos del jugador; con la intención de descolocar al jugador y hacerle variar sus combos o estrategias.

Además, aunque no es un juego en el que se pondere demasiado a la historia, los jefes cuentan con un background suficiente como para entender la intensidad de cada batalla y la importancia narrativa de la victoria de Musashi ante cada uno de estos enemigos.

El escenario final, sin entrar en spoilers, sabe llegar al punto más álgido de una trama que, a pesar de su simpleza, logra conectar con el jugador gracias a sus personajes, momentos y storytelling.

Una propuesta visual sublime y un sonido que acompaña.

La dirección artística de SHINOBI: Art of Vengeance ha sido un total acierto de Lizardcube. Cada escenario tiene su atmósfera única y la paleta de colores nos hace sentir en todo momento que estamos viviendo una épica historia de ninjas.

El nivel de detalle de cada escenario es altísimo, haciendo que cada entorno se sienta vivo y ‘real’ dentro de su propia ficción. Mención especial a NEO City que incluye referencias a consolas de SEGA y es un auténtico espectáculo visual al estilo cyberpunk.

A su vez, el juego también cuenta con pantallas y capturas que nos cuentan la historia y gozan de un alto nivel de detalle.

Sobre la banda sonora, es quizás el punto más bajo del título que, sin llegar a desentonar, tampoco nos deja con melodías demasiado reconocibles.

Eso sí, los efectos de sonido y la ambientación de los escenarios ha sido orquestada minuciosamente para insertarnos dentro del universo del juego.

Regreso soñado e imprescindible para los amantes de la acción.

La saga SHINOBI ha regresado por todo lo alto con una fórmula renovada que apuesta por la acción, los combos y el frenetismo como su baza principal.

El diseño de niveles ha acertado con sus variantes laterales y de exploración, añadiendo un dinamismo excepcional a la aventura que, combinado con sus plataformas y su dificultad, desafían al jugador a mejorar minuto a minuto.

Con esta entrega, Lizardcube y SEGA nos dejan claro que, aunque la venganza se sirve en plato frío, a veces también puede saber muy bien.

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