Análisis Outlast

75
El juego más terrorífico de PS4... porque no hay otro
Por David Soriano 25 febrero, 2014

Somos muchos los amantes de un género que lleva tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivos esperando recibir una descarga de desfibrilador en forma de juego que devuelva la fe en que el género del Survival Horror no está muerto, solo estaba hibernando. El anuncio de Outlast devolvió un rayito de esperanza, por lo que después de su salida en PC han sido numerosos los gameplay subidos a YouTube con miniaturas de gente con la cara desencajada. Evitando cualquier tipo de spoiler para llegar puro a la experiencia en PS4, hemos esperado hasta que el juego se puso a la venta (y de regalo en PlayStation Plus también) para ver si el estudio Red Barrels consigue devolvernos a otra época de mayor gloria para el género.

En Outlast tomaremos el papel de un periodista llamado Miles Upshur al que los sucesos extraños que se cuentan que suceden en el supuestamente abandonado sanatorio mental Mount Massive, que en los últimos tiempos ha sido reabierto por la misteriosa corporación Murkoff para supuesto fines sociales, aunque huele a tapadera desde lejos. Con el propósito de filmar testimonio y totalmente ajenos a lo que nos podemos encontrar, nuestra única herramienta es una cámara de vídeo.

Outlast sigue el conocido patrón de la curiosidad mató al gato, cuando nos queremos dar cuenta, estamos totalmente encerrados en un manicomio con alguno criminales sanguinarios y con la citada corporación realizando sus experimentos. El propósito del protagonista comienza a ser más bien salir de allí con vida y si puede ser con las imágenes de lo acontecido mejor, pero el precio por su vida está comenzando a ponerse bastante caro.

El sigilo entonces se antoja como algo clave, vamos variando de estancias iluminadas a otras más oscuras en las que nos valdremos de la opción de visión nocturna para poder vislumbrar nuestro camino. Esta función solamente puede ser utilizada cuando tenemos baterías encima, si nos quedamos sin pilas la visión nocturna sigue funcionando aunque muy tenue y apenas nos permite ver, siendo estos momentos los de mayor angustia pues vamos casi literalmente a ciegas.

Es cierto que la ambientación está realmente conseguida, pasando de estancias en cierto orden al comienzo de la aventura a zonas donde la sangre y los escombros es parte del decorado de manera natural, consiguiendo esa sensación de tensión al quedar completamente encerrados y sin saber cuando vamos a encontrar un enemigos a la vuelta de la esquina.

Sin embargo, adolece del mismo problema que el género de terror en el cine: confunde gore con terror erróneamente y busca el sobresalto fácil tanto que termina volviéndose previsible (aunque no nos evitará algunos botes en el sofá). Cuando encontramos a algún enemigo y este nos descubre, nuestra indefensión al no portar ningún arma hace que la única opción sea la de correr y esconderse en zonas como taquillas o debajo de las camas. Este aspecto no está demasiado trabajado, pues en ocasiones nos descubrirán aún así y en ocasiones no, parece que un poco al azar.

Mención especial merece el último nivel de dificultad, en el que deberemos pasar la historia del tirón, sin ningún punto de guardado y si morimos tenemos que volver a comenzar desde el principio. Esto no se vuelve tan dramático teniendo en cuenta que con esta mecánica del juego busca cierto objeto, corre hacia cierta zona y debido a su linealidad puede ser completado fácilmente en 2 horas y media o 3.

La búsqueda de coleccionables puede alargar un poco la duración, pero desde luego no será este el punto fuerte de Outlast. Entre estos coleccionables destacan las notas que Miles escribe al presenciar ciertos actos con su cámara, pues suponen el contrapunto a la situación de tensión y agobio que envuelve al desarrollo de la aventura con apuntes de humor que demuestran que el protagonista termina perdiendo la cabeza a medida que avanza la aventura.

La versión que nos llega a los usuarios de la consola de Sony es una adaptación del juego del mismo nombre que salió a la venta alrededor del Halloween del año pasado. Dos premisas dijeron los miembros de Red Barrels en aquel momento: el juego se vería como en PC, y mantendría una resolución de 1080p con tasa de 60fps; ambas son ciertas. Sin embargo, el problema de Outlast a nivel visual es el uso del motor ya obsoleto y sobreexplotado Unreal Engine ¡3!

Además se observa que el juego está diseñado para que se juegue prácticamente todo el rato con el filtro de visión nocturna de la cámara, por lo que cuando no necesitamos esta opción y podemos ver con nuestros propios ojos, vemos fallos de la época de PlayStation 2 como unos dientes de sierra en las sombras bastante exagerados y que no deberían de llegar nunca a esta nueva generación.

El diseño de niveles está bastante trabajado, con multitud de elementos en pantalla que nunca nos dan sensaciones de estancias vacías. El cuanto a los enemigos, su diseño sí que deja bastante que desear, pues aunque el concepto es bueno, su modelado no termina de quedar demasiado convincente y las animaciones sí que no son nada del otro mundo. Mejor consideración tiene el sonido envolvente, clave para crear ciertos sobresaltos y uno de los aspectos más trabajados para mantener esa sensación de tensión necesaria en este tipo de juegos.

Como resumen de este apartado técnico, Outlast cumple, pero da la sensación de que pese a ser un clon de la versión de PC, ésta no era desde luego la más puntera de la plataforma, por lo que bien podría haber salido quizás en PS3 sin problema alguno. También cabe decir que estos errores se permiten más teniendo en cuenta que está creado por un estudio independiente que si nos hubieran vendido Outlast como un triple AAA.

75
Jugabilidad: 7
Gráficos: 7
Sonido: 8.5
Satisfacción: 7.75

Análisis

Outlast es la primera propuesta del género de terror en aparecer en PlayStation 4, sin embargo se vale más de sobresaltos y gore para crear esa sensación de angustia que nos acompaña durante la aventura. La mecánica de esconderse y correr todo el rato, unido a su linealidad lo vuelven una aventura bastante corta. Si lo has obtenido como obsequio en PlayStation Plus, perfecto, te dará unas cuantas horas de entretenimiento. Si vas a pagar los 18,99€ que cuesta, quizás prefieras destinarlos en otras cosas.