Kane & Lynch : Dead Men

76
Acción, disparos y antihéroes al estilo de Hollywood, eso nos ofrece Eidos en la última obra salida de los estudios de IO Interactive.
Por Rafael Jurado Sánchez 14 diciembre, 2007

El juego

Kane es un hombre maldito. Ha sido condenado por su pasada vida como mercenario, en la que ha dejado solas y marcadas a una mujer y una hija, tras una larga vida de crímenes y violencia. Mientras es transportado en un furgón, otro personaje le dirige unas extrañas palabras: “Señor Kane, despierte, ponga las manos en la cabeza”. Es Lynch, un compañero de viaje que parece saber que algo va a ocurrir. El destino no se hace esperar, y el furgón da un bandazo para después volcar y abrirse a la libertad. Mareado, golpeado y desorientado, Kane se deja guiar entre un tiroteo cruzado donde participan policías y hombres ataviados con pasamontañas que le guían entre un mar de balas.

Así empieza la aventura de estos dos personajes de corte atípico a lo que estamos acostumbrados. Personajes maduros, rondando la medianía de los cuarenta, no suele ser lo que nos encontramos en un juego de acción actual. Y no nos encontramos ante un producto cualquiera, sino una arriesgada apuesta por parte de IO Interactive, creadores de la conocída saga de Hitman, que acaba de ser llevada al cine, en su primera incursión en la presente generación.

Y no sólo eso, Kane & Lynch nos propone convertirnos en líder de un grupo de sádicos y violentos ex-mercenarios, convirtiendo la trama en una vendetta de malos contra más malos. Pero queda claro que, durante todo el desarrollo de la aventura, Lynch será nuestra sombra, y es de él de quién dependeremos más y, claro, él de Kane. Porque si algo llama la atención es la inclusión no sólo de la posibilidad de comandar a tus compañeros al más puro estilo Jericho, si no que aplica conceptos de juegos como Call of Duty, como la inmensa variedad de armas, granadas, bombas lacrimógenas, guerra de guerrillas, coberturas y una comunicación por radio que nos informará de como se las están apañando los demás.

Kane & Lynch no es un juego de acción usual, es duro, difícil y crudo. Muy duro, muy difícil y muy crudo. Siendo un juego que se desenvuelve entre personajes de una calaña peligrosa, es normal, pero salvo Stranglehold pocos juegos se le pueden comparar en este aspecto hoy día. Sin duda no es un juego para novatos, ya que su dificultad es alta desde buen comienzo y aumenta exponencialmente conforme avanzamos, a la par que su enormidad y pretensiones. Podemos estar seguros que vamos a tener unas buenas ocho o nueve horas de juego. Pero la cosa no queda ahí, dispondremos, además, de un modo cooperativo a pantalla partida (offline eso sí) y un también de un modo online llamado Fragile Alliance, donde hasta ocho personas podrán enfrentarse entre sí de un modo bastante original.

Por todo esto, el juego que nos ocupa es una dura experiencia dentro del ámbito de los shooters que nos hará disfrutar de nuestros enfrentamientos, casi a cada paso, pero que hará gala también de una aparente torpeza a la hora de enlazar su intrincado argumento con coherencia.

Gráficos

Si bien no luce tan espectacularmente como Stranglehold, se le queda muy cerca. A unos modelos detallados y bien concebidos, se le unen una enorme cantidad de escenarios, todos ellos muy variados, pasando por discotecas, ciudades o junglas, cada uno con sus particularidades que los hacen únicos.

En el caso de los personajes, es de destacar el notable trabajo de modelado y texturizado que se ha llevado a cabo para dar vida a Kane y su sicótico compañero. Detalles de la piel, barba, la nariz rota de Kane o las gafas de Lynch son reseñas del cuidado que se les ha puesto a los dos protagonistas. Estos detalles se aprecian claramente en las CG’s, que corren sobre el motor del juego, y en aquellas escenas con variedad de sombras y luces donde podremos manejar la cámara para echar un vistazo en detalle.

El resto de personajes secundarios son correctos. Sin llegar al nivel de los protagonistas, presentan una menor carga poligonal y detalle de texturas que, sin embargo, son adecuados y más que suficientes para su labor. Bien diferenciados unos de otros, de diferentes estaturas, etnias y edades conforman un variopinto grupo.

Los enemigos y viandantes son los que menor cuidado presentan, aunque sin embargo su variedad y número bien pueden compensar este aspecto. Mientras que la gente normal se limita a andar o correr presa del pánico, los soldados se ocultarán tras cualquier protección, andarán en cuclillas, correrán y nos dispararán a ciegas, exactamente lo mismo de lo que somos capaces nosotros. Además, según mueran, quedarán colgados de la ametralladora fija donde estaban, agarrados a unas cajas o tirados sobre el jeep de una manera bastante resultona.

Si hay algo que destaca es la enorme cantidad de personajes que mueve este juego en pantalla, sin ralentización ninguna. Hay diversas escenas, sobretodo la que tiene lugar en una discoteca, donde podremos ver un número altísimo de modelos moviéndose a la vez, mientras pasamos entre ellos apartándolos automáticamente, cosa que resulta bastante impresionante. En otros momentos del juego seremos testigos de un despliegue de medios similar, lo que dice mucho en favor del motor y su optimización.

En cuanto a los escenarios, ya hemos mencionado que son variados, pero quizá es quedarse corto. En pocos juegos actuales encontraremos una amalgama de situaciones tan variopinta en tantas localizaciones diferentes. Si bien su calidad no alcanza las cotas de muchos juegos de la actual generación, son bastante correctos, con elementos destruíbles que aumentan en número al avanzar el juego. Jarrones, vallas de madera, algunas plantas, balcones, columnas, todo en favor de cimentar un contexto de acción realista. Las texturas, pese a no ser de una calidad apabullante como en el caso de los protagonistas, cumplen su función, y la construcción general de los escenarios es buena, con algunos altibajos según donde estemos.

Sin embargo hay detalles que bajan el aspecto final, como es la nula expresividad de los personajes, incluso los protagonistas salvo en las escenas CG y cuando caen heridos, haciéndose también evidentes los muchos fallos de clipping. En ocasiones ni siquiera moverán los labios para hablar y cuando lo hacen no se nota un esfuerzo para realizar cierto sincronismo labial. En el caso de los enemigos ni siquiera muestran expresiones, igual que los transeuntes, limitándose a realizar sus acciones. Una lastima, porque ver correr a gente presa del pánico con la misma cara que tenía mientras bailaba no contribuye a plasmar un contexto con realismo. Y si a ello añadimos que cuando corren lo hacen sin rumbo, como gallinas descabezadas, pues termina de romper el climax de caos.

Además, aunque el arsenal del que dispondremos es variado, no está demasiado conseguido, dando la sensación de que han cogido modelos sacados de proyectos antiguos, sobretodo en algunos subfusiles cuyo modelado es ridículo por lo cuadrado y falto de detalles. Los vehículos tampoco son nada del otro mundo, aunque no podremos conducir por nosotros mismos ninguno, sí que viajaremos en ellos disparando en escenas de persecución. No parece que la reacción a los disparos sea muy correcta, no podemos ver ningún efecto cuando reventamos neumáticos, salvo algún que otro giro, y la única manera de pararlos es matar al conductor (que es algo difícil porque parece que todos los vehículos llevan cristales blindados) o endosarle tantas balas al vehículo que acabe estallando. La única reacción a las balas parece limitarse a cristales y efecto de impacto, sin deformar para nada los modelos.

Y si de balas hablamos, hemos de mencionar las colisiones. No es que se hayan pulido todo lo que deberían, ya que en ocasiones aunque apuntemos por un hueco perfectamente viable para disparar, veremos frustrados como nuestros proyectiles se estrellan contra el obstáculo que tenemos enfrente, obligándonos a exponer al personaje más de lo que deseáramos.

Aunque nos encontramos ante un motor gráfico soberbio en cuanto al tamaño e iluminación de los escenarios y la cantidad de modelos en movimiento capaz de generar, la calidad general del conjunto no alcanza las cotas a las que nos tienen ya acostumbrados los juegos de la presente generación, quedando en un puesto remarcable pero que no destaca especialmente.

Sonido

Eidos se ha preocupado de que tengamos una localización plena para el mercado español, por ello el juego aparece doblado y subtitulado en su totalidad, algo que es de agradecer. Cada personaje cuenta con voz propia y según el país donde estemos oiremos a sus oriundos hablar en su propio idioma.

La banda sonora del juego recae en el últimamente omnipresente Jesper Kyd, responsable también de la música de Assassin’s Creed. En este caso Kyd hace un trabajo destacable, dando a cada situación su trasfondo musical correspondiente de una manera muy acertada, metiéndonos de lleno en la acción cuando hace falta y resaltando lo tenebroso del mundo violento en el que nos veremos inmersos. Sin duda era un trabajo complicado, dada la gama de localizaciones de que el juego hace gala, pero lo ha solventado de manera estupenda, acompañándonos durante todo el desarrollo sin ponerse en primer plano nunca, por lo que jamás llega a molestarnos, y consigue formar un todo bien cohesionado con la trama, cosa nada fácil.

En el caso de los efectos sonoros simplemente cumplen su función. Disparos, rotura de cristales, vehículos, explosiones, todo suena como tiene que sonar, pero sin dar ningún matiz que destaque especialmente. Quizá podríamos mencionar el sonido ambiental, que en algunas escenas, y unido a la banda sonora, contribuye de manera bastante notable a meternos la tensión en el cuerpo.

Pese a venirnos doblado, el resultado final no es precisamente sobresaliente. Salvo en el caso de Lynch, el resto de las voces no parece casar totalmente con los personajes, sobretodo con su edad y contexto. Si bien el doblaje de Lynch transmite lo perturbado que está, en el caso de Kane es más voluble, pegando en ocasiones perfectamente y en otras simplemente cumpliendo. El resto de secundarios tiene verdaderos altibajos, sin demasiado énfasis, pero con el suficiente buen hacer como para resolver la papeleta.

Mención aparte merece el elevadísimo número de tacos por minuto, de todas las formas y colores posibles. Parece que los guionistas se han esforzado por hacernos notar que los personajes carecen de educación y de vocabulario, porque en algunas situaciones la cosa llega a cotas ridículas.

Jugabilidad

Quizá el aspecto más reseñable de todo el juego. Kane & Lynch nos sumerge de lleno en una acción trepidante, sin pausa, sin piedad, sin descanso.O nos lanza a una acción subversiva oculta para librarnos silenciosamente de los obstáculos para allanar el camino. O quizá tengamos que acabar con un par de tanquetas y un helicóptero militar. En resumidas cuentas, no podremos decir que siempre es lo mismo, porque si de algo se le puede encumbrar a este juego es de la variedad de situaciones en las que nos vamos a ver metidos.

Los tiroreos forman el grueso de la oferta lúdica en este juego, pero no nos limitaremos a ello. Habrán trepidantes fases de persecuciones motorizadas donde deberemos librarnos de nuestros perseguidores o abrirnos camino a base de plomo, en otras ocasiones deberemos usar nuestro sigilo y la cuchilla de Kane para librarnos silenciosamente de algún vigilante antes de que de la voz de alarma y todo se descontrole, también deberemos usar nuestra habilidad de francotirador para limpiar de problemas un camino a un aliado, o buscar el modo de abrir las puertas en una prisión. Todo un desafío que siempre vendrá rodeado de intensos intercambios de disparos dignos de cualquier película de acción de alta gama.

Los controles se hacen sencillos una vez te acostrumbras a ellos, moviéndonos con el stick izquierdo y variando la posición de la cámara con el derecho de manera libre. Podremos apuntar y disparar, disparar usando el puntero del arma o a ciegas usando cobertura, lo que aporta un excelente toque de realismo al conjunto. La variedad de armas es notable, desde subfusiles de varios tipos, a pistolas, rifles de francotirador, escopetas, lanzamisiles, ametralladoras fijas o montadas en jeeps, lanzagranadas, bombas lacrimógenas, de humo y granadas normales. Todo un repertorio para no dejar títere con cabeza ni pared sin su marca de bala. Y hablando de paredes, en este juego podremos hacer rappel, de una manera algo limitada, pero usada en varias partes del juego y que le da un toque más de variedad a las acciones de Kane y sus secuaces.

Además podemos pasar armas a nuestros compañeros pulsando stick derecho y eligiendo su área de armas, y visualizar su situación en un mapa esquemático pulsando el stick izquierdo. También les daremos órdenes, tales como atacar a un determinado objetivo, que nos sigan o que cubran la zona permaneciendo quietos. Su respuesta suele ser bastante buena, y resultan indispensables para superar muchas situaciones dado el elevado número de enemigos al que nos enfrentaremos. Si caemos, nos podrán levantar un número limitado de veces administrándonos adrenalina, aunque si pasa demasiadas veces podemos morir de sobredosis. De igual manera podemos terminar muriendo si nuestros compañeros no llegan a tiempo. Nosotros tendremos idéntica labor cuando Lynch o algún otro caiga, arriesgándonos a que nos disparen por salvarle la vida. Sin embargo esto se hace enteramente necesario ya que el argumento es el que dicta cuando un compañero deja de serlo, así que si uno muere, se acaba la partida.

El juego está dividido en capítulos, y estos a su vez en escenas. Nuestro progreso se guardará automáticamente en cada capítulo, pero en cada escena hay un punto de control desde el que retomaremos la acción si caemos o fallamos. Estos puntos están cuidadosamente repartidos, ya que si el capítulo exige una acción contínua, empezaremos desde bastante atrás hasta que resolvamos la situación y haya una escena puente hacia la siguiente parte, donde estará el punto de control. En otras situaciones más tranquilas estos puntos son abundantes, por lo que podríamos decir que su distribución es bastante acertada.

El gran problema de este juego es la lacra que constituye su nula IA. Los enemigos hacen como que se cubren, pero siempre dejan algo de su anatomía al descubierto, casi siempre la cabeza. Y no sólo eso, sino que se empeñan en correr para salvar su vida siempre a través de nuestra trayectoria de tiro, o se ponen a recargar en mitad de un área al descubierto después de abandonar un parapeto que al menos nos dificultaba las cosas. Para más inri tienen una puntería lamentable y, aunque nos las van a poner difíciles, no será muy difícil esquivar sus ráfagas. Si el juego es duro no es porque los enemigos sean especialmente buenos, sino por que son muy numerosos y no se les acaban las balas. Por muy torpes que sean, si ofreces un blanco van a dispararte desde todos lados, y al ser ráfagas van a acertarte lo suficiente como para que la pantalla se torne roja.

Nuestros compañeros tampoco destacan, aunque por suerte no llegan a los extremos del enemigo. Cuando demos la orden de atacar, lo harán sin pensarlo en muchas ocasiones, exponiéndose de manera temeraria e ignorando las coberturas más cercanas que podrían usar. Asímismo a veces sentiremos la frustración de ver como ignoran nuestras órdenes de permanecer en un sitio concreto, teniendo que cambiar el lugar o insistir una y otra vez.

Por desgracia, aunque el juego cuenta con vehículos, no podremos hacer uso de ninguno de ellos. Todo lo más un uso pasivo, en el que seremos pasajeros con derecho a disparar a todo aquel que se nos acerque. Hubiera sido todo un detalle dejar una huída a toda velocidad en nuestras manos, pero no ha sido así.

Otra cuestión que ensombrece el resultado final es la mediocre labor de guión. Si bien la historia es buena, engancha y tiene profundidad, está muy mal llevada en ocasiones, donde saltaremos de un lugar a otro sin demasiadas explicaciones, y que puede parecernos absurdo. Nuestros aliados nos siguen sin chistar de un lugar a otro, con una vaga promesa que apenas se menciona y soportando lo peor a cambio de nada, destruyendo lo que se supone que debíamos pensar de ellos, que son hombres sin escrúpulos que sólo se mueven por dinero. Se dejan manejar toda la historia por Kane y hasta Lynch acaba perdiendo su rebeldía para adoptar una actitud de “te sigo porque no tengo nada mejor que hacer”. Sin duda con un planteamiento algo mejorado, el total habría sido magnífico. Aún así el resultado final es bueno dado que la historia se sustenta por sí sola salvando con cierta habilidad los defectos del guión.

Multijugador

Kane & Lynch nos ofrece dos opciones multijugador, un cooperativo offline donde a pantalla partida controlaremos a Kane y Lynch por separado, y un online llamado Fragile Alliance.

La primera opción es interesante, ya que ambos personajes no siempre siguen el mismo camino y se nos ofrece otra perspectiva del juego que sería imposible ver en modo monojugador. Por lo demás apenas hay cambios, pero hubiera estado muy bien tener este modo en online.

En el caso del modo online nos topamos con algo bastante original. Fragile Alliance consiste en enfrentamientos entre grupos de ladrones y policías. Hasta aquí normal. La diferencia está en la intensidad de estos enfrentamientos y en que usaremos los entornos del juego para ello, pero de manera más interactiva. En el centro comercial, por ejemplo, rompemos los cristales de joyerías para robar toda la mercancia, cada jugador roba una cantidad y deben desvalijar todos los objetivos para huir en la furgoneta que espera a recogerlos. Los policías, claro, tienen que impedirlo, y si disparan a un ladrón harán que pierda parte del botín, pudiendo recogerlo. Si acaban con los ladrones, los policías se llevan un diez por ciento del total recuperado. Si los ladrones escapan, se reparten el botín. Es aquí donde entra la figura del Traidor. Siendo ladrón puedes acabar con tus compañeros para robarles el botín, convirtiéndote en el traidor. Tu compañero renacerá como policía y tendrá la opción de venganza contra ti, por la que obtendrá puntos y dinero si la consuma. Si consigues acabar con todos tus compañeros, no tendrás que repartir el botín y serás el ganador.

Un modo sin duda muy competitivo que permite luchar hasta un número de ocho jugadores, no demasiados, pero suficientes para que sea muy divertido, sobretodo al usar escenarios de juego de manera más precisa.

Al jugar Kane & Lynch por primera vez no las tenía todas conmigo. Sabía que estaba cosechando unos desiguales resultados que cuestionaban su fama anterior.

Cuando empecé la partida, y durante un rato, me pareció un juego normal, que pretendía más de lo que lograba, aunque con unas altas dosis de acción que lo hacían entretenido. No era muy normal entonces que me tuviera enganchado durante varias horas, tras las cuales descubrí que estaba disfrutando. Y la cosa siguió así hasta el final, cuando ya le había tomado simpatías a los principales y entendía su personalidad, a la vez que me sentía cansado de tanto tiroteo y tanta acción frenética. El final llegó cuando tenía que llegar, o eso creía. Según la decisión que tomé la primera vez, acabó muy rápido, y no me gustó. Afortunadamente pude volver sobre mis pasos y cambiar mi parecer por algo más justo, con lo que se me premió con una consecución más digna del objetivo, una comunión mejor con Kane y el cierre a una trama que tiene más de drama que de venganza.

La palabra que mejor define todo aquello que el juego me transmitía es: frenético. No respires, no parpadees, puedes perderte algo, quizá un comentario o quizá tu cabeza, cuidado con donde te asomas, ¡ala! Ya han vuelto a dispararme y estoy en el suelo ¡que alguien me ayude!. Buf, un poco de tranquilidad… espera, ahí vienen de nuevo, maldita sea, necesito otra arma más potente ¿Dónde demonios hay munición?.

Pero todo acabó y siento ese sabor agridulce que sólo dejan las buenas historias con un final amargo que sabías que sucedería, pero no querías aceptar. Sólo los buenos tienen finales felices, los villanos arrepentidos sólo pueden encontrar dolor por las consecuencias de su pasado.

Conclusiones

IO Interactive ha creado una infernal experiencia de acción frenética y sin tapujos. Situaciones variadas que parecen sacadas de Heat o Hardboiled, con persecuciones, huidas, mercenarios y mucho, mucho plomo. Su elevada dificultad y un tanto tosco control quizá juegue en contra de los jugadores menos veteranos en este tipo de desarrollos donde la acción es la base, pero quienes ya hayan catado el género encontrarán en Kane & Lynch un nuevo desafío que, pese a una trama con altibajos en su coherencia, seguro les hará disfrutar. Sin embargo quienes busquen retazos de un juego de la nueva generación de consolas, se sentiran un tanto defraudados, ya que la calidad de Kane & Lynch, pese a ser alta, no llega a las cotas que otros juegos ya en el mercado alcanzan. Su multiplayer y su modo online alargan la acción hasta más allá de lo que en un primer momento pudiera parecer.

A favor

• Buen apartado técnico en general, muchos modelos simultáneos en pantalla, buena iluminación y grandes escenarios
• Totalmente localizado a nuestro idioma
• Historia larga y variada
• Gran variedad de localizaciones correctamente plasmadas
• Acción frenética, propia de las grandes producciones
• Variedad de situaciones: tiroteos, infiltración, persecuciones…
• Modo cooperativo y modo online bastante divertidos que alargan la vida del juego

En contra

• Calidad de las texturas muy variable, pobre en las armas
• No podemos manejar vehículos, sólo ser pasajeros
• La IA es tremendamente pobre
• El doblaje podría ser mejor
• Apenas hay expresividad en los personajes, sólo en contadas ocasiones
• Enemigos predecibles, siempre salen de la misma manera

76
Jugabilidad: 8
Gráficos: 7
Sonido: 7.5
Satisfacción: 8