Llevo más de 10 años escribiendo una novela (La llamada del viento) con vuestro permiso quiero postear una cosilla que seguro le trae buenos recuerdos al Bitxo.
Gracias y un saludo. (Todos aquellos que lo leais que lo disfruteis)
"Serón, jadeaba a causa del esfuerzo mortal y el nerviosismo que su cuerpo estaba sufriendo. Su espada élfica, mostraba ya síntomas de fragmentaciones, otro fallo mas y con toda probabilidad estallaría en mil pedazos dejándole a merced de su siniestro adversario. Rápidamente se dirigió pasillo arriba en persecución de su misterioso enemigo. El pasillo, con una ligera inclinación, terminaba secamente para dar paso a una arena mortal, como las que se utilizaban en épocas de los gladiadores. Nada mas atravesar la puerta una reja de pinchos cayo tras el impidiéndole una posible fuga. Serón, tímidamente, avanzo hacia el centro de la arena y en ese instante una lluvia de júbilos, gritos y maldiciones estallo en las gradas, haciéndole ver claro en lo que se había convertido. No era mas que un espectáculo, un estúpido espectáculo para aquellos estúpidos elfos, deseosos de ver sangre y dolor a toda costa.
- Uno de vosotros dos será el elegido para la prueba final. Luchar pues y morir con deshonor, dolor y sufrimiento – Las palabras de Asgalath, señor de los cinco de Belzalar, golpearon los tímpanos de Serón inflijiendole una oleada de temor irracional.
Nada mas acabar la frase, alguien apareció tras Serón, como salido de la nada. Serón se giro rápidamente para encarar a su enemigo pero su espada cayo de su mano, casi al mismo tiempo que su cabeza rodaba por los suelos. Ya era tarde, demasiado tarde, había pagado el precio final por su falta de atención. La cabeza de Serón se estrello contra la arena del circo, y un pie ligero, cubierto por una bota alta de cuero negro la piso como si fuera una pelota.
- Felicidades, Sys-el-ak. Tú eres el elegido. Dispones de una hora para descansar y prepararte, luego nos acompañaras – Asgalath sonreía maliciosamente.
Se giro y comenzó a alejarse acompañado por el resto del consejo de los cinco, los elfos mas viejos y sabios (y probablemente poderosos) del mundo.
- ... Con todo el respeto señor, el descanso es para los débiles., Llevo mas de 100 años mentalizándome para este momento y una hora no supondrá ningún cambio en mi preparación. – Sys-el-ak hablo secamente.
Asgalath se detuvo y sonrío bajo su túnica.
- Esta bien joven guerrero, que así sea entonces. Acompáñanos – Ordeno sin ni siquiera dirigirle la mirada."
Gracias y un saludo. (Todos aquellos que lo leais que lo disfruteis)
"Serón, jadeaba a causa del esfuerzo mortal y el nerviosismo que su cuerpo estaba sufriendo. Su espada élfica, mostraba ya síntomas de fragmentaciones, otro fallo mas y con toda probabilidad estallaría en mil pedazos dejándole a merced de su siniestro adversario. Rápidamente se dirigió pasillo arriba en persecución de su misterioso enemigo. El pasillo, con una ligera inclinación, terminaba secamente para dar paso a una arena mortal, como las que se utilizaban en épocas de los gladiadores. Nada mas atravesar la puerta una reja de pinchos cayo tras el impidiéndole una posible fuga. Serón, tímidamente, avanzo hacia el centro de la arena y en ese instante una lluvia de júbilos, gritos y maldiciones estallo en las gradas, haciéndole ver claro en lo que se había convertido. No era mas que un espectáculo, un estúpido espectáculo para aquellos estúpidos elfos, deseosos de ver sangre y dolor a toda costa.
- Uno de vosotros dos será el elegido para la prueba final. Luchar pues y morir con deshonor, dolor y sufrimiento – Las palabras de Asgalath, señor de los cinco de Belzalar, golpearon los tímpanos de Serón inflijiendole una oleada de temor irracional.
Nada mas acabar la frase, alguien apareció tras Serón, como salido de la nada. Serón se giro rápidamente para encarar a su enemigo pero su espada cayo de su mano, casi al mismo tiempo que su cabeza rodaba por los suelos. Ya era tarde, demasiado tarde, había pagado el precio final por su falta de atención. La cabeza de Serón se estrello contra la arena del circo, y un pie ligero, cubierto por una bota alta de cuero negro la piso como si fuera una pelota.
- Felicidades, Sys-el-ak. Tú eres el elegido. Dispones de una hora para descansar y prepararte, luego nos acompañaras – Asgalath sonreía maliciosamente.
Se giro y comenzó a alejarse acompañado por el resto del consejo de los cinco, los elfos mas viejos y sabios (y probablemente poderosos) del mundo.
- ... Con todo el respeto señor, el descanso es para los débiles., Llevo mas de 100 años mentalizándome para este momento y una hora no supondrá ningún cambio en mi preparación. – Sys-el-ak hablo secamente.
Asgalath se detuvo y sonrío bajo su túnica.
- Esta bien joven guerrero, que así sea entonces. Acompáñanos – Ordeno sin ni siquiera dirigirle la mirada."