Análisis – Kingdom Come Deliverance 2

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Un viaje inmersivo al corazón del medievo.
Por José D. Villalobos 17 febrero, 2025

Finalmente ha llegado Kingdom Come: Deliverance 2, una obra con la cual el estudio checo Warhorse Studios consolida su posición entre los grandes del rol occidental, ofreciendo una experiencia inmersiva y meticulosamente elaborada.

Esta secuela refuerza su identidad con una recreación histórica obsesiva y mecánicas de juego implacables, demostrando que su ambición no tiene límites, situándose como una de las propuestas más absorbentes de los últimos años.

Esta nueva entrega continúa la historia de Henry de Skalice tras los acontecimientos del primer juego. Ahora, convertido en escudero del joven y extravagante Hans Capon, Henry se encuentra en una posición de mayor responsabilidad, pero también enfrenta nuevos desafíos en un mundo que sigue siendo despiadado y exigente.

La guerra civil en Bohemia sigue su curso, y la lucha por el poder entre el rey Segismundo y sus opositores se intensifica, arrastrando a Henry a un conflicto aún más grande del que jamás imaginó.

El juego tiene un inicio bastante intenso, que resulta con Henry malherido, obligándolo a recuperar sus fuerzas y habilidades desde el principio.

Aunque ya no es el inexperto hijo de un herrero que conocimos en el primer título, este revés lo pone en una situación de vulnerabilidad, recordándole que en este mundo medieval la supervivencia es una lucha constante.

Sin embargo, su aprendizaje previo no ha sido en vano, y su determinación por descubrir la verdad sobre su pasado y vengar la muerte de sus padres sigue siendo su mayor motor.

Una simulación medieval sin concesiones.

Si hay algo que distingue a Kingdom Come: Deliverance 2 de otros RPGs medievales, es su implacable compromiso con el realismo. Warhorse Studios no busca ofrecer una experiencia accesible para todos, sino una simulación lo más auténtica posible de la vida en la Bohemia de 1403.

En este mundo, la fantasía queda relegada a mitos y supersticiones de la época, mientras que la crudeza del día a día se convierte en el principal desafío para el jugador.

Desde el primer momento, el juego deja claro que la comodidad no es una opción. Henry de Skalice, nuestro protagonista, comienza en una situación precaria, sin dinero, sin armas decentes y sin un caballo que facilite los viajes, generando una sensación de vulnerabilidad absoluta, donde las primeras horas de juego pueden incluso resultar abrumadoras para los jugadores menos experimentados, por esta razón, la necesidad de buscar recursos, mejorar habilidades y encontrar aliados se vuelve esencial, forzando a los jugadores a adaptarse rápidamente a las duras condiciones de la época.

Por otro lado, el título carece de opciones de dificultad, lo que significa que todos los jugadores se enfrentarán al mismo nivel de exigencia, por lo cual cada acción debe ser considerada con detenimiento, desde la necesidad de alimentarse hasta la importancia de mantener la ropa limpia para generar una buena impresión en los NPCs.

Kingdom Come: Deliverance 2 nos sumerge en una rutina donde la estrategia y la planificación son esenciales para sobrevivir, porque incluso enfrentarse a un único enemigo durante las primeras horas de juego puede resultar letal, y ni hablar de las peleas contra múltiples adversarios, las cuales suelen terminar en derrota si no se cuenta con la preparación adecuada.

Un sistema de combate exigente y gratificante.

El combate es una de las mecánicas más desafiantes del juego, alejándose de los sistemas simplificados de otros RPGs e inspirado en técnicas reales de esgrima medieval, se basa en ataques direccionales, permitiendo golpear desde distintos ángulos para superar las defensas del enemigo.

Además, el bloqueo y el contraataque son fundamentales para sobrevivir en combate. Por ejemplo, en lugar de presionar un simple botón para bloquear, el jugador debe reaccionar correctamente al momento del impacto, alineando la dirección del bloqueo con la del ataque enemigo para reducir el daño o desviar la ofensiva por completo.

Si se ejecuta en el momento justo, se puede realizar una contraofensiva rápida que deje al oponente vulnerable, esto hace que las peleas sean algo más tácticas, lo cual nos obliga a estudiar los movimientos del enemigo y responder con precisión en lugar de atacar impulsivamente.

Las habilidades de combate deben aprenderse de maestros distribuidos por el mundo, quienes enseñan desde técnicas básicas hasta complejas combinaciones de movimientos, no basta con presionar botones al azar o atacar desde cualquier dirección; aquí, la paciencia y la práctica son clave.

En cuanto a las armas y armaduras, han sido recreadas con un nivel de detalle sensacional, afectando la movilidad y la resistencia del personaje, es así que, vestir una armadura pesada protege mejor, pero también ralentiza los movimientos y agota más rápidamente a Henry.

Sistema de viaje rápido y gestión del inventario.

Como es de esperarse, una de las dinámicas más importantes en Kingdom Come: Deliverance 2 es la exploración, es por ello que el sistema de viaje rápido ha sido mejorado con respecto al primer juego.

Aunque sigue sin ser instantáneo como puede suceder en otros videojuegos del género, debido a que el juego mantiene su enfoque en la inmersión, lo que significa que los viajes rápidos pueden verse interrumpidos por eventos aleatorios, como emboscadas de bandidos, encuentros con comerciantes o incluso situaciones inesperadas como animales salvajes cruzándose en el camino.

Sin embargo, la frecuencia de estos eventos se siente equilibrada de manera eficiente, evitando que el viaje rápido se convierta en una fuente constante de interrupciones frustrantes.

Por otro lado, las monturas desempeñan un papel más importante, ya que ahora se añade una mayor personalización con distintos tipos de equipamiento para protegerlas en combate o aumentar su propia capacidad de inventario.

Adicionalmente, la gestión del inventario ha sido rediseñada para ser más intuitiva y funcional. Si bien el peso sigue siendo un factor clave que limita lo que puedes llevar, la organización de los objetos es más clara, con una mejor categorización y opciones de filtrado.

También se ha mejorado la forma en que la ropa y la armadura afectan el rendimiento de Henry, con un sistema más detallado que muestra el desgaste de cada pieza y su impacto en la movilidad y la resistencia.

Un cambio notable es la optimización del acceso a los objetos esenciales. Ahora es más fácil acceder rápidamente a pociones, armas secundarias o herramientas sin tener que navegar por múltiples menús, resultando especialmente útil en combate, donde la rapidez en la gestión del equipo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Un mundo vivo con reglas estrictas.

La sociedad de Kingdom Come: Deliverance 2 funciona con una lógica rigurosa, los NPCs tienen rutinas diarias, trabajan, descansan y reaccionan a las acciones del jugador con gran coherencia.

Cometer crímenes puede llevar a ser arrestado, mientras que descuidar la higiene o vestirse de manera inapropiada influye en la percepción que los demás tienen de Henry. Por ejemplo, descuidar nuestra higiene podría jugarnos en contra, especialmente en situaciones de sigilo, ya que los enemigos podrán ubicarnos con mayor facilidad por nuestro fuerte olor.

Por otro lado, el sistema de reputación está especialmente detallado, adaptándose a cada región y grupo social, mientras que algunos personajes pueden ver con buenos ojos a un bandido carismático, los nobles y guardias no dudarán en tomar medidas contra un personaje con mala fama.

Del mismo modo, las elecciones en los diálogos y las acciones realizadas a lo largo del juego tienen un impacto real y duradero en la historia, y en la forma en que los NPCs interactúan con nuestro protagonista.

A diferencia de otros títulos que presentan objetivos con soluciones lineales, Kingdom Come: Deliverance 2 ofrece múltiples caminos para resolver cada situación, debido que permite optar por la violencia, la diplomacia o la astucia, dependiendo de las habilidades y recursos del jugador.

Las mecánicas de sigilo están sorprendentemente bien desarrolladas, permitiendo que los jugadores eviten combates innecesarios mediante el uso del entorno y estrategias inteligentes.

Desde infiltrarse en castillos enemigos hasta robar documentos cruciales sin ser detectado, las posibilidades son abundantes y satisfactorias para aquellos que prefieren un enfoque más estratégico y calmado.

Un sistema de progresión realista.

A diferencia de otros RPGs en los que usualmente se suben niveles automáticamente al ganar experiencia, aquí las habilidades mejoran a través del uso constante.

Si Henry pelea con espadas, su destreza con ellas aumentará gradualmente; si pasa tiempo negociando, su habilidad de persuasión mejorará, este tipo de evolución refuerza la inmersión y fomenta la especialización, lo cual nos permitirá adaptarnos a nuestro propio estilo de juego.

Guardado y gestión del tiempo.

El sistema de guardado sigue siendo restrictivo, algo que ya caracterizaba a su predecesor. Principalmente solo se puede guardar al dormir en una cama propia o al beber la icónica «Schnapps redentor», lo que añade una capa de tensión a cada decisión.

No obstante, también se puede guardar la partida seleccionando la opción de “Guardar y Salir” al pausar el juego. Aún así, este diseño obliga a los jugadores a planificar bien sus acciones y a asumir las consecuencias de sus errores, haciendo que cada partida se sienta más significativa.

Un mundo medieval que deslumbra.

A nivel gráfico, Kingdom Come: Deliverance 2 supera a su predecesor con un nivel de detalle impresionante. Desde los vastos campos de Bohemia hasta las bulliciosas ciudades, el mundo se siente vivo y auténtico gracias a la iluminación natural, los cambios climáticos y las animaciones mejoradas que sumergen al jugador en una época medieval con una fidelidad casi fotográfica.

Las aldeas y ciudades han sido recreadas con una precisión histórica deslumbrante, donde destacan por su arquitectura muy bien definida, calles empedradas y mercados llenos de actividad, presentan materiales y estructuras propias de la época, lo que permite al jugador sentirse verdaderamente dentro del siglo XV.

El modelado de personajes también ha recibido mejoras significativas en comparación con su predecesor, las texturas de la piel, los cabellos y la ropa presentan un nivel de detalle muy elaborado, con pliegues y arrugas que reflejan el desgaste del tiempo.

Las armaduras, por su parte, están diseñadas con una fidelidad admirable, mostrando rasguños, abolladuras y reflejos metálicos que también pueden cambiar según la iluminación del entorno.

Las animaciones han sido refinadas considerablemente, lo que se nota especialmente en el combate, donde los movimientos de esgrima con cada tipo de arma se sienten más fluidos y realistas, con transiciones suaves entre ataques y bloqueos, cada golpe impacta con un peso convincente, y los efectos de sangre y suciedad en la ropa añaden un toque de crudeza a las batallas. También se han mejorado las expresiones faciales, permitiendo que los NPCs transmitan emociones de manera más natural durante las conversaciones.

A pesar del impresionante nivel de detalle técnico que puede parecer muy exigente, Kingdom Come: Deliverance 2 ha sido optimizado adecuadamente para ofrecer un rendimiento estable.

El estudio ha trabajado en mejorar la fluidez en esta secuela, reduciendo los tiempos de carga y optimizando la gestión de recursos para evitar caídas abruptas de FPS.

Aunque tampoco llega a salvarse del todo de ciertos crasheos aleatorios, específicamente al explorar el inventario, lo cual puede generar una experiencia negativa a nuestra sesión de juego, en especial si nuestro último guardado se realizó hace varios minutos.

A causa de este fallo, personalmente he llegado a perder varios minutos de juego mientras exploraba el mapa, ya que recordemos que el juego solo se guarda al completar alguna misión, al dormir o al beber nuestro famoso aguardiente. Así que tengan cuidado si llevan un buen rato explorando el mundo o realizando actividades secundarias.

Una ambientación auditiva de primer nivel.

En general, el apartado sonoro es una de las mayores fortalezas del juego. La banda sonora, compuesta por melodías orquestales envolventes, acompaña perfectamente cada situación, desde momentos de calma en una taberna hasta el fragor de la batalla.

Asimismo, el doblaje es muy profesional, con actuaciones en inglés y checo que dotan de personalidad a cada personaje, destacando las interpretaciones de Tom McKay y Richard Wágner como Henry, quienes aportan carisma y profundidad al protagonista.

Además, los efectos de sonido, como el impacto de las espadas o el murmullo de los mercados, refuerzan la sensación de inmersión. Asimismo, cabe resaltar que el juego también se encuentra doblado completamente al Español para aquellos jugadores que prefieran disfrutar de esta aventura en este idioma.

Una experiencia exigente pero inolvidable.

Sin duda estamos ante un enorme juego inmersivo que exige paciencia y atención a los detalles, pero recompensa a los jugadores con una experiencia profunda y auténtica.

Su extenso mundo, repleto de contenido significativo, supera en tamaño y complejidad a títulos similares, ofreciendo horas de exploración y descubrimiento.

Henry de Skalice se consolida como un protagonista memorable, viviendo situaciones que van desde el heroísmo hasta la más absurda cotidianidad medieval.

La combinación de narrativa envolvente, mecánicas desafiantes y una ambientación impecable sitúa a esta secuela como una de las mejores experiencias de rol occidental de los últimos años.

Por último, completar esta gran aventura nos debería tomar alrededor de 80 horas. No obstante, para aquellos completistas, acabar con todo lo que ofrece el juego y lograr el ansiado trofeo platino o todos los logros tendrá un tiempo estimado de 200 horas de juego como mínimo.

Conclusión.

En conclusión, Kingdom Come: Deliverance 2 es una obra maestra del realismo medieval, un RPG profundo que desafía a los jugadores a sumergirse en una época donde la vida era dura, pero llena de aventuras.

Warhorse Studios ha elevado el listón, consolidando su franquicia como un referente del género. Un título imprescindible para quienes buscan una experiencia inmersiva, realista, desafiante y gratificante.

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Jugabilidad: 9.6
Gráficos: 9.1
Sonido: 9
Satisfacción: 9.5

Análisis

Warhorse Studios ha elevado el listón con Kingdom Come Deliverance 2, consolidando su franquicia como un referente del género. Un título imprescindible para quienes buscan una experiencia inmersiva, realista, desafiante y gratificante.

  • Comprometido con el realismo medieval, sin resultar tedioso.
  • Combate desafiante y satisfactorio.
  • Decisiones que repercuten directamente en los eventos.
  • Misiones que pueden resolverse de distintas maneras.
  • Sistema de progresión y habilidades justo y reconfortante
  • Ambientación de primer nivel, visual y auditivamente.
  • Posibilidad de eventuales crasheos