Pete Hines, de Bethesda, destacó en unas recientes declaraciones los motivos que les llevaron a reiniciar el desarrollo de Doom en varias ocasiones. Según explica el ejecutivo, el juego no parecía de la franquicia Doom, por lo que se vieron obligados a buscar nuevos enfoques.
En palabras del propio Hines, recogidas por Polygon: «No estábamos félices con el juego que se estaba haciendo. Decidimos que no se parecía lo suficiente a Doom y lo empezamos de nuevo. Algunos abandonaron y hubo cambios en el estudio […] Podías cerrar los ojos e imaginarte algo como Call of Doom o BattleDoom y el pensamiento general era ‘espera, esto no se parece a Doom, siento que estoy jugando a otra franquicia con un skin de Doom‘«.
A lo que añadió: «No era lo suficientemente rápido. La forma en la que trabajaban los demonios. Los combates viscerales. Un montón de cosas que habéis visto ahora, como los movimientos de remate, no formaban parte del juego. El combate estaba desconectado, la mayoría de las veces estabas escondiéndote detrás de una cobertura y utilizando cosas de otros FPS, lo que puede estar bien para ellos, pero no hace que Doom se sienta bien«.