Análisis Rugby 15 (PS Vita)

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Una licencia atractiva que no recibe el trato que debería merecer
Por Jesús Salvador 21 enero, 2015

A bote pronto, la idea de un juego sobre rugby que engloba a cuatro de las más poderosas ligas del continente europeo, además de los torneos más emblemáticos de este deporte a nivel mundial aunque carezcan de una licencia oficial; puede parecer atractivo a cualquier fan que se precie de su deporte favorito. En España el rugby es un deporte de los denominados minoritarios y seguramente la mayoría de los ciudadanos de a pie tendríamos dificultades para nombrar el nombre de uno o dos equipos de la liga española. Ya ni mencionar los torneos francés, escocés o inglés que gozan de mucho prestigio y con una legión de seguidores en sus países. Así que si queremos aventurarnos en una nueva experiencia más allá de sonarnos la Santboiana, el Cisneros o el Quesos Entrepinares, al menos esperamos que el resultado del videojuego en cuestión nos aporte una sensación de inmersión digna y una jugabilidad que asuma su componente de simulador para que nuestra vivencia se aproxime a lo que debe ser un partido de rugby real.

Los chicos de HB Studios bajo el abrigo de la distribuidora Big Ben Interactive (a España lo ha traído BadLand Games) han pergeñado una especie de engendro que trata de acercarnos un deporte que, visto el resultado, igual preferiríamos no haber tenido la inquietud de conocer a través del entretenimiento virtual que nos ofrece la potente portátil de Sony, tan poco aprovechada para este título. Ni siquiera podremos disfrutar de panorámicas de los estadios emblemáticos como Twickenham, Murrayfield o el Stade de France. Al jugar siempre vemos solamente el terreno de juego, prácticamente invariable. Solo notaremos un cambio al jugar en distintas ligas en los colores de las pancartas publicitarias y en los postes de anotación y en ocasiones que veremos marcadas en número las líneas de 22 y 50 y otras no, así como alguna variación en la superficie de juego, con distintos tipos de color en la hierba.

Han pasado veintiséis años desde que Dino Dini programara para Anco el genial juego de futbol Kick-Off que tan buenos ratos dejó a los jugadores de medio mundo. Si sólo hubiesen pasado unos pocos años podríamos ver que Rugby 15 era un digno sucesor en lo que a su apartado gráfico se refiere, pero más de cinco lustros después se antoja bastante pobre ver a unos pequeños muñequitos corretear por el campo con unas animaciones no muy variadas. Todos los ensayos se realizan con el jugador lanzándose al suelo en plancha, aunque ni siquiera vayamos corriendo por la zona de ensayo, por lo que hubiese sido más realista conseguir un ensayo dejando el balón en el suelo.

El apartado gráfico es un tanto limitado, aunque tampoco es que se le pueda exigir mucho más si queremos poder seguir el juego de una forma correcta. Hay dos opciones de cámara, la que nos permite seguir la acción desde el lateral de la banda y la que nos muestra el campo de un extremo a otro. Ésta segunda nos permite ver en un tamaño un poco mayor a los jugadores y se puede apreciar mejor la disposición de los rivales, sobre todo la del hombre más retrasado de la defensa rival. Resulta cuanto menos curioso que a la hora de realizar una transformación o un golpe de castigo contra la portería contraria la acción siempre sea vista desde la cámara lateral.

Nos encontraremos con dos posibilidades climáticas que apenas ofrecen diferencias entre jugar en seco o en lluvioso. Por otra parte el viento si afectará en mayor medida nuestras acciones, sobre todo a la hora de patear el balón puesto que la trayectoria se verá afectada por la acción del mismo, incluso la distancia a la que seremos capaces de anotar un golpe de castigo o una transformación si tenemos el viento en contra. Los menús son resultones de diseño, modernos y con muy diversas opciones, desde los clásicos ajustes a mostrarnos de forma individual cada uno de los modos de juego en una interfaz limpia y agradable de ver. Tendremos un completo apartado de estadísticas de nuestros jugadores y de los equipos restantes de las ligas, la posibilidad de elegir entre tres modos de dificultad (fácil, media y difícil) y podremos elegir la duración de cada parte de los partidos desde un mínimo de cinco minutos hasta la duración real de cada parte que es de cuarenta minutos.

El apartado sonoro quizás sea de las facetas más cuidadas del juego, ya que casi todo raya a un buen nivel, desde los efectos a los comentarios en inglés de buena calidad que cuentan con las voces de los narradores habituales de rugby de la cadena inglesa Sky Sports. Los comentarios corren a cargo de Stuart Barnes (antiguo jugador inglés de rugby en los ochenta y hasta mediados de los noventa y comentarista de Sky Sports) y Miles Harrison (periodista deportivo y narrador de los partidos de rugby en Sky Sports). Por el contrario la banda sonora del juego apenas cuenta con un par de temas machacones y repetitivos que ambientan los menús.

El juego cuenta con las licencias de la Aviva Premiership (Inglaterra), Top 14 (1ª División francesa), Pro D2 (2ª División francesa) y Pro 12 (también conocida como Liga Celta o Guiness Pro 12, que engloba a equipos de Irlanda, Escocia, Gales e Italia). Además podemos disputar el torneo 6 Países (que imita al VI Naciones), el 4 Naciones (que incluye a las selecciones de Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y Argentina), un Trofeo Europeo (que permite enfrentar a equipos de diferentes países de Europa) y el 15 del Sur (que vendría a ser el equivalente a la liga Super Rugby que se juega en Australia pero los equipos aparecen sólo por su localidad de origen, sin apodos). En los torneos licenciados los jugadores y los equipos son reales, cosa que no sucede en el resto, donde los nombres de los jugadores son inventados.

Todo lo que rodea al apartado jugable de Rugby 15 ha tratado de ser simplificado para acercar este deporte a cualquier aficionado sin muchas complicaciones. Es de agradecer el esfuerzo de HB Studios ante un deporte a veces complicado de entender incluso para los aficionados al entrar en juego muchos factores dentro de sus reglas, contando con fueras de juego, la importancia de la posición de los jugadores a la hora de recibir un pase con la mano o las situaciones donde se decreta la formación de una melee o se pita un golpe de castigo. Toda esta simplicidad de manejo puede dejar a los aficionados más puristas un tanto descolocados en la simulación pues en muchos casos nos veremos ganando un ruck (pequeña melee que se forma al placar a un jugador) y limitándonos a pasar el balón y correr hasta superar a los rivales por algún hueco en su defensa y lograr el ensayo, como si no hubiese más jugadores en el equipo. Así será en los modos de dificultad más bajos ya que para ganar a un equipo igualado en el modo de dificultad difícil ya nos encontramos con otro cantar y podemos presenciar como los enemigos copian los mismos movimientos de nuestros jugadores como si de un baile sincronizado se tratara, da igual lo rápido que nos movamos o cambiemos de dirección, el defensa nos seguirá instantáneamente como si lo llevásemos cosido a nuestro pie.

El juego cuenta con escasos modos de juego, ya que sólo podremos disputar partidos amistosos, crear una copa o participar en alguna de las ligas o torneos predeterminados, nada de poder llevar a cabo un entrenamiento en el que poder mejorar nuestras habilidades en el pase o lanzando a palos y tampoco un modo de habilidad o de lanzamiento de transformaciones donde pulirnos un poco más o simplemente disfrutar de una experiencia diferente a saltar al campo a dejarnos la piel contra el equipo contrario. Eso sí, si queremos completar cada uno de los torneos disponibles el juego nos depara una buena cantidad de horas viendo correr y placar a nuestros pequeños jugadores tanto a niveles de competiciones nacionales como internacionales. La única pena es no poder contar con la División de Honor de la liga española de rugby pero esta queda lejos del nivel mostrado por el resto de ligas importantes de Europa. Como muestra, el campeón de la competición española accede a disputar el segundo torneo a nivel europeo de clubes, la European Challenge Cup, pero no la Copa Heineken (a día de hoy conocida bajo la nueva denominación de Copa de Campeones Europea de Rugby desde 2014). Por lo que no veremos a los campeones españoles VRAC Quesos Entrepinares de Valladolid desfilar por el juego.

Emular a los jugadores de Northampton Saints (campeones de la Aviva Premiership inglesa en la temporada 2013-2014) a los del RC Toulon (campeones de la liga Top 14 francesa en la campaña 2013-2014) o a los de las grandes selecciones como Nueva Zelanda (últimos campeones del mundo en 2011) o a los que disputan el Torneo VI Naciones bajo los escudos y camisetas de Inglaterra, Italia, Gales, Escocia, Irlanda y Francia, es posible si salvamos todos los defectos que podemos encontrar en Rugby 15, un quiero y no puedo que queda lejos de juegos de rugby más correctos como Rugby Challenge 2.

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Jugabilidad: 5
Gráficos: 5.5
Sonido: 7
Satisfacción: 4

Análisis

Rugby 15 en su versión para PlayStation Vita queda retratado como un juego que simplifica tanto el rugby para acercarlo al público en general que lo desvirtúa de cara al aficionado medio. El juego no termina de ser redondo, y además cuenta con un apartado técnico bastante pobre para dejar correr una licencia que podría ser atractiva por englobar las competiciones de clubes más importantes de Europa con licencia oficial. Como el propio deporte nos enseña a medida que jugamos, en rugby no se puede dar un pase hacia adelante, en el juego a la mano solo se permiten pases atrás y lo que es una regla en el videojuego se convierte en un defecto que se paga muy caro, puesto que Rugby 15 es un claro paso atrás, lo que sólo le hace llegar al aprobado raspado.