Análisis Skylanders SuperChargers (PS4)

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Por tierra, mar y aire los Skylanders vuelven a ganar la carrera de la calidad en el género “toys-to-live”
Por Manuel Gimeno 7 octubre, 2015

Los debates sobre la periodicidad anual de las entregas más destacadas y la calidad que cada una de ellas expone es algo habitual en franquicias tan importantes como Assassin’s Creed, EA SPORT FIFA o Call of Duty. Desde el usuario y la prensa especializada se suele temer a que un corto periodo de tiempo de desarrollo acabe desembocando en un producto incompleto, con gran cantidad de problemas técnicos y lejos de la frescura que debería ofrecer al fan incondicional de cada saga. Sin embargo, hay juegos que siempre escapan de este miedo a pesar de su frecuencia de aparición, y entre éstos se encuentra Skylanders.

Y es que año tras año, la que es desde hace tiempo una de las franquicias más exitosas de Activision, demuestra que dispone de ideas frescas para seguir reinando en un género como el de toys-to-live que cuenta con grandes competidores como Disney Infinity o LEGO Dimensions (éste último no saldrá finalmente en España por el momento). Tal vez los Skylanders no tengan el carisma que atesoran sus dos grandes rivales, pero está muy claro (y SuperChargers lo demuestra) que en cuanto a propuesta interactiva ninguno de los dos se acerca tan siquiera a los ahora motorizados héroes.

Muestra de todo lo que comentamos es el cambio de registro tan radical que ha experimentado la saga con SuperChargers. Un cambio que complementa el entramado de acción y aventuras del juego con la competición y la velocidad de unos vehículos que logran ampliar la diversión de forma exponencial, haciendo que la variedad se vea extendida y se capte incluso la atención de los más mayores de la casa.

Un cambio radical que tal vez propició incluso una maniobra de promoción diferente, y que llevó a Activision a patrocinar a un joven y prometedor piloto de motos como Enea Bastianini en dos grandes premios para ligar la idea a un plano real tan potente como el Campeonato Mundial de Motociclismo. Tal vez también aquí se entiende el mensaje de que el producto no va exclusivamente para los niños y niñas fieles a la saga, sino también a los mayores que les acompañan y que se lo pasarán igual de bien con esta nueva entrega.

Porque SuperChargers emana, de alguna manera, emoción y competición; recuerda esas divertidas sesiones con Crash Team Racing o Mario Kart. No hablamos del mismo tipo de juego, evidentemente, pero sí de la misma búsqueda de integración con todos los miembros de la familia o de los propios amigos. Skylanders SuperChargers apuesta por llevar el juego a cotas de entretenimiento elevadas tanto en la faceta individual, como en la cooperativa y competitiva online, ofreciendo en cada vertiente alicientes suficientes como para exprimir la propuesta de mil maneras diferentes.


Activision patrocinó al piloto Enea Bastianini en las carreras de Misano y Aragón

Y de todo esto, por supuesto, es culpable la inclusión de los vehículos. En las fases de la historia en las que, nuevamente, deberemos salvar Skylands de terribles y horrendos peligros, combinaremos la acción y las plataformas habituales bajo el control de los Skylanders con otras de conducción, carreras, persecuciones y mucha velocidad con los nuevos coches. Estos dispondrán de diferentes características, dividiendo su naturaleza entre los que pueden correr por tierra, los que navegan por las aguas o los que surcan los cielos.

Aquí justamente es donde reside el componente de coleccionismo de los juguetes, y es que el pack de inicio traerá consigo un vehículo terrestre y dos Skylanders. En total, con esta nueva entrega, se añaden hasta 20 nuevos héroes y otros 20 vehículos, siendo necesario adquirir al menos un transporte aéreo y otro acuático para completar las fases secundarias de la aventura. No será necesario hacer este desembolso para terminar el juego, pero en cambio sí se requerirá tener un coche de cada tipo para completar todas las misiones secundarias que nos propone el proyecto de Vicarious Visions.

Porque, más allá de las 10 horas aproximadas que dura la historia principal, Skylanders SuperChargers ofrece un potentísimo componente de rejugabilidad basado en el coleccionismo de sus figuras y su utilización en todas las tareas alternativas que complementan el argumento base. Desde pequeños minijuegos, a las ya nombradas carreras por mar y aire, e incluso una pequeña y curiosa copia de Hearthstone dentro del juego, el título rebosa variedad por los cuatro costados, y asegura una longevidad en el juego que atrapará a los más pequeños de la casa durante un montón de horas.

Lo aseguramos también rescatando la referencia que hemos hecho al principio de la variante cooperativa y competitiva del juego. Y es que no solo podremos jugar en compañía como en otras entregas, llegando incluso a ocupar un vehículo con otro amigo o familiar; sino que competiremos a través de Internet con otros usuarios en carreras que aportan buenas dosis de diversión y emoción a un juego que parece negarse a caer en la monotonía y la previsibilidad. Skylanders SuperChargers no para de sorprender de principio a fin, y busca incluso decirle a los mayores de la casa “eh, soy el juego que siempre quisiste tener cuando eras pequeño”.

Pero ni aunque el hecho de que el público potencial del juego apenas llegue al metro y medio de altura hace que Vicarious Visions se relaje ni un ápice en el apartado audiovisual. Entrañable, sólido, vistoso, colorido… son adjetivos que le sientan como anillo al dedo, y que reforzarán aún más el vínculo con una saga que estamos seguros nunca olvidarán los pequeños jugadores. Cada nivel sorprende, cada Skylanders impresiona, y esos estímulos no pasan desapercibidos en absoluto. Y si a todo esto le añadimos un excelente doblaje al español, ¿cómo no cabe esperar que estas navidades todo niño o niña añada SuperChargers a su carta a los Reyes Magos?

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Jugabilidad: 8.75
Gráficos: 8.5
Sonido: 8.5
Satisfacción: 9.25

Análisis

Skylanders SuperChargers vuelve a colocar a la franquicia como la mejor de todas en el género “toys to live”. Los vehículos elevan la diversión de la propuesta sobremanera, y aseguran el entretenimiento de pequeños y grandes de la casa durante mucho tiempo.