Análisis Wolfenstein

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Usa los poderes del velo para acabar con el ejército nazi.
Por Esteban Fornós 15 octubre, 2009

ANÁLISIS WOLFENSTEIN

FICHA TÉCNICA

  • Nombre del juego: Wolfenstein
  • Desarrolladora: Raven Software
  • Distribuidora: Activision
  • Género: Shooter
  • Temática: Ciencia ficción
  • Número de jugadores: 1 jugador (campaña) / 2-12 jugadores (online)
  • Manual: Español
  • Textos: Español
  • Voces: Español
  • Fecha de salida: 28 agosto del 2009
  • Pegi: +18
  • Resolución: 720p
  • Contenido descargable:
  • Trofeos: 50 trofeos (33 de bronce, 15 de plata, 1 de oro y 1 de platino)
  • Precio recomendado: 69,99€
  • Otras plataformas disponibles: Xbox 360 y PC

INTRODUCCIÓN

A principios de la década de los noventa (1992) y desarrollado por Id Software, irrumpía en el mercado Wolfenstein 3D, un videojuego de disparos en primera persona que llegaría a convertirse en el pionero de los shooters actuales. En dicho título, el agente William J. Blazkowicz intentaba derrocar al poderoso régimen nazi mientras huía del castillo Wolfenstein. Más adelante, el juego recebiría la expansión Nocturnal Missions, que era una precuela centrada en los planes de guerra química de los alemanes.

Tal fué el éxito cosechado por el videojuego en PC y en GBA, que un año después, saldría a la venta para PC la continuación en forma de precuela llamada Spear of Destiny. En esta ocasión, Blazkowicz estaba en una misión secreta, cuyo objetivo era arrebatar la Lanza del destino a los nazis.

Diez años después, y en pleno apogeo de la PS2 y la Xbox, la saga renacía en las consolas con Return to Castle Wolfenstein, título que dos años antes había sido lanzado para PC. En esta entrega nuestro agente americano tenía que investigar los rumores relacionados con los proyectos secretos de un poderoso general nazi de la División Paranormal de las SS. Al final, Blazkowicz, intentaba impedir la resurrección de Heinrich I, un poderoso enemigo apodado el «príncipe guerrero no muerto».

El modo multijugador de Return to Castle Wolfenstein revolucionó el mundo del juego online tanto en PC como en Xbox Live, y prueba de ello es que fue uno de los más jugados de aquella época.

Después de unos cuantos años en el olvido, una nueva entrega de este aclamado shooter hace su aparición en PS3, Xbox 360 y PC. En esta ocasión, el juego, que se llama Wolfenstein a secas, no ha sido desarrollado por ID Software, si no por Raven, la cual ya ha trabajado en títulos tan prestigiosos como Soldier of Fortune, Hexen y Necrodome.

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ARGUMENTO

Por enésima vez, volvemos a meternos en la piel del espía norte americano B. J. Blazkowicz, un condecorado miembro de la Oficina de Acciones Secretas (OAS), que es enviado en misión especial al corazón del Reich para investigar si son ciertos los rumores que hablan de la existencia de una nueva arma secreta nazi.

Mediante una espectacular escena cinemática, que a la postre sirve de prólogo del juego, veremos como el agente Blazkowicz intenta huir de un buque de guerra enemigo, mientras es perseguido por los nazis. En su afán de averiguar lo que traman los alemanes, nuestro protagonista encuentra un medallón dotado de unos extraños poderes, que le ayuda a escapar de tan peligrosa situación.

Ya en la Oficina de Acciones Secretas, los altos cargos de esta organización, deciden enviar al espía norte americano a la ciudad alemana de Isentad para averiguar de dónde procede el medallón. Poco a poco, y con la ayuda de la resistencia, Blazkowicz va descubriendo todos los secretos que envuelven a esta mortífera arma y como los nazis pretenden usar el poder de una oscura dimensión pararela, conocida como «velo» para conseguir la victoria.

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GRÁFICOS

Pocas veces hemos visto como la evolución de un veterano motor gráfico, es capaz de ofrecer unos gráficos tan notables en un videojuego. Raven Software ha sabido exprimir la versión mejorada del motor gráfico de Doom 3, para ofrecernos un apartado gráfico muy correcto, pero que no llega a la altura de los mejores shooters de esta generación.

Los escenarios de Wolfenstein son variados, repletos de detalles y con una ambientación muy lograda, además, en muchos de ellos, podemos observar abundante simbología nazi. En todos los niveles encontramos una enorme cantidad de elementos con los que podemos interactuar y romper, como cajas, barriles, o ventanas. Lo que es decepcionante, es que en determinadas zonas, algunos elementos rompibles dejan de serlo como por ejemplo los cristales de las ventanas.

El modelado de los personajes principales es bastante aceptable, al igual que sus expresiones faciales, que nos muestran en cada momento, su estado de ánimo. Es una verdadera lástima, que esto no ocurra con el resto de personajes, especialmente con los enemigos, a los que se les hecha en falta un mayor númeo de polígonos. El diseño artístico de los personajes rebosa calidad, y prueba de ello es la indumentaria del ejército alemán, cuyos uniformes están recreados al milímetro.

Lo más espectacular de este apartado, es sin duda, ver el efecto de nuestros ataques en los cuerpos de los enemigos. Dependiendo del arma que utilizamos, podemos ver cuerpos mutilados, electrocutados o calcinados. Por ejemplo, si disparamos una bala a un enemigo, este reacciona de forma diferente dependiendo de la zona en la que se ha producido el impacto. El punto de impacto queda siempre reflejado en el cuerpo, pero si alcanzamos una extremidad, esta queda seccionada dependiendo de la potencia del disparo. Es curioso observar como al impactar una bala en un casco, este sale volando, con lo que si queremos abatir a un soldado que lleva este accesorio, lo mejor es apuntarle en la cara.

Wolfentein cuenta con pequeños detalles gráficos dignos de alabar como el hecho de ver las gotas de agua en la pantalla cuando andamos por las alcantarillas y esta nos cae encima, o la excelente recreación de la niebla. Sin embargo, un elemento tan importante como el juego de luces y sombras, simplemente cumple con su cometido.

Una vez podemos acceder a la otra dimensión y activamos el velo, los escenarios pasan a ser de color verde, al igual que cuando usamos las gafas nocturnas en Call of Duty. Es entonces cuando descubrimos varios elementos que no podemos ver a simple vista, como fuentes de energía para recargar el velo, escaleras u objetos secretos. Pero eso no es todo, ya que con el velo también apreciamos ciertos objetos de color rojo que nos sirven para finiquitar a los soldados del ejército nazi.

Es sorprendente comprobar como el motor gráfico consigue que todo este conjunto de enemigos, explosiones y poderes sobrenaturales fluya con total naturalidad, sin ralentizaciones ni caídas de framerate.

Las pocas cinemáticas que hay en el videojuego son de una calidad abrumadora, y al visionarlas pensaremos que estamos viendo una película de verdad. Sin duda podemos afirmar que están al mismo nivel que las que vemos en los mejores shooters de esta genarción.

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SONIDO

Como ya suele ser habitual en los shooters, el apartado sonoro no es muy relevante, y exceptuando el tema principal, las demas composiciones se limitan a ensalzar la atmosfera de tensión en la que se desarrolla la aventura.

Los efectos sonoros están muy bien logrados, especialmente todos los relacionados con las armas y explosiones. El único punto negativo es que existen objetos que no se destruyen, como determinadas cajas y ventanas, pero que al ser golpeados producen el mismo sonido que si se hubieran roto.

Es de agradecer que el videojuego venga completamente doblado al castellano, ya que de esta forma, no nos perdemos nin una pizca de la acción. El diálogo entre los personajes es bastante coherente, lo que demuestra que se ha hecho un buen trabajo de localización a nuestro idioma.

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JUGABILIDAD

Wolfenstein es un shooter fantástico en primera persona donde tenemos que ir superando todas las misiones que se le plantean al agente norte americano Blazkowicz, con el único objetivo de frustar los maléficos planes del ejército nazi.

Después de superar la misión que nos sirve de tutorial, nuestro objetivo es averiguar que traman realmente los nazis. Para despejar esta incónita, tomamos el control de Blazkowicz y nos dirijimos a la ciudad alemana de Isenstad. Dicha ciudad, nos permite movernos libremente por el mapeado en busca de misiones, mientras hablamos con los miembros de la resistencia.

Para completar una misión, préviamente tenemos que desplazarnos por las calles de Isenstad hasta llegar a nuestro destino con la ayuda de una brújula. Por el camino encontramos muchos enemigos a los que tenemos que eliminar, pero a medida que avanzamos la aventura, su número y su IA va en aumento, con lo que la mejor opción es avanzar por el alcantarillado para ahorrar toda la munición posible.

Lo cierto es que llega un punto en que si quemos derrotar a los enemigos más complicados no tenemos más remedio que hacer uso de la exploración para encontrar los libros y documentos que nos sirven para desbloquear mejoras para las armas. Si queremos customizar un arma, hay que tener dinero, y para eso es necesario encontrar las bolsas y lingotes de oro que están escondidos por los mapeados. Una vez tenemos el dinero suficiente, nuestra misión es encontrar la guarida más cercana de los estraperlistas, los cuales nos potencia el arma a cambio de unos dólares.

Al principio, contamos con armas reales, como la metralleta MP40, o el fusil Kar 98, además de las granadas de fragmentación. A partir de la segunda mitad de la aventura, también conseguimos armas futuristas como el cañón de partículas, el arma Tesla o el Leichenfaust 44. En total llegamos a coleccionar 8 armas, y aunque todas ellas son personalizables, hay que tener mucho cuidado en elegir bien la mejora porque no encontramos el suficiente dinero para maximizar todo nuestro arsenal.

En esta aventura, los desarrolladores le han dado mucha importancia a la interactuación con el entorno, ya sea para sacar partido contra nuestros adversarios o para encontrar munición, documentos y oro. Por ejemplo, podemos inspeccionar cajones en busca de docuentos, romper cajas donde puede haber munición o disparar a un barril de gasolina para que explote en las narices de un batallón de enemigos.

Dominar los controles no es una tarea complicada, ya que son muy parecidos a los de la saga Call of Duty. Con ::[equis]:: saltamos, con ::[circulo]:: nos agachamos, y con ::[triangulo]:: usamos o recogemos objetos. Si llevamos un arma, con ::[cuadrado]:: la recargamos, con R1 disparamos, L1 sirve para hacer un zoom y con R2 podemos cambiarla por otra, pero eso sí, el juego se pausará. Si preferimos ser más sigilosos o pelear cuerpo a cuerpo, podemos pulsar R3 para dar a nuestros rivales, un golpe con nuestra arma. Para finalizar los contoles básicos, con L3 esprintamos y con select abrimos el diaro donde podemos consultar los mapas, los objetivos, los documentos encontrados, las mejoras desbloqueadas y para desbloquear de nuestras armas y las estadísticas.

Hasta este punto, podemos hablar del típico shooter, pero es que Wolfenstein no lo es. Digo esto porque el medallón que conseguimos al inicio de la aventura nos llega a proporcionar ciertos superpoderes que potencian descomunalmente la jugabilidad. Para no agobiarnos, los desarrolladores nos van dando estos poderes uno a uno, a medida que avanza la historia. De esta manera, al principio, el medallón sólo nos permite acceder a una dimensión pararela conocida como el «velo». Pulsando la cruceta hacia abajo, todo el escenario pasa a ser de color verde, y es entonces cuando descubrimos nuevos caminos, escaleras y fuentes de velo, que sirven para recargar este misterioso dispositivo. Además, esta especie de visión nocturna marca de color rojo los lugares que ocultan libros secretos, los objetos que podemos utilizar contra los enemigos y sus puntos débiles.

Los otros poderes, son el escudo, el de suspensión y el de potencia. El escudo, representado por un cristal azul, nos protege de los disparos de bala de los nazis; con el cristal amarillo obtenemos el poder de suspensión, que nos permite ralentizar el tiempo para esquivar las balas y atacar con más facilidad a los enemigos, y por último con el cristal rojo de potencia, que tal como indica el nombre potencia nuestras armas, podemos disparar a través de las paredes y escudos de energia oscura. Todos estos cristales, no solo sirven para vencer en el campo de batalla, si no que tambien podemos utilizarlos para superar ciertas trampas o minipuzzles.

En Wolfenstein encontramos muchos enemigos y variados, desde soldados con armas de fuego, hasta los imprevisibles hombres invisibles que logran acabar con nuestra vida en un abrir y cerrar de ojos. Su IA artificial es muy buena, ya que van variando su patrón de ataque y algunos de ellos nos persiguen por el escenario. Para vencer a los más poderosos, especialmente los enemigos finales, es imprescindible el uso del velo porque de esta manera descubrimos sus puntos débiles.

El modo online de este título no logra ser tan divertido como el modo campaña, y esto pasa porque incomprensiblemente nos reducen los poderes del velo. Si a este factor negativo le sumamos que sólo hay 8 mapas y tres modalidades de juego, el resultado es que al cabo de unos días nos cansamos de jugar.

Las tres modalidades de juego son el ya conocido combate a muerte por equipos, donde pueden participar hasta seis jugadores por bando con el único objetivo de conseguir más bajas; el modo Objetivos donde debemos realizar ciertas misiones y el contrarreloj. En el modo online tenemos la posibilidad de escoger uno de los tres roles que hay disponibles: soldado, médico e ingeniero. Cada uno de ellos puede usar uno de los cuatro poderes del velo, excepto el poder de ralentizar el tiempo. Al igual que pasa en otros juegos, nuestro personaje va aumentando de nivel y el número de soldados que eliminamos se traducen en dinero que podemos utilizar para mejorar nuestro arsenal.

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ENTRE TÚ Y YO

A los pocos minutos de jugar a Wolfenstein, te darás cuenta que el título pertenece a la segunda división de los shooters del actual catálogo de PlayStation 3. Al compararlo con los últimos videojuegos de las tres franquicias más potentes (Call of Duty, Killzone y Resistance) vemos como técnicamente es inferior, especialmente en su apartado gráfico.

Dejando de lado este handicap, el modo campaña de Wolfenstein es bastante entretenido ya que entremezcla la acción, la exploración y la customización de las armas. Es este último aspecto uno de los más divertidos, porque nos obliga a buscar el oro y los libros que están escondidos por los escenarios para poder mejorar el rendimiento de nuestras armas. Lástima que las misiones que tenemos que cumplir sean ir desde un punto a otro, con lo que el juego termina siendo un poco lineal y repetitivo.

Aunque a estas alturas, encontrar elementos novedosos en un shooter es casi imposible, y más aún cuando este género es el más sobrexplotado de esta generación, Wolfenstein consigue rizar más el rizo con la inclusión de una dimensión pararela, que en definitiva sirve para dotar al juego de un plus de jugabilidad.

Muchos pensarán que el binomio nazis-superpoderes es ridículo, pero en realidad, el uso del medallón es de lo mejorcito de este título. Una vez estamos en la otra dimensión, además de descubrir secretos y nuevos caminos, podemos finiquitar a los enemigos con nuestros poderes del velo. Imagínate que vas por un estrecho pasillo y de repente un pelotón de nazis intentan acabar con tu vida. Pues bien, activas el escudo antibalas, ralentizas el tiempo, le das a potencia y empiezas a disparar a todo bicho viviente sin dejar títere con cabeza. En muchas ocasiones estos superpoderes son excesivos porque te dan demasiadas ventajas, como esquivar balas o poder disparar através de las paredes.

El juego tiene momentos muy espectaculares como las impresionantes cinemáticas o los enemigos finales. Cuando nos enfrentamos a ellos, préviamente tenemos que buscar sus puntos débiles mediante el velo, y después trazar una estretegia que nos permita derrotarlos.

Lo realmente decepcionante de este título es su modo online, tan importante hoy en día. Con sólo 8 pequeños mapas y tres modos de juego, nuestro objetivo será ir subiendo de rango en las tres categorias de que disponemos mientras customizamos nuestras armas. Una modalidad muy simple, que termina haciéndose cansina a las pocas horas, ya que de manera incomprensible, se nos ha limitado el uso de los superpoderes del velo.

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CONCLUSIONES

El debut de la saga Wolfenstein en la actual generación de consolas nos deja a todos un sabor agridulce, ya que enfrente tenemos un videojuego divertido y largo, pero que no ha supuesto ninguna revolución dentro del género como muchos podrían llegar a pensar. Por enésima vez, volvemos al conflicto de la Segunda Guerra Mundial, repetiendo la misma fórmula jugable pero potenciándola con el uso de poderes sobrenaturales.

Si al principio de la década de los 90 la franquicia maravilló a todo el mundo con el modo online de Return to Castle Wolfenstein, esta vez, podemos afirmar que la modalidad online está un peldaño por debajo en comparación con la de los shooters más potentes del catálogo de PlayStation 3.


En definitiva, si te gusta este género y todavía no te has cansado de matar nazis, Wolfenstein es buena opción, siempre y cuando le perdones algunas pequeñas carencias técnicas y no te importe pasarte más tiempo jugando al modo campaña que al online.

A favor:

El argumento.
Las armas customizables.
Los secretos.
Su duración.
Viene doblado y traducido al castellano.
Las cinemáticas.
Los poderes sobrenaturales del velo.
La ambientación.
Los enemigos finales.


En contra:

Su linealidad.
Que se pause el juego cuando cambiamos de arma.
La modalidad online.
La elevada IA de algunos enemigos.
Las misiones deberían ser más variadas.

80
Jugabilidad: 8.5
Gráficos: 7.5
Sonido: 8.25
Satisfacción: 8