Objetivo Platino: el negocio de los trofeos

César Rebolledo · 29 diciembre, 2018
DLCs que nos llevan más allá con nuevos desafíos... a un precio

Muchas veces olvidamos que el mundo de los videojuegos no deja de ser un negocio. Si bien hay estudios que siguen pensando en ambas partes del escenario (el beneficio económico y contentar a los fans), nunca debemos olvidar que, salvo en contadas ocasiones, el auténtico y lógico objetivo del estudio detrás de un título es ganar dinero a costa nuestra.

La llegada de internet a las consolas propició la aparición de los DLCs y expansiones, que no dejaban de ser un nicho de mercado que hasta ahora no se había podido explotar, debido a esta falta de conexión. Luego se generalizó la instauración del sistema de trofeos, que funcionó bastante entre los jugadores y todo fue cuestión de sumar dos y dos: nacieron los trofeos DLC.

Todos tenemos algún juego que, después de conseguir el Platino, hemos visto cómo, al repasar, el porcentaje bajaba del 100% a un 84%. A un 90%. A un sorprendente 60%. La causa de esto, cómo no, son los trofeos DLC. Cabe destacar que, en términos generales, los galardones de los contenidos descargables no afectan al Platino del juego. Si bien algunos de estos contenidos pueden facilitar conseguir los trofeos normales del título (por proporcionarnos armas u objetos que nos permitan superar con menos problemas ciertas situaciones), no es necesario conseguir los trofeos que se puedan incluir en una expansión para conseguir un Platino.

Como decimos, esto es en términos generales. Según comentan los usuarios, existe alguna excepción que se puede contar con los dedos de una mano (y nos sobran), pero esto sería otro tema… vamos a ponernos con algunos de los juegos con trofeos DLC más significativos.

Estos trofeos y DLCs son bastante controvertidos. ¿Por qué? Porque suelen venir acompañados de una ampliación de la historia, bien en forma literal (es decir, que el argumento continúe de alguna forma) o bien con historias alternativas, nuevas zonas…

Esto suele llevar a los consabidos comentarios de «Esto lo han recortado del juego y lo venden luego», «Me espero a la GOTY», «Un sacacuartos», etc. No obstante, vamos a comentar algunos de los que realmente no podemos pasar por alto.

Sin duda alguna, el máximo exponente de estos trofeos con expansiones que justifiquen el contenido descargable y se disfrute yendo a por los nuevos desafíos, está en los juegos de Bethesda. Dragonborn y Dawnguard, que ofrecen un contenido potencial equiparable al del juego principal (Skyrim), con un trofeo muy concreto, el de eliminar a un Dragón Legendario, que nos puede llevar por sí mismo muchísimas horas de entrenamiento. Realmente quizás hayamos empezado con algo un tanto fuerte, ya que posiblemente estas dos son de las expansiones más fuertes del catálogo de la consola, al menos para el juego en solitario.

Point Lookout, una zona totalmente nueva (por mencionar una de las varias zonas nuevas que nos ofrecen las expansiones) de Fallout 3 y que ofrece un buen puñado de horas de diversión. O todas las expansiones de Fallout: New Vegas, que, obviando ciertos bugs molestos, ofrecen una experiencia y trofeos muy equilibrados que justifican el tiempo y el desembolso. Además, Bethesda suele ofrecer los contenidos de estos dos juegos en packs bastante económicos un par de veces al año, lo que es una buena razón para no dejarlos pasar.

No obstante, no todo son buenos ejemplos. Ha habido casos en los que el afán de negocio era tan evidente, que los jugadores pese a la calidad que pueda tener el título o el contenido, no han podido mirar a otro lado. Hablamos de situaciones como la que se dio en Asura’s Wrath o Castlevania: Lords of Shadow.

En ambos casos nos encontramos con que el juego no incluye el auténtico final, sino que tenemos que adquirir unos DLCs para poder saber cómo termina realmente la historia. En el caso de Asura, al concluir el juego normal nos encontramos con que uno de los finales alternativos conducía directamente a un final totalmente abierto. No obstante, se comenta que las bajas ventas del título hicieron que Capcom se decidiera a ofrecer el auténtico final (además de dos interesantes combates contra Ryu y Akuma) a través de un contenido descargable bastante controvertido, en lugar de una segunda parte que era la idea inicial.

En el caso de Castlevania: Lords of Shadow, el juego principal tiene su final, sí. Sin embargo, para poder darle un sentido a la continuidad de la trilogía, es necesario conocer los acontecimientos acaecidos en Reverie y Resurrection, que llevaron a… bueno, para qué os lo vamos a contar, ¿verdad?

Para terminar esta sección, antes de pasar a los puramente multijugador, tenemos que establecer un pequeño punto a caballo entre ambas posibilidades. Ese híbrido es la saga Borderlands. Ambas entregas nos ofrecen unas expansiones cargadas de novedades que podemos disfrutar indistintamente en solitario o en equipo, como realmente está pensado el juego. Ahora, querer enfrentarse a Bucherax por tu cuenta, sin hacer uso de las famosas armas o escudos chetados es un suicidio. Además de menos divertido.

Qué podemos decir. Los trofeos online son una cosa, pero llenar un juego de DLCs y además hacerlo con trofeos online, es una de las cosas que más rabia nos dan a los cazadores de trofeos. Tener que buscar alguien ya no con quién poder ir a por estos trofeos, sino simplemente alguien que tenga el contenido, puede suponer toda una odisea.

Uncharted 2 y Uncharted 3 son dos de los juegos en los que todos sus DLC y trofeos extra están enfocados al modo multijugador. Nuevos mapas, algún modo de juego, las malditas medallas… unos modos multijugador para los que aún es fácil encontrar gente y no menos que tenga los contenidos descargables, gracias a las famosas versiones GOTY. Uncharted 3 cuenta, además, con el dudoso honor de ser, si no el que más, uno de los juegos con más trofeos de contenidos descargables. Nada menos que cincuenta trofeos extra.

Red Dead Redemption también cuenta con una buena serie de contenidos descargables y con sus respectivos trofeos multijugador… aunque bueno, espera… sí, de esto ya hemos hablado.

Y al margen de estos dos juegos mencionados, podríamos nombrar un juego tras otro de disparos en primera persona en los que todo contenido extra (y por consiguiente, todo trofeo extra) esté enfocado principalmente, si no en su totalidad, al modo multijugador: Call of Duty, Battlefield, Crysis 3… generalmente, esto se convierte en nuevos mapas y armas, aunque con Black Ops, la saga Call of Duty presentó algo realmente interesante, que se pudo volver a vivir en Black Ops II y a su manera en Ghosts, el modo zombis (representado en la última entrega como una invasión alienígena), que ha cosechado un gran éxito entre los jugadores y se amplía mediante los DLCs del juego.

Como siempre, nos dejamos mucho, lo sabemos, pero no es posible condensarlo todo en un sólo artículo. Assassin’s Creed, por ejemplo, que en su tercera entrega numerada nos ofrecía toda una trama alternativa con Washington, el contenido evidentemente recortado de otro juego con un final a través de un DLC (Dead Space 3) y muchos, muchos otros…

Al final, como comentábamos al principio del artículo, es todo cuestión de negocio. Hay gente a la que no le gusta tener juegos sin el 100%, por lo que no tienen inconveniente en comprar DLCs con tal de mantener ese porcentaje. Otros esperan a versiones GOTY. Otros no compran juegos susceptibles de recibir DLCs para no estropear porcentajes. Para gustos los colores, pero realmente, con los cazadores de trofeos, nació otro objetivo comercial.

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