Impresiones Battlefield: Bad Company

Rafael Jurado Sánchez · 29 diciembre, 2018
EA y Dice vuelven al campo de batalla

Esto es el campo de batalla. Busca algo que te guste.

Un nuevo episodio de la saga de batallas Battlefield llega hasta nosotros. Su nacimiento, hace ya seis años, tuvo lugar con el lanzamiento de Battlefield 1942 en PC, juego ambientado en la Segunda Guerra Mundial, que gozó de muchísimo éxito y proponía adaptar las bondades de los fps pero usando características de los sandbox, como GTA. Como consecuencia, teníamos unos escenarios abiertos e inmensos donde librar nuestras batallas.

Tras un par de cambios de escenario en diferentes episodios posteriores (Vietnam, guerras actuales e incluso el futuro con Battlefield 2142), nos llega una de las apuestas más originales de la franquicia. Seremos parte del pelotón Bad Company, formado por los despojos de la sociedad que eligieron alistarse en lugar de acabar su vida entre rejas. Ese es precisamente el caso de nuestro personaje, Preston Marlowe, al que acompañarán Haggard, Sarge y Sweetwater, este último contando con un cierto parecido a otro héroe de acción fácilmente reconocible. Os dejo adivinar cual..

La demo disponible ya mismo en Playstation Store nos abre las puertas de este nuevo lanzamiento, permitiéndonos jugar una parte de la historia y, además, ofreciéndonos un anticipo de la experiencia online de Battlefield: Bad Company, algo que es muy de agradecer y que seguro paliará las ansias de muchos hasta que el juego sea oficialmente lanzado.

Si la saga Battlefield tiene algún factor identificativo, este bien puede ser la condición abierta de sus campos de batalla, extensos, enormes y muy bien diseñados. O quizá podamos hablar de su inmenso arsenal, sus vehículos (camiones, jeeps ligeros, pesados, tanques de varios tipos, helicópteros, lanchas…) o su inmediatez y carácter de juego directo y sin paliativos. Todo esto lo tiene Battlefield: Bad Company, pero añade algo más: un trasfondo argumental. Aquí la guerra es la consecuencia de la codicia, nuestro objetivo es hacernos con el oro (de hecho de eso va la muestra del modo online que contiene la demo) y nuestros aguerridos soldados pasarán por encima de quién sea. Quizá sea sólo opinión del que aquí suscribe, pero no puedo evitar acordarme de un mito del cine bélico como fue Los Violentos de Kelly (Kelly’s Heroes), cuyo argumento es ciertamente similar.

Todos estos elementos en mayor o menor medida ya se hallaban presentes en la saga, su arsenal y cantidad de vehículos siempre ha sido grande, pero en este caso se diversifica y amplia las capacidades del juego añadiendo un nuevo componente táctico a la par que técnico. Los escenarios en que nos enfrentaremos al enemigo son total y absolutamente destruibles, por lo que un edificio dejará de ser una cobertura frente a un tanque muy rápidamente, el helicópteros hará estragos en nuestra base o podremos demoler una estructura donde se cobija un francotirador. Hasta las palmeras caerán partidas en pedazos frente a un impacto realmente fuerte (no, con la escopeta no vale). Esto convierte el campo de batalla en algo totalmente mutable y que nunca deja de cambiar, generalmente hacia la desaparición, añadiendo más realismo y emoción a cada partida.

Las características visuales de este juego, en lo que se puede comprobar en la demo, son sencillamente geniales. Unas texturas conseguidas y de gran calidad en general, unos modelos cuidados, llenos de detalle, tanto en los soldados y sus animaciones como en todo el escenario, donde podremos encontrar ametralladoras de posición y antiaéreos. Interiores, vehículos, elementos de escenografía, todo detallado y bien presentado, conforman un apartado técnico que brilla con luz propia en cuando a destrucción se refiere. Y es que si hasta ahora algunos juegos hacían gala de algunos elementos destruíbles, en Battlefield: Bad Company podremos arrasar absolutamente con todo. La acción se mueve con una velocidad constante, diríase que a 30 frames, sin notarse un sólo tirón en ningún momento, hagamos lo que hagamos. Quizá lo único que empañe este aspecto es un evidente efecto de popping que se producirá con restos de estructuras o algunos elementos menores como cajas.

Jugablemente se distancia un tanto de lo usual, en cuanto a disposición de botones se refiere. Si bien con R1 dispararemos, con R2 cambiaremos a la segunda arma, con L2 usaremos otros objetos, como granadas, y con L1 apuntaremos. Al entrar en algún vehículo pulsando círculo, L1 y L2 servirán para acelerar y frenar, siendo el cuadrado el freno de mano. Este sistema no es demasiado cómodo, aunque no tardas en hacerte al él. Con los sticks orientaremos el vehículo y la torreta en el caso de manejar un tanque. En el caso del helicóptero los usaremos para la altura y el movimiento. Con X saltaremos, con cuadrado recargaremos y con start podremos ver todo el mapa y nuestra posición. Dispondremos de dos armas, más otros objetos, tanto offline como online, aunque con la salvedad de que en el modo offline podremos curarnos usando unas jeringuillas que nos restaurarán la salud, mientras que en el modo online no será así.

Por otra parte, esta demo permite desbloquear armas e insignias, al más puro estilo Call of Duty 4. Estas insignias parece que se mantendrán desbloqueadas cuando pasemos a jugar el juego original, con lo que podéis empezar a hacer méritos desde ya. El sistema de juego es similar a otros juegos en primera persona, y se nota que este título ha aprendido muchas lecciones del espléndido último juego de Infinity Ward, siendo sencillo, rápido y muy divertido. Podremos invitar a amigos usando la lista que desde el juego se podrá visualizar, formando comandos con ellos para ganar más puntos en grupo, usar un headset (incluso en la demo) y elegir el arma que queremos usar, dentro de un grupo de profesiones muy similar a los que encontramos en el ya mencionado Call of Duty 4.

El apartado sonoro viene con sorpresa, porque tendremos el juego totalmente localizado, con algunas voces que reconocerémos rápidamente (Nathan Drake de Uncharted o Bender de la serie Futurama). El sonido de armas, vehículos, explosiones y demás es, como viene siendo habitual en esta saga, muy bueno, y durante el combate oiremos las voces de los personajes para avisarnos de cuando avisten enemigos, aún incluso en el modo online. Por otra parte, podremos oír en los entreactos una variación del clásico tema que tuvo su origen en Battlefield 1942.

Este juego sorprende y mucho por su calidad, su robustez y su enorme potencial de diversión. La demo que nos ocupa, ya es entretenida de por sí y da un buen aviso de lo que está por venir a finales de este mes de junio. Si el juego final es tan bueno, o mejor, que la demo, posiblemente tengamos ante nosotros al sustituto natural y aventajado de Call of Duty 4.

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