Análisis Helldivers (PS4)

70
Guerreros y guerreras del mundo, uníos a las tropas de asalto
Por Jesús Salvador 4 marzo, 2015

Lo primero que llama la atención cuando iniciamos Helldivers es la enorme similitud que su argumento guarda respecto a la obra literaria que el escritor de ciencia ficción Robert A. Heinlein publicara allá por 1959, Las brigadas del espacio, cuya adaptación al cine puede que os suene a muchos de vosotros bajo su denominación en inglés, Starship Troopers. Una sociedad militarizada donde servir en los ejércitos nos hace ser mejores personas y tener acceso a derechos que de no formar parte de esa élite militar no tendríamos tan al alcance. Además es un compromiso defender la Supertierra, planeta que nos sirve de referencia y para el que combatiremos contra tres facciones diferentes con un objetivo muy claro, la conquista.

Los chicos del estudio sueco Arrowhead Game Studios debutan en las consolas de Sony con este árcade de disparos de perspectiva cenital que nos llevará a recorrer infinidad de planetas de diferente factura para terminar batallando por nuestra propia existencia. Nuestro protagonista, un miembro de los Helldivers, tendrá la responsabilidad de completar una serie de objetivos para el bien común que no solo le harán ascender en la jerarquía de la organización sino que esa cooperación resultará vital para poder conseguir el objetivo en el que participan todos los jugadores, llegar a derrotar a los enemigos que de lo contrario harán lo mismo con nosotros.

Llama la atención la capacidad de personalización del aspecto de nuestro personaje que encontramos en el juego, pudiendo combinar cascos, armaduras de pecho y diferentes capas o botas que vamos desbloqueando a medida que subimos de nivel. Puede parecer algo accesorio y de hecho lo es pues las diferentes indumentarias no aportaran ninguna mejora a nuestro avatar más allá de la meramente visual. Un apartado gráfico que no destaca especialmente por hacer uso de la potencia de la nueva generación, pero que a pesar de no contar con unas animaciones muy variadas en enemigos y aliados, de la falta de detalle de las superficies por las que nos desplazamos, no repercute de forma negativa a la hora de jugar, aunque debemos esperar más incluso de una propuesta independiente como ésta.

No nos encontramos con un despilfarro de texturas ni de iluminaciones así como tampoco con unos mapeados especialmente diseñados para recrearse en la contemplación, todo lo contrario, nos veremos bastante limitados a ir de A a B para completar objetivos centrados en tres tipos diferentes, activar plataformas de misiles SAM, defender una determinada zona hasta conseguir su conquista o la destrucción de nidos enemigos, pudiendo encontrar una combinación de las mismas en misiones de una dificultad más elevada a la más baja de todas, para una vez completadas todas centrarnos en salir del planeta mediante una extracción en lanzadera que nos pondrá a salvo de las hordas que nos acechan. Todo esto rayando en una monotonía que puede alcanzarnos tras solamente unas cuantas misiones del juego. Al menos podemos disfrutar de efectos climatológicos como la lluvia o las ventiscas de arena.

La banda sonora que nos acompaña en todo momento se limita a dos temas diferentes de corte épico, que podremos escuchar bien durante los menús o nuestros descensos a tierra, o mientras deambulamos por el puente de mando de la nave que nos transporta y que sirve a modo de menú de opciones desde donde acceder a la Armería para mejorar nuestro equipo, la Enciclopedia para estar informados de todo lo que acontece a nuestro alrededor o la Carta de Navegación donde elegir nuestros rivales y los planetas donde darles guerra. Incluso la posibilidad de iniciar partidas en multijugador competitivo de hasta cuatro jugadores se encuentra en esa ubicación a bordo del S.S. Victoria. Los efectos de sonido si logran una mejor inmersión en la acción al poder diferenciar incluso las zonas en las que impactamos en nuestros enemigos mediante un repiqueteo blindado que nos indica que le hacemos poco daño a nuestra presa. Explosiones, disparos, carreras, cápsulas de reabastecimiento o lanzaderas nos dejan una más completa aunque tampoco espectacular puesta en escena auditiva que nos permitirá diferenciar entre andar o arrastrarnos en modo repta cuando hacemos un cuerpo a tierra. Nos llega doblado y traducido al castellano, algo que es siempre de agradecer.

El sistema de juego nos hace mejorar de nivel al más puro estilo juego de rol, no solo aumentando nuestro rango en los Helldivers sino consiguiendo también puntos de desarrollo mediante la recogida de muestras sobre la superficie de los planetas para poder mejorar las capacidades del armamento que vamos obteniendo. En total estamos hablando de trece armas diferentes que abarcan fusiles de asalto, de francotirador, escopetas, subfusiles, lanzagranadas… que no serán nuestro único potencial ofensivo ya que el juego nos provee de ítems especiales que denomina estratagemas y que podemos usar de forma limitada en el campo de batalla. Estos pueden ser desde el lanzamiento de una potente bomba a la ubicación de una torreta ametralladora, pasando por poder usar armas de mano más potentes durante un corto periodo de tiempo, pedir la llegada de munición si nos estamos quedando cortos de ella o solicitar ayuda en forma de ametrallamientos. Tanto armas como estratagemas pueden ser mejoradas con puntos de desarrollo que les dotarán de nuevas o mejoradas características que las harán más valiosas de cara a los combates. Podemos seleccionar los elementos llevaremos a cada misión con hasta cuatro estratagemas distintas teniendo incluso granadas a nuestra disposición.

Sin embargo las mecánicas de juego pueden resultar un tanto escasas y una vez tomada la medida al juego, algo que haremos tras unas cuantas misiones bastante sencillas que nos servirán sobre todo para aprender a no morir de forma habitual, tutorial de entrenamiento a parte, nos encontraremos con que las técnicas a emplear para sobrevivir pueden ser peligrosamente similares una misión tras otra. Esto puede hacernos caer en una poco envidiable monotonía que puede ser un tanto solventada jugando con otros jugadores, lo que aporta una dosis distinta de jugabilidad al enfrentarnos a desafíos mayores que requieren de diferentes combinaciones puesto que el fuego amigo está presente y añadimos la posibilidad de curar e incluso tras la muerte resucitar a nuestros compañeros de armas.

Para gran parte de las técnicas que empleamos el juego hace uso de una combinación de teclas del cursor que debemos pulsar en un orden determinado que nos aparece en pantalla. Tanto para activar objetivos en las misiones como para el empleo de estratagemas tendremos que ejecutar secuencias de mayor o menor longitud para acceder a poder dar uso a nuestras ayudas en combate e incluso para llamar a la lanzadera que nos evacuará una vez los objetivos de la misión hayan sido completados.

Las estratagemas son aun más numerosas que las armas pues llegan a alcanzar la friolera de treinta y tres diferentes y no es lo único que el juego nos aporta pues tenemos también nueve beneficios que podemos usar en determinados momentos para pedir incluso ayuda a otros jugadores que en ese momento no se encuentren inmersos en una partida multijugador. Todo puede parecer poco cuando nos enfrentamos a tres razas enemigas que tienen por costumbre querer hacernos desaparecer de la galaxia.

Iluminados, Bichos y Cyborgs serán los oponentes a derrotar en tres tipos diferentes de planetas, los boscosos, los desérticos y los helados. Cumplir objetivos en las misiones nos permitirá gozar de un mayor número de vidas dentro de la misión y también tenemos un modo última oportunidad en el que defendernos desde el suelo con nuestra arma secundaria mientras aporreamos el botón equis para volver a levantarnos tras recuperar las heridas. Para lograr la derrota de las facciones enemigas debemos ir haciendo nuestras aportaciones al esfuerzo común mediante la conquista de planetas pero el tiempo es limitado, si no conseguimos acumular la puntuación necesaria para conquistar el último bastión de los enemigos, veremos cómo serán ellos los que logren la victoria mediante la destrucción de la Supertierra, volviendo a reiniciarse el juego para intentar dar la vuelta a la tortilla.

Respecto a la versión de PlayStation Vita, que también hemos podido probar, decir que el apartado gráfico queda algunos pasos por detrás y que el uso del panel táctil trasero para recargar las armas y arrojar las granadas lo hacen de un manejo un poco más complejo, así como tener que tocar la parte inferior de la pantalla táctil para correr. Por lo demás guarda todas las similitudes con su versión de nueva generación.

70
Jugabilidad: 6.5
Gráficos: 7.5
Sonido: 7
Satisfacción: 7

Análisis

Helldivers es un juego que puede resultar entretenido, sobre todo en su faceta multijugador cooperativo en la que hasta con tres compañeros más podemos hacer que nuestras fatigas sean menores. Jugando sólo flojea bastante y la dificultad aumenta exponencialmente por lo que no lo vuelve tan accesible a todo el público, que verá como su tiempo se pierde completando misiones que pueden resultar insulsas y monótonas, debido sobre todo a la falta de variedad de objetivos a cumplir y a unas mecánicas de juego que tampoco destacan especialmente.