Análisis Rory McIlroy PGA Tour

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EA Sports vuelve a firmar un juego de golf
Por J.D. Hernandez 28 julio, 2015

Si algo caracteriza a EA Sport es que puede sacar al mercado juegos de prácticamente todos los deportes: fútbol, baloncesto, tenis, golf… rara vez se le escapa alguna competición a la compañía. Como no podía ser de otra manera, esto hace que muchas superestrellas de los diferentes deportes aparezcan en portada o incluso den nombre al juego. En el caso del golf, durante unas cuantas entregas fue Tiger Woods el encargado de dar nombre e imagen al simulador de golf de la compañía canadiense.

Todos sabemos que Tiger Woods tuvo un escándalo que poco a poco le fue costando su carrera y también EA dejo de ficharle como imagen para su juego de golf. Después de un parón de dos años la empresa vuelve con otro juego, pero esta vez bajo el nombre de Rory McIlroy PGA Tour tomando así el jugador del norte de Irlanda de 26 años el testigo del pícaro Tiger.

Los comienzos en las nuevas generaciones nunca son fáciles. EA ha tenido la oportunidad de experimentar con sus juegos a un nuevo nivel gracias a la características de PS4 a través de FIFA y NBA Live, experiencia que han intentado aprovechar en este Rory McIlroy PGA Tour. Lo primero que echamos en falta en este título es una mayor cantidad de modos de juego. Encontramos todo lo básico, desde los partidos normales y corrientes hasta la típica carrera profesional con unas posibilidades de personalización de personaje bastante escasas.

Si nos cansamos de la rutina de meter la pelotita en el hoyo podremos irnos al modo Night Club Challenge en donde a través de 170 desafíos podremos ponernos a prueba. Posiblemente este sea el modo de juego que más nos ha entretenido ya que abandona la simulación pura y dura por un modo más árcade con muchas posibilidades. No nos podemos olvidar de los modos online, donde tenemos por un lado los torneos diarios y semanales en los que competiremos contra otros jugadores en una clasificación y luego el modo head2head en el que nos enfrentaremos en directo contra otros tres jugadores.

En términos de control descubrimos tres posibilidades de golpeo para ajustarnos a la que más nos guste o se adapte a nuestro juego, podremos usar el stick para golpear, usando el clásico modo de pulsar la X o podemos personalizarlo a nuestro gusto.
Otro de los problemas para los que buscan una sensación de realismo es la escasez de campos reales oficiales, un total de ocho campos sobre los 12 disponibles. Los cuatro restantes son campos muy interesantes de jugar en el que encontramos hasta uno basado en el mapa Paracel Storm de Battlefield 4. Como es lógico, resulta imposible meter a todos los golfistas profesionales de los circuitos, aún así contamos con la nada despreciable cantidad de 12 jugadores entre los que se encuentra el español Miguel Ángel Jiménez y luego, además, otros cuantos golfistas no reales, a cada cual más extraño, incluido un soldado de Battlefield 4.

Desafortunadamente, el apartado gráfico no consigue estar a la altura en Rory McIlroy PGA Tour. Lo primero que cabe destacar es la utilización del motor gráfico Frostbite 3. Aunque entre hoyo y hoyo no contamos con tiempos de carga si es cierto que notamos bastantes fallos, tales como la aparición repentina de elementos, algunos de los cuales tienen una calidad gráfica bastante pobre en los campos y aunque hemos visto que este motor gráfico puede tener una tasa de frames bastante elevada, en este título se mantiene a 30 con algún tirón.

En cuanto al sonido, escucharemos los ruidos ambientales, la gente reaccionando a las jugadas y unos comentaristas en inglés que en ocasiones se hacen hasta cargantes no solo por la velocidad con la que hablan si no porque hay veces en las que no se callan. El juego nos llega íntegramente en inglés.

Realmente el juego carece de bastantes cosas como para justificar el precio a pagar. El modo más entretenido y menos repetitivo es el modo Night Club Challenge y ni por asomo lo justifica. Pensamos que tiene pocos campos oficiales aunque se ha dicho que el juego recibirá actualizaciones gratuitas y esperamos que sean precisamente eso, nuevos campos reales y nuevos jugadores reales. Lamentablemente, aunque es un buen comienzo para el golf de EA Sport en la nueva generación tenemos la sensación de estar ante un juego a medio acabar, carente de elementos que seguramente veremos en nuevas entregas.

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Jugabilidad: 7
Gráficos: 6.5
Sonido: 7
Satisfacción: 6

Análisis

Rory McIlroy PGA Tour supone el estreno de EA en el mundo del golf en la nueva generación aunque todo queda algo descafeinado por culpa de sus problemas técnicos y de una jugabilidad repetitiva, aunque se salva en parte gracias a su modo arcade.