Análisis Tales of Zestiria (PS4)

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El Pastor y su viaje por la salvación
Por César Rebolledo 26 octubre, 2015

Cuando hablamos de JRPGs, en los últimos años podemos estar hablando de muchas cosas dentro del mercado occidental. Gracias a la globalización del sector y a los nuevos canales de distribución, recibimos una buena parte de los juegos que en otras épocas no habrían llegado ni siquiera como lo hacen muchos a día de hoy (en formato digital únicamente y sin subtítulos al castellano, “globos sonda” para ver cómo funcionaría una franquicia fuera del mercado japonés). Sin embargo, hay una que en los últimos años ha destacado sobre las demás y hoy presentamos su última entrega: Tales of Zestiria.

Sorey y Mikleo se encuentran explorando unas ruinas cuando, debido a un accidente, descubren que la zona es más amplia de lo que parece y comprende también un subterráneo. Al poco de continuar con su trabajo, descubren a una persona inconsciente a la que deciden salvar antes de volver a su pueblo. No tardaremos en ver que hay algo raro sobre esta chica, ya que cosas bastante normales la sorprenden. Claro que no es el único del que no tardaremos en recibir una sorpresa… ¿Serafines?

A nivel visual, el juego deja bastante que desear en cuanto a la presentación en sí misma. Es decir, tenemos los personajes por lo general bien diseñados, de bastante calidad y muy detallados, pero por el otro, aún tenemos los terribles escenarios a los que estamos acostumbrados en la saga Tales. Popping (sobre todo de enemigos, imposible de no ver), dientes de sierra bastante evidentes y, cómo no, esa vegetación que parece hecha de papel. Estamos acostumbrados a esto con la franquicia, a los escenarios poco detallados y tenemos en cuenta que no deja de ser un port de la versión de PS3, pero a estas alturas, esperábamos algo mejor.

Por supuesto, el juego está salpicado de varias escenas de anime que sirven para destacar los momentos más importantes de la historia y que, como siempre, tienen un nivel de calidad bastante alto.

A la hora de entrar en combate, los fans estarán en tan sólo dos lugares posibles: o bien encantados, o bien decepcionados. Se ha simplificado el sistema de combate, haciéndolo posiblemente mucho más accesible a los profanos pero quizás se pierde un poco con respecto a Xillia, sobre todo a la hora de hacer grandes cadenas de ataques, que tardarán bastante en volverse mínimamente interesantes.

En términos generales, eso sí, se mantienen las bases de siempre: tenemos dos barras, una de vida y otra que se consume a la hora de hacer ataques o ataques especiales, magia, artes… la posibilidad de combinar determinados ataques para llevar a cabo las mortíferas Artes Místicas sigue estando presente. Podemos movernos libremente por el escenario de combate, o bien restringirnos a acercarnos y alejarnos del enemigo, aunque siempre con cuidado de no acercarnos a las paredes por cierto problema que puede darse con la cámara y nos ha sucedido en dos ocasiones. Suponemos que se solucionará con futuras actualizaciones. No obstante, hay un factor que quizás está mal diseñado: la defensa.

Con la defensa podemos lógicamente bloquear ataques y recuperar CE (la barra para ataques y ataques especiales), así como hacer fintas a los enemigos para flanquearlos y no atacar de frente, con el riesgo a sufrir represalias. El problema es que esta facultad es desmesuradamente útil y abusando de ella, los combates pueden resultar bastante simples.

Hablando de dificultad, el juego ofrece varios niveles de dificultad desbloqueados desde el principio, con tres niveles por encima del normal, para aquellos que busquen un reto. En los niveles de dificultad más altos ganamos menos experiencia para subir de nivel, pero es más sencillo conseguir mejor equipamiento, algo esencial, como explicamos a continuación.

A diferencia de otros juegos de rol, cuando tengamos problemas no bastará con darnos la vuelta, subir unos cuantos niveles y volver a partirle la cara al jefe que nos ha aniquilado. No, en Zestiria, el nivel no es ni de lejos tan significativo como lo es el equipo que esté a nuestra disposición. Así pues, escoger bien el nivel de dificultad según lo que nos creamos capaces de hacer es esencial: es posible que nos encontremos con que una de las configuraciones de dificultad elevadas sea, a medio y largo plazo, mucho más fácil de superar que la dificultad básica, en la que posiblemente tengamos muchos problemas a la hora de mejorar a nuestros personajes para poder superar algunos de los combates más complicados del juego. En lo que respecta a los stats (vida, ataque…) los mejoramos con hierbas, objetos consumibles que iremos encontrando en nuestro viaje.

Es interesante también el efecto que producen distintas combinaciones de equipo. Cada pieza tiene una habilidad que se encaja en una de cinco posibles categorías. Combinar varias habilidades de la misma categoría puede conseguir desde un efecto mejorado hasta efectos únicos y especiales, que cambien completamente la forma de afrontar los combates más difíciles.

Seamos claros, el JRPG, que para muchos es el género del rol por excelencia frente a los juegos de rol más occidentalizados, vivió su época dorada durante la generación de PSX. A día de hoy, es complicado encontrar buenos juegos de ese corte clásico, capaces de innovar sin pasarse ni querer meter con calzador nuevas funciones que ofrecen las plataformas actuales y que no cuajan. Por fortuna, la saga Tales quizás no se reinvente con cada entrega, pero desde luego, mejora, afina y ofrece buenos juegos.

Sin embargo, Zestiria está muy enfocado a nuevos jugadores y no a los que ya hayan jugado a Tales anteriores, en especial y por mencionar uno de los más recientes, Tales of Xillia, posiblemente una de las mejores entregas de la franquicia. Si bien se profundiza en algunos aspectos, la simplificación a la hora de luchar es un gran paso atrás, casi como intentando que aquellos que no sean aficionados al género lo encuentren muy accesible, lo que puede decepcionar a sus seguidores.

El sistema de seguimiento del objetivo principal resulta un tanto confuso, ya que en ocasiones no tienes ninguna indicación de la dirección a seguir en el objetivo principal, lo que puede llevarte a perder mucho tiempo dando vueltas innecesarias, teniendo que suponer por tu cuenta a dónde ir.

Una compra muy a tener en cuenta si no tienes ningún JRPG en tu colección de PS4 (el juego también está disponible en PS3) pero, desde luego, los fans de la saga van a estar seguramente divididos al comparar Zestiria con las entregas anteriores.

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Jugabilidad: 6.5
Gráficos: 6.5
Sonido: 8
Satisfacción: 6.5

Análisis

La saga Tales se estrena en PS4, pero la sombra de las entregas anteriores es alargada. Si no habéis jugado a otros juegos de la franquicia, sin duda podréis disfrutarlo como el buen JRPG que es, pero aquellos que sí lo hayan hecho es posible que vean más pasos atrás que adelante.