El género de las aventuras gráficas nunca pasará de moda. Es cierto que hace varios años atravesó una fuerte depresión que lo desbancó como uno de los grandes, pero de un tiempo a esta parte parece haber vuelto para quedarse, bien apostando por nuevas mecánicas jugables o, en la mayoría de los casos, por recuperar sensaciones de antaño que hacen las delicias de los más nostálgicos. Double Fine podría ser su máximo exponente ahora, con obras originales como Broken Age o remasterizaciones como la de Day of the Tentacle.
Nexus Games Studios, compañía de desarrollo española, apuesta en su ópera prima por el clasicismo más evidente, con una historia repleta de referencias a la cultura nerd, geek o freak, llamadla como queráis, que tan de moda está actualmente gracias a producciones masivas como The Big Bang Theory. Randal’s Monday recupera el sabor de la aventura gráfica tradicional, con un guión elaborado y unos puzles que terminan por hacernos explotar la cabeza de lo inesperados que llegan a ser, no sin presentar algunos peros por el camino.
Buena parte de la gracia de Randal’s Monday reside en su argumento. La trama nos presenta a Randal, un desgraciado que tiene un trabajo sin futuro y cuyo único objetivo es salir a emborracharse cada día, con su amigo de toda la vida, que pronto pasará por el altar. Sin entrar en detalles innecesarios que destripen el guión, el anillo de bodas de nuestro querido compañero de parranda termina en nuestro poder, originando una historia cíclica en la que el lunes se repite una y otra vez, en uno de los muchos homenajes y referencias del título, en este caso a la película Atrapado en el Tiempo, con el gran Bill Murray.
Como buena aventura gráfica que se precie, Randal’s Monday presenta un montón de acertijos y puzles que debemos resolver para seguir avanzando en el devenir de la historia. Nexus Games Studios apuesta por ofrecer una serie de enigmas cuya solución sobrepasa en ocasiones el absurdo o la lógica, siguiendo los pasos de LucasArts, la gran maestra del género. Aunque esto pueda parecer muy atractivo para los incondicionales de títulos como Monkey Island, nos encontramos con un inventario de lo más engorroso, que termina por ralentizar en demasía nuestras acciones y ponernos de los nervios cuando no damos con la solución que buscamos.
[RELACIONADO=Un doblaje sobresaliente]
Randal’s Monday apuesta, en lo meramente jugable, por ofrecer dos sistemas de control. Por un lado encontramos el tradicional de las aventuras gráficas, el de «mirar», «hablar» y «usar» habitual de producciones de la ya mencionada LucasArts. Por el otro lado tenemos el modo de control moderno, que nos permite realizar las acciones únicamente a través de dos botones. Por desgracia, el planteamiento jugable del título se adapta de mala manera a las exigencias propias de una consola como PS4, en la que no tenemos ni teclado ni ratón. Randal’s Monday pide a gritos control táctil con el touchpad del DualShock 4, cuestión que no ha sido implementada.
Técnicamente, Randal’s Monday es un título sencillo, aunque de acertado carácter nostálgico. Las 2D hacen su función de manera notable, con un diseño de personajes acertado y algunos escenarios con personalidad. No es el mejor trabajo visto hasta la fecha en este sentido, pero es justo reconocer el esfuerzo del estudio en labores creativas y artísticas, más teniendo en cuenta que se trata de su primer juego. Los detalles presentes en los escenarios nos recuerdan que éstos se repiten más de la cuenta, aunque todo es cuestión de dejarse llevar por el sabor nostálgico de la propuesta.
Hay tantas referencias en Randal’s Monday que encontrarlas todas resulta un juego en sí mismo. Star Trek, ESDLA, Star Wars, Superman o Regreso al Futuro son algunos de los muchos easter eggs presentes en el título.
Randal’s Monday es, en definitiva, una demostración más de que la nostalgia vende y funciona en determinados círculos de jugadores. Nexus Games Studios está lejos de ofrecer un título redondo, pero al menos nos encontramos con un trabajo de guión notable, un acabado artístico y técnico solvente y un doblaje disfrutable como pocos. El control con DualShock 4 disgusta por momentos y algunos puzles son tan enrevesados que pueden frustrar si no echamos manos de la guía de pistas y soluciones que ofrece el propio juego. Hay muchos aspectos por pulir y el inventario resulta engorroso por momentos, pero seguro que más de uno disfruta de lo lindo con la ingente cantidad de referencias pop presentes en la obra. Gustará más o menos, pero nadie puede dudar de la aventura gráfica como uno de los géneros clave del mundo de los videojuegos.
