El mejor y los peores videojuegos de Juego de Tronos

La aclamada serie de televisión no encuentra versiones digitales a la altura

Séptima temporada de Juego de Tronos y el mundo pareció quedar perplejo durante la madrugada del 16 al 17 de julio en que HBO emitió ese 7×01, con consiguiente día de spoilers, debates y teorías en foros y redes sociales. Juego de Tronos es un fenómeno de masas, no cabe duda, pero sus videojuegos rara vez han conseguido estar a la altura de lo que la marca es en la televisión y los libros.

Las distintas casas y reinos enfrentados no se mueven en consolas, ordenadores o hasta móviles tan bien como sus actores de carne y hueso en la serie, por más intentos que se hacen. Ha habido juegos oficiales de rol, de estrategia, de cartas, aventura gráfica… Y solo en una de las ocasiones podemos hablar de un producto aceptable y que realmente rinda buen homenaje a la poderosa IP que referencia con su gameplay. Os contamos en este vídeo cuál es ese juego, y otros cinco horrores o mediocridades que le acompañan en su gesta.

Cada vez se dice más que Telltale Games está cayendo en el estancamiento con todas las marcas que trabaja, ya desde Batman, a Borderlands pasando por Juego de Tronos. Game of Thrones: A Telltale Game Series es, literalmente, el mejor videojuego basado en el universo de George R.R. Martin, también para Canción de Hielo y Fuego de los libros, ya sabéis, una aventura gráfica modernizada donde las decisiones van teniendo consecuencias y el jugador no tiene demasiado en su mano dentro de un relato interactivo que no requiere demasiada habilidad para completarse y que está plagado de cinemáticas y conversaciones. La fidelidad de los personajes respecto a los actores de la serie, las músicas, los escenarios, etc. son los que dan empaque a este relato situado entre la tercera y la cuarta temporada, con la familia Forrester contando sus andanzas.

A partir de ahí, lo que viene a continuación son todo juegos que no destacan, mas allá de contar con una licencia tan poderosa y atractiva. Game of Thrones: Genesis fue el primero en salir, justo cuando la serie arrancó en HBO, resultando un bastante cutre y sencillito juego de estrategia de PC en el que enfrentar a unas familias y otras, emular algunas batallas y descubrir un poco más del mapa y su organización. Pero sin más. La estrategia ha sido el género preferido para las hsitorias de los Stark, Targaryen, Lanninster y demás casas, por eso Game of Thrones: Ascent fue por los mismos derroteros pero en teléfonos móviles, aquí más basándose en las cartas y los duelos tácticos como si fuera un juego de tablero. También sin demasiado potencial al lado de los referentes de este género.

Hubo otro título que en su momento, en 2012, parecía el más esperanzador de todos, llamado Juego de Tronos, a secas, y el más ambicioso en cuanto a que reflejaba un RPG de acción, con mapas abiertos, combates masivos, progresión de personaje y demás parafernalia del género, pero que enmudece como el mismísimo Hodor al lado de exponentes como The Witcher 3 o Dragon Age Inquisition. Estuvo a cargo de Cyanide, igual que el primero de estrategia, y su paupérrimo apartado gráfico fue el último clavo de su ataúd. Y, siguiendo con el rol pero esta vez multijugador, no olvidemos tampoco Games of Thrones: Seven Kingdoms, un MMO del que quizá ni habíais oído hablar dada su pésima calidad y acabados conformistas. De nuevo, un estudio demasiado pequeño asume algo demasiado grande, y la serie no sale bien parada en su versión poligonal y jugable. Dramático.

¿Qué pasará en el futuro? ¿Llegaremos a ver algún buen videojuego de Juego de Tronos o de Canción de Hielo y Fuego que realmente nos haga vibrar como los libros o la serie? ¿Por qué parece que todo lo que rodea a esta licencia en materia de videojuegos está maldito? ¿Por qué no se interesa ninguna gran desarrolladora en adquirir los derechos? Ni siquiera sabemos si George R.R. Martin podrá acabar todas las novelas y tramas que mantiene abiertas, como para saber qué tal saldrán sus videojuegos…