Análisis Portal Knights

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Exploración, crafteo y combate en un título simpático, pero que no inventa nada
Por Antonio López 23 mayo, 2017

Tras su paso por el Early Access de Steam, Portal Knights aterriza en PS4 y Xbox One con su versión más completa, una que puede hacer las delicias de los amantes de propuestas similares, nacidas todas ellas del éxito del hoy mundialmente famoso Minecraft. Y es que el título desarrollado por Keen Games tiene mucho del de Mojang, aunque también ofrece los ingredientes necesarios como para conseguir resaltar su propia personalidad y ofrecer una aventura divertida en sus primeras horas, aunque poco original y algo repetitiva pasado un tiempo. Portal Knights llega a consolas con algunos extras interesantes, como el multijugador local a pantalla dividida y un sistema de islas generadas de forma aleatoria que garantiza una campaña diferente cada vez que iniciamos una nueva partida.

Aunando elementos propios de este subgénero, como la exploración, el crafteo y el combate; Portal Knights llega en un momento en el que todo parece estar dicho y en el que resulta complicado innovar, por lo que tampoco podía esperar de Keen Games una propuesta absolutamente original. Su ajustado precio y duración pueden conseguir llamar la atención de los jugadores, aunque entre tantos lanzamientos Triple A y unos primeros meses del año repleto de grandes nombres puede ser algo complicado que Portal Knights encuentre su lugar. Sea como fuere, 505 Games apuesta por una aventura de presupuesto ajustado que puede ser un descubrimiento la mar de majo para determinados usuarios.

Crafteo, combate y trabajo en equipo

Portal Knights nos traslada hasta un mundo que ha sido devastado y separado en varias islas que se pueden visitar únicamente a través de una serie de portales mágicos. Nuestra misión no es otra más que la de reconstruir estos portales con los recursos que nos proporciona el propio entorno a la vez que plantamos cara a criaturas y monstruos con muy malas intenciones. Y, aunque podemos hacer este trabajo en solitario, lo más interesante es hacerlo con alguien a nuestro lado. Y es que Keen Games permite que hasta cuatro jugadores unan fuerzas en su cooperativo online o que dos usuarios jueguen en una pantalla dividida, dando fuerza a una opción local que muchos encontramos de lo más atractiva.

Antes de comenzar la partida, Portal Knights nos invita a editar nuestro personaje mediante unas sencillas opciones de personalización y elección de género para después hacernos elegir entre una de las tres clases disponibles: guerrero, mago y guardabosques. Cada una de estas clases presenta sus propias virtudes y defectos, con atributos bien diferenciados que nos hacen más fuertes en los combates cuerpo a cuerpo o a distancia. Todo pensado para que nos adentremos en la aventura con algún compañero de fatigas y, de paso, aportando al conjunto algunos elementos de RPG que los aficionados al género sabrán agradecer. Keen Games no inventa nada, como ya decía anteriormente, pero al menos pone cariño y esfuerzo en lo que hace e intenta llevar su idea hasta el máximo de sus posibilidades.

A diferencia de otros títulos, Portal Knights se rige por una senda marcada, al estilo Dragon Quest Builders, con el que tiene muchas cosas en común. Ambos juegos nos invitan a movernos entre islas mediante portales, aunque en el que nos ocupa, cada isla se genera de forma aleatoria. Esto no hace más que incentivar la exploración y la búsqueda de nuevos recursos, logrando que durante sus primeras horas de puro gameplay todo resulte interesante y divertido. El problema viene después, cuando la sensación de repetición invade la partida y la monotonía se adueña de las posibilidades jugables del título.

Y es que Portal Knights se mantiene fiel al estilo Minecraft, con recursos que debemos recolectar y guardar para después fabricar determinados objetos o construir lo que consideremos necesario. Es cierto que la posibilidad de equipar armas y armaduras diferentes, así como la evolución del propio personaje mediante un sistema de niveles, hacen que el aspecto RPG sume puntos positivos al título, pero no es lo profundo que me hubiera gustado. Algo similar sucede con el combate, que en un primer momento parece el punto fuerte de la propuesta y termina por desinflarse a las pocas horas de juego, con un sistema de fijación de objetivos que recuerda a The Legend of Zelda y que nos obliga a golpear al enemigo más veces de las que me gustaría, alargando los enfrentamientos de forma artificial.

La IA de los enemigos no resulta especialmente acertada y es fácil acabar con ellos siguiendo determinadas estrategias, aunque es cierto que algunos monstruos requieren más tiempo y paciencia, como los jefes. Aquí resulta más interesante el trabajo en equipo, aunque el juego en solitario es igual de satisfactorio. El control durante el combate es muy accesible, lo que sin duda resulta un acierto para que todo tipo de jugadores puedan poner sus manos sobre el título. Esto se repite en la consecución de materias primas y otros objetos, con un sistema de crafteo que resulta familiar para los habituales de este tipo de sandbox y que un usuario no iniciado en estas lides puede comprender a los pocos minutos de juego. Por lo demás, la gestión de inventario y el control general se adaptan bien a las opciones del DualShock 4 y no se echa de menos el teclado y el ratón.

En lo técnico, Portal Knights apuesta por un apartado gráfico amable y agradable para todos los públicos. Keen Games lleva un paso más allá la fórmula estética de Minecraft para presentar personajes de apariencia simpática y entornos repletos de elementos con los que poder interaccionar para conseguir materiales. Aunque la construcción de un hogar no es imprescindible en el juego, podemos crear nuestra propia casa para decorarla como más nos guste, añadiendo al título más elementos decorativos. Los ciclos de día y noche también juegan un papel importante en lo técnico, puesto que cambian la perspectiva de la obra y hacen que adquiera diferentes tonos visuales. Todo ello sin destacar en demasía, lo mismo que sucede con su discreta banda sonora o su sencilla biblioteca de sonidos. Portal Knights, por cierto, llega con subtítulos en español.

Lo nuevo de Keen Games, en definitiva, es un juego con buenas intenciones, que toma prestados ingredientes de propuestas como Minecraft, The Legend of Zelda, Dragon Quest Builders o Terraria para dar forma a su planteamiento jugable y visual. Accesible y agradable para cualquier usuario, al cabo de las horas pierde interés y termina por resultar repetitivo, aunque sus opciones cooperativas online y locales le suman puntos para ser disfrutado en compañía. Lo aleatorio de sus islas, las características RPG y su precio lo pueden hacer más atractivo para jugadores aficionados a este subgénero del sandbox, que parece destinado a mirarse siempre en el espejo de los logros de Minecraft.

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Jugabilidad: 7.5
Gráficos: 7.5
Sonido: 7.5
Satisfacción: 7.25

Análisis

Accesible y con opciones cooperativas locales y online bien implementadas, Portal Knights termina cansando después de varias horas de juego. Su agradable apartado gráfico y sus elementos RPG consiguen que se diferencia de Minecraft lo suficiente como para no ser un simple clon, aunque tampoco innova demasiado dentro de este particular subgénero. Su sistema de combate es algo tedioso, aunque da prioridad a la evolución de nuestro personaje y no tanta a la construcción de edificios, lo que siempre es un extra interesante.