Artículos y reportajes Por Manuel Gimeno 24 septiembre, 2015

Impresiones Assassin’s Creed Syndicate: 5 razones que lo harán mejor que Unity

Os contamos y mostramos en vídeo todo lo que hemos visto en una versión casi final del juego de Ubisoft

La llegada del otoño tiene diversos significados en muchos sentidos, pero dentro del mundo de los videojuegos supone el despertador que indica varias cosas, entre ellas la llegada próximamente de una nueva entrega de la saga Assassin’s Creed. Y es que justo a poco menos de un mes para que Syndicate salga a la venta, os traemos hoy las impresiones finales de un título que debe marcar un antes y un después en la trayectoria de la saga, sobre todo después de toda la polémica que suscitó Assassin’s Creed Unity tras el lanzamiento.


Gameplay directamente grabado de las cuatro horas que jugamos a Assassin’s Creed Syndicate

Para ello, y ambientando este último contacto previo a su salida en una antigua fábrica de bombeo hidráulica de Londres (la ciudad que se erige esta vez como imponente protagonista del momento histórico elegido), Ubisoft nos invitó a ver de cerca y probar una versión muy avanzada de Assassin’s Creed Syndicate que nos permite obtener una visión bastante clara de lo que nos encontraremos en los comercios próximamente. Todo ese gameplay os lo hemos resumido en 1 hora completa de walkthrough, a través de misiones principales y secundarias, para que veais cómo se siente de verdad. Aquí tenéis el video. Y lo primero que os podemos decir es que Ubisoft Quebec nos ha dado 5 grandes razones que pueden hacer de su juego algo mucho mejor que Assassin’s Creed Unity:

A nadie se le escapa que desde hace algún tiempo los seguidores de la saga han estado algo huérfanos de protagonistas carismáticos que transmitan algo más en historias que siempre cuentan con momentos trascendentales, tanto por la situación histórica como por el sempiterno conflicto entre Asesinos y Templarios. Desde la aparición de Ezio, tal vez solo Edward Kenway en Assassin’s Creed IV Black Flag había hecho méritos para mantenerse en nuestro recuerdo, siendo Connor, Arno y Cormac (templario éste último, eso sí) personajes algo más simples con los que costaba estrechar lazos con el paso del tiempo.

Eso cambiará por completo con los hermanos mellizos Frye. Ninguno de los dos va a dejar indiferente a nadie, y es que durante las cuatro horas que estuvimos controlándolos a ambos nos despertaron emociones de todo tipo. Jacob Frye, aparente protagonista principal de la historia, aparece representado como un héroe que busca más el reconocimiento y la fama antes que cualquier otra cosa, y que para alcanzar sus objetivos no siente aprecio por las estrategias medidas ni las sutiles artimañas. Más bien Jacob, con su chulería y espontaneidad, opta por las acciones contundentes, por el golpear primero y preguntar después, y esta personalidad se refleja hasta en su papel de asesino, mucho más enfocado en las misiones a la acción directa que al sigilo.

Su hermana Evie Frye es todo lo contrario. Paciente, calmada y extremadamente inteligente, la implacable asesina pronto se nos descubre tanto en la secuencia 3 como en la secuencia 7 en las que estuvimos jugando como la cabeza pensante de este pequeño grupo de la hermandad secreta. Sus habilidades, totalmente centradas en la discreción y el sigilo, son mucho más elegantes y estilosas que las de Jacob; pero más allá de todo lo relacionado con la hoja oculta su mente es la herramienta más letal con la que contaremos en Syndicate. Para nosotros Evie ha sido un completo descubrimiento, y tanto es así que durante la sesión preferimos controlarla a ella en el modo libre, aunque luego cada uno de ellos contará con su propio protagonismo único en las misiones principales.

Aunque para sorpresa e innovación la que llega de la mano de dos métodos de desplazamiento que harán mucho más placenteros los recorridos por los tejados y las calles de la capital inglesa. Siendo sin duda la novedad más importante de esta entrega, el gancho ha sido desde el primer momento la característica que diferencia a Syndicate a simple vista de los otros Assassin’s Creed, el símbolo de la innovación que ha querido imprimir Ubisoft Quebec en esta entrega.

Y la verdad es que nos ha parecido totalmente necesaria y útil su introducción. Detectando un alcance más comedido que el que experimentamos en la versión del E3, este artilugio nos ha ayudado a disfrutar del parkour de una manera diferente; justamente porque no hace falta que siempre acabemos recurriendo a él para superar edificios demasiado altos. Su función como tirolina se destapa curiosamente como un recurso que se coloca casi en el mismo nivel de utilidad, y recorrer dos torres separadas por un foso que otrora nos hubiera obligado a descender hasta la base, se hace un simple paseo en barca. El tiempo es oro, y en Syndicate lo vamos a aprovechar al máximo.

Porque además del gancho para los edificios tenemos los carruajes para las calles. En Assassin’s Creed Unity también comentamos lo tedioso que era movernos de un lado a otro corriendo con Arno sin parar, abusando de un viaje rápido que trastocaba todo el ritmo que pudiera alcanzar el juego. Ahora los carruajes nos permiten disfrutar de las calles de Londres, de todo el trabajo que se ha hecho en su representación sin pensar para nuestros adentros que si queda mucho para llegar ya a nuestro destino o no. Sin olvidar el papel muy activo en las misiones, proponiendo el juego persecuciones e incluso carreras que son bienvenidas, y que dan más variedad a un entramado que necesita de novedades jugables constantes para revitalizarse entrega tras entrega.

En este sentido hemos descubierto también un tren que se constituye como base móvil de los asesinos. De la misma forma que la hacienda en Unity nos proponía diversas mejoras, retos, nos daba la opción de cambiar de traje y aglutinaba recursos que periódicamente enriquecían nuestras arcas, esta vez el tre irá rodeando el corazón de la ciudad con la misma función, pudiendo incluso usarlo para ir tranquilamente a cualquier parte del mapa.

Aunque el sistema de combate siempre ha sido uno de los puntos más críticos de todo Assassin’s Creed y en Syndicate tampoco se nos han despejado todas las dudas, es de recibo reconocer que en este acercamiento hemos avistado buenas intenciones ante una idea que puede mejorarse en el futuro. Para ello, y habiéndose fijado Ubisoft Quebec -seguro- en sistemas de juegos de Warner tales como Batman Arkham, Sombras de Mordor y Mad Max, tendremos la posibilidad de pulsar un botón determinado cuando los enemigos nos vayan a atacar de una manera determinada, ya sea un golpe fuerte o un disparo.

En cambio, y a pesar de la pulsación en el momento adecuado para esquivar, no se tiene la agilidad que exhiben los juegos mentados. De todas formas, tampoco debe ser ese el objetivo de la compañía gala, pues urge más dotarle de personalidad, y podríamos decir que ésta aparece con los utensilios que usan Jacob y Evie para acabar con los enemigos, tales como puños americanos, bastones, cuchillos curvos y otroa tantos arrojadizos y claro, la siempre presente daga oculta.

De los puntos que en el texto tratamos, tal vez sea el que más dudas nos ha dejado, aunque todavía es muy pronto para sacar conclusiones de cualquier tipo. Lo bueno, es que otra vez contamos con una personalización muy fuerte tanto para escoger las armas que deseamos esgrimir, como los atuendos que luciremos o las habilidades que vemos más conveniente mejorar. Una de las virtudes de Unity se potencia y se mantiene en Syndicate.

No es algo nuevo en un Assassin’s Creed que la creación virtual del lugar en el que se lleva a cabo la historia se produzca bajo la más estricta rigurosidad, pero Syndicate hace bien muchas cosas en este sentido. Durante las cuatro horas que estuvimos perdiéndonos por las calles de Londres descubrimos un montón de detalles que nos trasladaron a aquella época y que lograban contextualizar toda la historia de una forma increíble.

Teniendo lugar los acontecimientos de Assassin’s Creed Syndicate en el año 1868 es importante que las calles transmitan la realidad del momento económico y social de una primera revolución industrial que no trataba por igual a todos los ciudadanos. Bajo una aparente libertad, el proletariado se ponía a las órdenes de una burguesía que atesoraba riquezas a base del aumento de la eficiencia en la producción y la acumulación de mano de obra extremadamente barata que, como no podía ser de otra manera, acababa desembocando en una terrible miseria por todas las calles de la urbe.

Y la realidad de todo este complejo momento queda impresa en el juego. En cada edificio, en cada calle o en cada barrio encontramos ejemplos evidentes de la desigualdad que acabamos de dibujar, pero también del arte, de la música de la época que inunda con una fantástica banda sonora nuestros más acrobáticos paseos. Desde Whitechapel, pasando por la City de Londres, Westminster, SouthWark o el propio río Támesis que da vida a la ciudad, nos quedamos con la boca abierta por el mimo en el que ha sido tratado absolutamente todo en Assassin’s Creed Syndicate.

Tal nos ha parecido el gusto de la representación que ha disipado todas nuestras dudas por lo complicado que podía ser que luciera bien una estética victoriana que se mezcla con la pobreza y la suciedad que genera el cambio a la industrialización. Al contrario, el contraste al que hacíamos referencia es magnífico, y el gran acabado de los escenarios, junto a la increíble iluminación que se ha podido llevar a cabo, hacen que pueda ser un auténtico placer observar desde las nuevas atalayas cómo emerge desde el suelo el progreso tecnológico de la era moderna en Inglaterra.

Una de las mayores críticas que por nuestra parte realizamos a Assassin’s Creed Unity fue lo poco que el juego miraba a la Revolución Francesa. Parecía impensable que un momento tan importante para la historia europea (y de la humanidad) como aquél pasara casi inadvertido, colocando a los personajes históricos del momento como meros adornos que bailaban alrededor de la música que tocaba Arno en su particular historia de amor con Élise de la Serre.

En el transcurso de las horas en las que nos hemos acercado a Asssassin’s Creed Syndiate, este punto es el que más ha recibido la atención por nuestra parte, y podemos asegurar que hemos salido convencidos por la mejora con respecto a su antecesor. Era totalmente gratificante ver que Jacob y Evie retoman el conflicto de asesinos y templarios dentro de lo que supone la Revolución Industrial, encontrando a personalidades por todos conocidas que nos proponían diferentes misiones relacionadas de alguna que otra manera con el acontecimiento histórico y el argumento del juego.

Nos hemos encontrado con Charles Dickens paseando sin mirar mucho por dónde iba a través de las calles de Londres, el jefe de la Policía Metropolitana de Londres (Scotland Yard) se aliaba con nosotros para completar una misión, o el mismísimo Graham Bell nos echaba una mano con el sorprendente y nuevo gancho a cambio de que le ayudáramos a instalar ciertos componentes en lo alto del emblemático Big Ben. Solo la punta del iceberg de la escencia que todo Assassin’s Creed debe tener para encandilar a los fans, y que regresa con Syndicate de la mejor de las formas posibles.

Y por supuesto, está el argumento principal, que bebe del conflicto social comentado anteriormente y nos plantea una lucha entre dos bandas callejeras como los Blighters, dominadas por el imperio del templario Starrick y los Rooks, que irán aumentando de miembros conforme liberemos los diferentes barrios de la opresión burguesa a través de las misiones que se propondrán.

Hemos salido satisfechos de este contacto final, no lo vamos a negar. Creemos que Ubisoft se ha dado cuenta de sus errores con Unity y Syndicate parece que será la muestra de ello. Sin embargo, no lanzamos aún las campanas al vuelo, y quedamos a la espera de poder encontrarnos con la versión final de esta propuesta. Seguid atentos a LaPS4 para descubrir más sobre el juego en el análisis que realizaremos próximamente.