Análisis – Monster Hunter Wilds

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La evolución de la cacería en tierras prohibidas.
Por José D. Villalobos 31 marzo, 2025

La saga Monster Hunter ha crecido exponencialmente en popularidad en la última década. Lo que comenzó como una franquicia de nicho en PlayStation 2, hoy es una de las principales apuestas de Capcom. Con Monster Hunter World, la serie adoptó un enfoque de mundo abierto, mientras que Monster Hunter Stories 2 aportó una mayor profundidad narrativa.

Ahora, llega Monster Hunter Wilds, que combina ambos elementos, ofreciendo una experiencia que podría ser la más ambiciosa y completa de la franquicia. Tras horas de exploración y caza, aquí están las impresiones que nos dejó esta nueva entrega.

Una cacería sin límites con nuevas mecánicas y desafíos.

La franquicia siempre ha sido conocida por su desafiante curva de aprendizaje, y aunque Wilds mantiene esta filosofía, introduce mejoras significativas para facilitar el acceso a nuevos jugadores.

Aunque los tutoriales de armas aún tienen margen de mejora, la historia está estructurada de manera que los cazadores puedan asimilar las mecánicas de forma natural.

El juego nos sitúa en las Tierras Prohibidas, un territorio inexplorado y habitado por temibles criaturas. El protagonista es parte de la Unidad Avis, un grupo de cazadores asignados para investigar la región y encontrar a los Guardianes, una tribu que se creía extinta.

La narrativa es más fluida y compacta que en entregas anteriores, logrando un buen equilibrio entre acción y desarrollo argumental, con una duración aproximada de entre 15 – 25 horas para la campaña principal.

El ciclo de juego sigue siendo el clásico de la saga: cazar monstruos, recolectar materiales y mejorar el equipamiento para enfrentar desafíos cada vez mayores. Sin embargo, las 14 clases de armas han sido refinadas, y ahora es posible llevar dos al mismo tiempo, lo que brinda mayor flexibilidad en combate.

Por otro lado, el sistema de heridas ha sido mejorado, permitiendo apuntar a zonas vulnerables de los monstruos y desencadenar ataques especiales al aprovechar dichas debilidades.

No obstante, estas mecánicas también pueden hacer que el juego sea más accesible y, por ende, menos desafiante para veteranos.

Otro elemento clave es la movilidad. El Seikret, una criatura que combina elementos de dinosaurio y ave, sustituye a los Palamutes de Monster Hunter Rise y mejora la exploración.

Se puede invocar en cualquier momento, incluso tras ser derribado, facilitando la recuperación rápida. Además, permite utilizar objetos mientras se está montado, lo que reduce el tiempo de inactividad entre combates.

En cuanto al multijugador, si bien se han implementado mejoras, la experiencia sigue siendo innecesariamente compleja. Aunque las bengalas SOS permiten pedir ayuda en cualquier momento y los NPC pueden respaldar al jugador mientras espera refuerzos, la configuración de partidas en grupo sigue siendo poco intuitiva.

Un mundo vivo, repleto de belleza y detalles en cada rincón.

Visualmente, Monster Hunter Wilds luce espectacular, la atención al detalle en el diseño de criaturas y entornos es una de las mejores de la serie, donde los monstruos se sienten más vivos que nunca, con animaciones increíblemente detalladas que reflejan su comportamiento y ecología.

Podremos observar interacciones de aves limpiando insectos de la piel de grandes bestias, así como también los movimientos nerviosos de las criaturas arácnidas, es así que, el conjunto de todo esto presenta una inmersión absoluta.

Por otro lado, el sistema de personalización en Monster Hunter Wilds ofrece una gran variedad de opciones para que los jugadores diseñen a su cazador y a su fiel compañero Felyne.

Desde la creación inicial, es posible ajustar detalles faciales, peinados, complexión e incluso cicatrices, permitiendo una amplia diversidad de apariencias, gracias a esta gran variedad de personalización también se puede lograr crear reconocidos personajes de otras franquicias o series con gran similitud.

Asimismo, el juego introduce un sistema de tintes más flexible para la armadura y las armas, lo que da mayor libertad a la hora de personalizar el equipo.

De igual manera, a lo largo de la aventura, se podrán desbloquear nuevas opciones cosméticas, como peinados, pinturas faciales y atuendos especiales, lo que fomenta la identidad y la creatividad dentro del mundo de Monster Hunter.

El rugido de la cacería: Música y ambientación inmersiva.

La banda sonora sigue la línea de la saga, con composiciones orquestales que refuerzan la intensidad de las cacerías, donde cada monstruo tiene su propio tema musical, lo que añade personalidad a los enfrentamientos.

Los efectos de sonido también destacan, desde los rugidos de las bestias hasta el choque del acero contra sus escamas.

El diseño sonoro ambiental también merece una mención especial, puesto que, la fauna reacciona al entorno, y los cambios climáticos influyen en la atmósfera general del juego. Sin lugar a dudas, escuchar el aullido del viento en un desierto o el crujir de la nieve bajo los pies contribuye a la inmersión del jugador.

Una evolución bien lograda.

Uno de los mayores atractivos de Monster Hunter Wilds es su capacidad para motivar a los jugadores a seguir cazando, experimentando y optimizando su equipo.

En esta nueva entrega, la sensación de progreso está bien equilibrada gracias a un sistema de recompensas que incentiva tanto la exploración como la estrategia en combate, ya que cada cacería completada genera una auténtica sensación de logro, ya sea al conseguir materiales poco comunes, acceder a nuevas habilidades o identificar patrones en el comportamiento de los monstruos.

Además, el nuevo sistema de personalización y mejoras de equipo ofrece más variedad en la construcción de sets, lo que permite adaptar el estilo de juego a cada situación. El juego también logra que la repetición no se sienta monótona, gracias a la diversidad de entornos, eventos dinámicos y el desafío constante que ofrecen los monstruos más peligrosos.

En este sentido, Monster Hunter Wilds mantiene esa esencia adictiva de la saga, donde siempre hay un objetivo más que alcanzar, un arma por perfeccionar o una criatura más fuerte por cazar.

En conclusión, Monster Hunter Wilds no solo expande las mecánicas clásicas de la saga, sino que también refina la experiencia de cacería con un mundo más dinámico y accesible.

Sus mejoras en movilidad, personalización y combate ofrecen una jugabilidad más fluida, sin perder la esencia estratégica que caracteriza a la franquicia.

Aunque aún hay margen para optimizar el multijugador y equilibrar la dificultad para los veteranos, el juego logra un equilibrio sólido entre innovación y tradición. Por lo cual, sin lugar a dudas se consolida como una de las entregas más ambiciosas de la serie, asegurando incontables horas de caza y exploración.

Es así que, tanto los veteranos como los nuevos jugadores encontrarán en Wilds una aventura de caza emocionante y llena de posibilidades.

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Jugabilidad: 9
Gráficos: 8.8
Sonido: 8.8
Satisfacción: 9

Análisis

Monster Hunter Wilds no solo expande las mecánicas clásicas de la saga, sino que también refina la experiencia de cacería con un mundo más dinámico y accesible, sin perder la esencia estratégica que caracteriza a la franquicia.

  • Mundo abierto dinámico y accesible
  • Sistema de personalización y mejoras refinado
  • Equilibrio sólido entre innovación y tradición
  • Sistema de tintes más flexible para personalizar el equipo
  • Animaciones detalladas que aumentan la inmersión
  • Apartado multijugador innecesariamente complejo
  • Puede ser demasiado fácil en dificultad para los veteranos