Análisis Payday 2: Crimewave Edition
Hay que reconocer que el catálogo de PS4 sufre de superpoblación de juegos independientes y remasterizaciones/adaptaciones de juegos de la anterior generación. Sin embargo, en ambos casos, en ocasiones nos llegan títulos que merecen jugarse. El caso que nos ocupa hoy, Payday 2: Crimewave Edition, es uno de ellos.
Payday 2 llegó a consolas de la ya pasada generación y compatibles en agosto de 2013. El juego recibió varios contenidos descargables y distintas actualizaciones que, por suerte o por desgracia para los jugadores de PS3, se quedaron en la versión de PC. Con la Crimewave Edition se añaden los contenidos descargables de la versión de PS3, así como varias cosas que no llegaron y varias mejoras con respecto al original.
La historia de Payday 2: Crimewave Edition es la misma que la del original: en esencia, no hay argumento global. Cada “encargo” cuenta con su propio argumento interno, por llamarlo de alguna forma y algunos son interesantes, como la cadena de misiones relacionadas con el encarcelamiento y fuga de Hoxton. Pero el hecho es que la historia del juego propiamente dicha es simple: aceptar trabajos en los que no nos cuestionaremos la ética de los mismos, con tal de hacer el máximo dinero disponible.

Existen varias misiones que no tienen grandes complejidades, claro: entrar en una joyería, embolsar la mayor cantidad de objetos de valor que podamos y sacarlos en una furgoneta (bajo fuego constante de la policía), o robar un banco. En las misiones de los bancos, generalmente, el punto peliagudo es abrir la cámara acorazada, que por lo general implica el uso de un taladro que tardará un buen rato en abrirla y tendremos que estar pendientes de que no se estropee.
Sin embargo, hay otras misiones de mayor complejidad y con muchas posibilidades. Puede que durante una misión encontremos un laboratorio de drogas y, si damos con los ingredientes y la secuencia correcta de uso, nos reporten más beneficios, dar con una cámara acorazada escondida y buscar la forma de abrir la puerta para llevarnos el botín…
La forma de afrontar las misiones también cambia mucho las mismas. Ir en sigilo nos permite abrir bóvedas de seguridad sin recurrir a ruidosos taladros, lo que aunque sea más complicado, nos da más facilidades para escapar y generalmente, supone una mayor recompensa. Incluso, antes de empezar una misión, según una serie de ventajas por las que podemos pagar, podemos hacer que la ruta de huida cambie completamente: un coche al que simplemente tendremos que llegar, un helicóptero que cambia nuestra ruta de entrega y huida, un avión que requiere que talemos una serie de árboles…

Payday 2: Crimewave Edition nos ofrece un total de 38 misiones, contando el contrato oculto y sin tener en cuenta que algunos de estos contratos pueden estar formados por varios días, que pueden plantear misiones diferentes según cómo hagamos los primeros días. Aquellos que sólo jugasen al original de PS3 encontrarán una buena cantidad de novedades, como las misiones de Transporte, uno de los DLCs de PS3, en las que asaltaremos furgones acorazados e incluso un tren, como contrato oculto; la cadena de misiones de la fuga de Hoxton… podremos hasta participar en el amaño de unas elecciones. En todas ellas la aletoriedad juega un papel fundamental: las cosas no siempre están en el mismo sitio, la disposición de habitaciones, puertas y distintos objetos cambia, las condiciones según estas ubicaciones también son diferentes, las cámaras y guardias no están en puntos fijos…
El gran fuerte del juego, además de lo variado de sus misiones, es el cooperativo. La diversión cambia exponencialmente si jugamos en solitario o con amigos. Siendo más claros: no vale la pena si pretendemos jugar con la IA (se nos permite ir acopañados de bots controlados por el sistema), pero si jugamos con hasta tres amigos más, empieza la diversión.
El componente táctico nos da pie a llevar a cabo los planes más enrevesados: hay cinco ramas diferente de habilidades, que nos permiten desbloquear objetos clave: inhibidores ECM para desactivar cámaras o cerraduras electrónicas, explosivos C4 y taladros para abrir algunas puertas especiales o cajas fuertes, una sierra circular que facilita la apertura de cierres de seguridad y, por último pero como comprobaréis, no menos importante, las bolsas de cadáveres extra para esconder cuerpos.

Combinar todas estas habilidades no es posible para una sola persona, pero entre varios, podemos crear el equipo perfecto. Un Fantasma se infiltra y, usando las bolsas de cadáveres extra que deja el Fugitivo, limpia toda una zona, para que el Técnico se cuele en la cámara acorazada, ponga un taladro silencioso para romper la cerradura y que el Sicario use la sierra para abrir las cajas de seguridad; por poner un ejemplo. Las posibilidades, por supuesto, son bastante más amplias.
El otro punto fuerte del juego es la personalización del equipo: podemos llevar un arma principal, un arma secundaria, blindaje, un objeto especial relacionado con nuestra clase y por supuesto, nuestra máscara.
Existen una cantidad de armas que fácilmente triplican las disponibles en la versión de PS3, todas con la correspondiente cantidad de piezas que prácticamente nos permiten adaptar nuestras armas a lo que queramos hacer con ellas: desde hacer un rifle de francotirador con un fusil de asalto a crear un temible cañón de mano con una inofensiva pistola. Con respecto a las máscaras, podemos cambiar el material del que están hechas, su diseño y los colores que las componen.
Salvo las armas, que iremos desbloqueando (y teniendo que pagar bastante por ellas) a medida que subamos de nivel, las máscaras y distintas piezas de equipo las conseguiremos de forma aleatoria a medida que completemos contratos.
Una vez dominadas las habilidades específicas de la clase que hayamos escogido (aunque se pueden combinar algunas de las habilidades de varias ramas), así como de las armas de nuestra elección, Payday 2 se juega como casi cualquier juego de disparos en primera persona.
Si te gustó Payday 2 en PS3, la Crimewave Edition será para ti, básicamente, Payday 3. La enorme cantidad de nuevas armas, las nuevas misiones, máscaras y piezas de equipo perfectamente pueden justificar su compra incluso cuando ya hayas terminado el original. El apartado sonoro es totalmente espectacular, pese a que el apartado visual sea bastante mejorable: hay ciertos problemas de clipping, algunas de las texturas son mediocres y el juego, para los interesados en ello, no corre a 60 imágenes por segundo. La jugabilidad garantiza diversión a largo plazo si tenemos compañeros para disfrutar de toda la acción que se esconde detrás de este título.

Aquellos que, además, disfrutasen yendo a por el ansiado trofeo de Platino, que ya era desafiante de por sí, se encontrarán con una dificultad bastante más elevada, ya que se nos exige completar todas las misiones en todas las dificultades (incluida Deseo de Muerte, un nivel por encima de Overkill), así como varios trofeos de sigilo bastante emocionantes y retos que se salen de lo normal.
Existe otro punto negativo que nos hubiera gustado que se solucionase: las posibilidades de la IA. No podemos ordenarles a los bots nada que vaya más allá de “ven aquí”, es decir, no podemos pedirles que carguen con alguna bolsa, por ejemplo.
En general, hay que decir que la relación calidad precio de este producto está bastante equilibrada. Un par de cientos de horas de diversión aseguradas siempre que tengamos compañía hacen de esta una buena inversión.