Análisis – Metal Gear Solid Delta: Snake Eater
Cada vez que se hablaba de los mejores videojuegos de PlayStation 2, uno de los nombres fijos de cada top era sin duda Metal Gear Solid 3. La saga Metal Gear Solid fue creada por el genio nipón Hideo Kojima que ya se consagró en la primera consola PlayStation, revolucionando la forma de contar una historia y su mezcla de gameplay de acción/sigilo y cinemáticas inspiradas por el cine de acción y espionaje de los 90, siendo uno de los juegos más queridos de la plataforma.
Poco después del lanzamiento de PS2, Hideo Kojima repetía con una apuesta arriesgada y con bastante polémica por manipular tráileres y gameplays para esconder el protagonismo de Raiden como personaje jugable. Con una historia muy valiente y confusa que anticipaba cosas como la evolución de la inteligencia artificial, la manipulación y fake news entre muchas cosas tan presentes hoy día, que tras su discutido lanzamiento ha ido convirtiéndolo en una obra de culto.
En 2004 y con la saga ya asentada como una de las grandes del género, Hideo Kojima nos trajo Metal Gear Solid 3, que en lugar de continuar la trama de Solid Snake, nos llevará 50 años atrás, a los años 60, en plena guerra fría y contarnos el origen de Big Boss, el que fuera antagonista en los bastante desconocidos Metal Gear 1 y 2 de MSX previos a los eventos del Metal Gear Solid original.

La leyenda de PlayStation 2.
Metal Gear Solid 3 supuso una revolución en el mundo de los videojuegos, perfeccionando la fórmula de los dos juegos anteriores con un control más preciso, en especial en la revisión Subsistence lanzada un año después. Dejando atrás la confusión y complejidad de la trama de Metal Gear Solid 2, en este juego ofreció una trama tan bien desarrollada y llena de personajes carismáticos como siempre, pero buscando que todo el público pueda disfrutarlo, aprovechando para inspirarse en las novelas y películas de James Bond 007. Además, a diferencia de los juegos anteriores, no requerían de jugar a otros juegos de la saga para poder disfrutar de toda la trama, ya que era una precuela que iniciaba todo, y aunque hay referencias claras a MGS1 y 2, no eran algo relevante para poder disfrutarlo, como si ocurría con los dos anteriores, por lo que fue una gran puerta de entrada para los jugadores.
Todo empieza cuando un joven Snake (no confundir con Solid Snake) fue enviado a Groznyj Grad, una base militar secreta escondida en tierra soviética donde se está construyendo un vehículo capaz de lanzar bombas nucleares de forma móvil, creada por el científico Nikoai Sokolov, el cual será el objetivo a rescatar en la misión. Como era de esperar, no todo saldrá bien y la trama se irá enrevesando y complicando según avancemos, llevando a Snake a una misión de supervivencia por la selva. El resto es mejor descubrirlo por uno mismo si es nuestra primera vez jugando a este juego, pero se trata de una de las historias mejor escritas del medio, y aun a día de hoy puede maravillar a nuevos usuarios.
Para muchos, aún con varias entregas principales posteriores en el mercado, Metal Gear Solid 3 sigue siendo el mejor juego de la saga, contando con una gran cantidad de fans fieles que lo recuerdan con cariño y lo rejuegan con frecuencia, y es por esto que se entiende que de cara a revivir la saga y traerla a nuevos jugadores haya sido este juego el elegido para hacer un remake.
Con Hideo Kojima ya fuera de la saga desde hace 10 años, la presión de hacer un remake que actualice el juego y a su vez mantenga todo el encanto original era un reto que tuvieron que intentar abordar con cuidado, tocar poco puede decepcionar a los nuevos jugadores, pero tocar mucho puede hacer perder la esencia e incluso alterar la estructura del juego. ¿Que podremos encontrar en este remake? Conociendo ya lo que ofrece el juego original, toca saber que aportará esta nueva revisión Delta.

Una selva más real que nunca.
El primer cambio que notaremos en Delta será visual, ya que es el principal cambio tanto en el diseño de la selva y bases militares, como en el rediseño de las caras de los personajes, buscando ser más realistas e incluso en algunos casos como Revolver Ocelot, resultar más creíble como una versión joven del personaje que ya conocimos en MGS1 y 2. Y es que al menos en el diseño de personajes, ya a gusto de cada uno, pienso que se ha logrado un excelente trabajo y todos los personajes lucen mejor que nunca, y aunque no contemos con el realismo extremo que vimos en otras obras recientes, sí está a la altura de lo que alguien espera ver en un juego promedio de esta generación y más sabiendo que se trata de actualizar caras de hace 20 años y no de motion capture de actores reales.
Las escenas lucen espectaculares, ya sean escenas de diálogos tranquilos o escenas movidas de acción, todo luce espectacular gracias a la iluminación del Unreal Engine 5, motor conocido por su sobresaliente iluminación, algo que enriquecerá las escenas cinemáticas logrando planos espectaculares en especial al atardecer o con la iluminación solar que se cuela entre los huecos de cuevas y arboledas. También en movimiento tendremos situaciones donde lucirá bastante bien, en momentos con explosiones y fuego. Todo ello recreado sobre la base original del juego. Cada plano, cada área, será todo igual al juego original, pero con ese aumento gráfico y detallado actualizado.

Aun así y como ya es habitual con Unreal Engine 5, los problemas no se hacen esperar. El juego sufre problemas de resolución, cayendo a veces a 720p en una PS5 normal, además de tener picos de y caídas de fps en modo Rendimiento, costándole alcanzar los 60fps fluidos, tanto en PS5 como en PS5 Pro, pero agravado más en PS5 Pro al no contar con opción de rendimiento o calidad, unificando ambos. Esto en situaciones de sigilo se disimula mejor, pero en tiroteos, explosiones y alguna persecución se puede hacer evidente, además del leve popping que se genera siempre cuando hay cambios de cámara.
Es algo que seguramente vaya mejorando según se lancen parches de optimización, pero que de momento afea un poco la experiencia.
Para el gusto de los jugadores clásicos, existe una opción gráfica donde podremos jugar con cámaras semifijas y el filtro verde clásico, además de configurar la interfaz tanto para el estilo actual como para el clásico. Será lo más parecido a tener la experiencia original tanto en controles, cámara y jugabilidad general, pero actualizado, siendo aun la mejor forma de jugarlo al estar adaptado el diseño original de las fases a esta forma de jugar.

Jugabilidad adaptada pero conservadora.
En lo jugable contaremos con un modo clásico para tener la experiencia lo más parecido al original, además de en lo gráfico en lo jugable, añadiendo el agachado, pero con apuntados en primera persona fijos, movimiento lento agachado y arrastrado, el control clásico con disparo y CQC en botones distintos.
El fan clásico, en este sentido, estará bien servido con la experiencia original adaptada a gráficos actuales, con todo tal y como lo recuerda. El mejor añadido que tenemos son los accesos rápidos a Codec y camuflaje, que tanto en este modo como en el de jugabilidad moderna, tendremos acceso rápido para cambiar de camuflaje o llamar a nuestros aliados ahorrando preciosos segundos en abrir menús con solo pulsar la cruceta del mando.
Por otro lado, tendremos el modo de jugabilidad moderna, que es donde encontraremos los cambios más significativos en el tema jugable. La cámara a la espalda no es algo nuevo, ya que la versión Subsistence de PS2 y las versiones HD de PS3 lo incluían, además de la reciente Master Collection Vol.1. En este caso la novedad principal es el apuntado en movimiento, siendo fácil activar un modo en 1ª persona o 3ª persona que nos permite apuntar mientras nos movemos, facilitando las situaciones de acción directa, en especial contra jefes finales
Desgraciadamente añadir una mecánica como esta manteniendo el diseño original del juego, hace que la IA enemiga no se adapte a la situación y les cueste dispararnos estando en movimiento, o haya algún jefe final que derrotaremos con gran facilidad ya que aunque se mueva mucho, nosotros podremos movernos de forma más precisa y acertarles siempre, rompiendo el diseño original.

Por contra, algunas animaciones torpes e imprecisas no se han mejorado, resultando con el mismo combate cuerpo a cuerpo de siempre, con sus golpes toscos y rectos con poco alcance, las animaciones de caer al agua con ese bloqueo de movimiento durante un par de segundos, la lentitud para levantar enemigos para recoger objetos y algunas animaciones que se siguen sintiendo muy de su época, creando esa combinación extraña entre gunplay moderno y control clásico que a veces puede llevar a frustraciones, en especial a quien se introduzca en la saga o juegue por primera vez tras probar otros juegos de la saga más recientes.
Otro aspecto negativo que da lugar a una oportunidad perdida es el continuo cambio de fase mediante pantallas negras de carga, y aunque en este caso sean cargas de un par de segundos, si se siente que se podía haber aprovechado que PS5 no tiene las limitaciones que tuvo PS2 en su día y unificar varias zonas en una de forma más dinámica. Son mejoras pequeñas que mantendrían el encanto del juego clásico sin sentir que realmente estamos jugando lo mismo que en 2004 pero más bonito.

Apartado sonoro y extras jugables.
En lo sonoro encontramos las mismas interpretaciones originales con voces en inglés y la posibilidad de seleccionar el doblaje japonés, además de las melodías y efectos de sonido de siempre, lo cual ya era excelente en su día y ha envejecido muy bien, sintiendo acertado el mantener todo igual en este aspecto, y aunque la introducción se ha regrabado y rediseñado, el juego contará con ambas introducciones y representaciones del mítico tema Snake Eater, pudiendo escuchar ambas versiones durante el juego.
En cuanto a los extras, se hace raro contar como punto positivo el que sea igual al original, pero en este caso el juego cuenta con tantos añadidos extra que era inevitable temer que se eliminara alguno, y más considerando que algunos de estos extras involucraban otras licencias como Ape Escape o un minijuego desarrollado por Platinum Games. Y afortunadamente todo esto estará en el juego, siendo completamente fiel al contenido original, incluso su modo online, aunque no estará de salida, se añadirá más adelante.
El minijuego Snake contra simios regresa, con nuevos diálogos y referencias extra a otra IP de PlayStation que no revelaremos. El Teatro de demostración, muy demandado por la comunidad, también está para que revisionemos las escenas que queramos del juego original, además de un Teatro secreto que nos animará a rejugar el juego para encontrar escenas secretas inéditas. Además tendremos el regreso de Guy Savage, minijuego secreto que fue eliminado de las versiones HD y de Nintendo 3DS, confirmando el mimo extremo que se ha dado a este Delta para traernos todo lo bueno de todas sus versiones clásicas y no dejar nada sin recuperar.

Un juego que queda a medio camino entre el original y un remake.
Metal Gear Solid Delta no es un remake hecho desde cero que rediseña por completo las fases de juego y adapta enteramente la jugabilidad como si pudo ser el anterior Remake de la otra saga mítica de Konami, Silent Hill 2. En este caso, quizá por respetar al máximo la obra original de Hideo Kojima, se ha optado por cambiar lo justo y necesario para que el juego se sienta tan fiel al original como sea posible, y a su vez añadir cosas para que nuevos jugadores también lo puedan disfrutar. Aunque en ese proceso nos quedamos un poco a medias ya que los cambios añadidos pueden llevar a «romper» cosas diseñadas al dedillo para ser de una forma, como es enemigos que nos ven y disparan quietos contra un Snake que se puede mover mientras apunta, además de contar con un apuntado tan ágil que puede hacer que ciertos combates contra jefes sean más fáciles de lo que deberían. Algo que con un remake completo con rediseño de IAs y áreas hubiera funcionado en este modo de juego moderno, pero no en el clásico.
Todo cambio o añadido parece enfocado a contentar al fan clásico por encima de atraer a nuevos jugadores o llevar la saga al año 2025, siendo quizá el fan que ya se ha pasado el juego más de 5 veces quien disfrute este cambio gráfico, teniendo además las opciones de controles y cámara clásicos para volver a tener la experiencia de siempre, ahora con mejores gráficos y diseños. El jugador que entre nuevo a la saga por contra no tendrá una experiencia jugable siquiera comparable a Metal Gear Solid 5, el cual ya tiene más de 10 años, por lo que es complicado que disfrute igual del juego más allá del apartado visual y se pueda llegar a frustrar con las animaciones de la época.
En conclusión, estamos ante la obra maestra de siempre, con todas sus virtudes y sus pocos defectos de su día, pero sin una mejora de esos defectos para que se sienta un juego actual plenamente. Lo disfrutaremos porque su historia, diálogos, cinemáticas y diseño de nivel sigue siendo sobresaliente a día de hoy, pero como remake o revisión no aporta demasiado que no hayamos visto ya en otras versiones o revisiones del juego, más allá de que en este caso contamos con todos los extras que se recortaron del Remake de Nintendo 3DS o versiones HD de PS3 y PS4. Si eres un jugador nuevo es posible que lo disfrutes mucho si vas con la idea de «aguantar» animaciones de combate y sigilo que no han envejecido tan bien.