Análisis F1 2016

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Resucita la Fórmula 1 después de varios años de trompos continuados
Por Manuel Gimeno 19 agosto, 2016

Codemasters se lo ha tomado con calma en esta generación. No han sido los únicos que tardaron un año largo en poner los pies en PlayStation 4 y Xbox One, pues también lo hizo Konami con Pro Evolution Soccer 2016 y, además, a estos les salió bien la jugada. Tal vez no estemos en F1 2016 ante una evolución tan relevante ni trascendental como la del videojuego de fútbol japonés, pero lo cierto es que esta entrega ofrece motivos para volver al Gran Circo ahora en PlayStation 4.

Y es que después del traspiés que supuso F1 2015 como experimento fallido para la última generación de consolas, la compañía británica ha optado por llevar a la saga a unas cotas de simulación nunca antes vistas. No hablo solo de las sensaciones al volante, ni del realismo que se pueda apreciar a nivel visual; hablo del contexto, del sentirte piloto de verdad, de los objetivos dentro de una escudería y de los avances que puedes conseguir si trabajas en cada fase del Gran Premio como si te fuera la vida en ello. Hablo en definitiva de una de las novedades más importantes de F1 2016 y que certifican la buena evolución de la marca esta vez: el modo Carrera Profesional.

Puede parecer extraño que justamente ésta sea la novedad más impactante que presenta F1 2016, pero esta situación se produce por la inevitable comparación con su antecesor y la ausencia tan significativa que supuso para aquel juego la inexistencia de un modo de este estilo. A Codemasters no se le ha pasado por alto en ningún momento que ésta y no otra fue una de las críticas más salvajes que recibió aquel juego, y como queriendo enmendar el error compensando al aficionado, uno se encuentra con que el modo Carrera Profesional es en esta entrega el sueño definitivo de todo amante de este deporte de motor.

Esta afirmación que hago se basa en la grandísima inmersión que uno experimenta desde el minuto uno en el que personaliza a su piloto y escoge la escudería en la que empezará compitiendo el primer año. A excepción de que las caras predefinidas a elegir no dejan mucho espacio a la creatividad y la personalización, la trayectoria comienza como uno pueda querer, y eso pasa por asumir la responsabilidad de cumplir los objetivos marcados por el equipo por el que se ha fichado. No es lo mismo correr para Mercedes que para McLaren Honda (como bien sabrá Fernando Alonso), y las exigencias del primero nada tienen que ver con las aspiraciones que se puedan tener en el segundo.

Pero sea cual sea la ambición, Codemasters ofrece al jugador un amplio abanico de posibilidades contextualizadas bajo la visión en primera persona que pueda tener cualquier piloto. Me refiero, básicamente, a dialogar con tu agente, a escrutar en tu portátil las últimas informaciones mientras ves a tus compañeros campar a tu alrededor en el hospitality, o a analizar la telemetría del coche sentado en tu cockpit mientras un mecánico te echa aire fresco dentro del casco. Y justo es a partir de aquí que todo lo demás gana fuerza y tiene mayor sentido, pues el juego te exige en su modo principal ser minucioso al máximo (si uno quiere) y exprimir todos los rituales necesarios para completar un Gran Premio.

De esta manera, ya solo en los entrenamientos libres se presenta la oportunidad de llevar a cabo varias fases, como salir a la pista a reconocer el circuito, realizar pruebas de rendimiento de neumáticos o preparar la vuelta rápida para la clasificación; junto, por supuesto, al retoque que se quiera hacer de los reglajes del coche. Y todo ello, además, con recompensa; pues si uno logra superar los objetivos marcados en cada apartado, podrá desbloquear mejoras tecnológicas para su coche. Las típicas mejoras que se van introduciendo casi en cada Gran Premio en la competición real, y que luego marcan el devenir del campeonato están presentes, y suponen junto a los objetivos de los entrenamientos uno de los mayores aciertos de F1 2016.

No me olvido de la carrera en sí, por supuesto, el verdadero núcleo de todo juego de Fórmula 1 o de conducción en general. Codemasters aquí también ha cuidado al fan, al purista; pero tampoco se ha olvidado del novato, del que es aficionado (o no) pero no tiene ni por qué disponer de conocimientos ni de interés para vivir la F1 de la forma más hardcore posible. Y es que F1 2016 pone a disposición de cualquiera el modo de dificultad que se desee en el manejo del coche: desde un endiablado, loco e incontrolable vehículo lleno de potencia sin ayudas, a un bólido muy manejable que se presta a ser conducido por cualquiera. Otra virtud que lo hace accesible y al mismo tiempo exigente para los más osados.

Dejando de lado la sensibilidad a la hora de conducir, el realismo que se siente al vivir la carrera es total, y esto ocurre gracias a la inclusión (de nuevo) de elementos desaparecidos durante algunos años y que son necesarios para crear la atmósfera precisa de este deporte. Es el caso del coche de seguridad, que vuelve para ser más realista que nunca y poner en tensión al jugador para respetar las normas que impone y salir a toda pastilla cuando abandone la pista. O la vuelta de formación, donde se vive la tensión previa a la carrera y se recibe la información última para dar comienzo a la estrategia previa. Y en el mismo sentido también la salida, mucho más compleja que en anteriores ocasiones y que requiere el uso del embrague bien sincronizado con el acelerador y con lo que se ve en el semáforo para hacer el arranque perfecto.

También me ha gustado cómo se producen las comunicaciones con el muro de ingenieros, fáciles y accesibles con el mando y que dan información precisa de la situación del coche y de la carrera con un total doblaje al español (como todo el juego). Sin necesidad de apartar la mirada de la pista, uno puede seleccionar la opción que quiera para saber qué piloto tiene delante o atrás, quién va el primero, cuándo entrar en boxes y demás situaciones que puedan producirse en medio de la carrera.

Tal vez ésta sea la principal y casi única baza del juego, pues dejando de lado un online con el que competir con hasta 22 jugadores a la vez, no hay modos de juego novedosos, como podría serlo aquél de la edición 2013 que contaba con pilotos y coches clásicos y que maravilló a propios y extraños. Codemasters se ha centrado de forma clara en hacer bien lo que directamente no hizo el año pasado, y cumplir con creces con un modo Carrera Profesional que se antoja básico e imprescindible hoy en día. Un primer paso necesario para poner las bases de lo que puede ser un más que notable proyecto en años venideros.

[RELACIONADO=Fórmula 1 totalmente licenciada]F1 2016 cuenta con todos los equipos de la actual temporada, incluyendo el nuevo Haas F1 Team, el primer equipo totalmente americano desde hace tres décadas. Además, esta entrega ofrece también la posibilidad de correr en el Circuito Urbano de Bakú, en Azerbaiyán, donde se disputa el Gran Premio de Europa.[/RELACIONADO]Lo que sí que se nota es que el trabajo en la parcela técnica también ha estado muy presente en la mente del equipo de Codemasters, pues se aprecia una evolución desde la entrega del año pasado. Si es de recibo aclarar que las escenas fuera de carrera, las del portátil, el hospitality, la visión de los ingenieros o de los pilotos continúa siendo algo robótica, falsa incluso a nivel de texturizado llegaría a decir. Pero en lo que se refiere al modelado de los coches, éste es totalmente fidedigno y es un espectáculo ver los cambios meteorológicos que se producen en carrera y el efecto visual que todo ello conlleva para los bien recreados circuitos. El juego es robusto en sus 60 FPS y permite una conducción con verdadera sensación de velocidad; pero tal vez y, pese a todo, se vaya a quedar algo lejos en casi todos los sentidos de los otros dos grandes títulos de conducción para este año, Gran Turismo Sport y Assetto Corsa.

Con todo, repito, es un buen comienzo, una penitencia dulce y necesaria la de este año que, por seguir con la comparación con Konami y PES 2016, le toca pasar a Codemasters en esta entrega después del fiasco del año pasado. Lo más importante es que creo firmemente que el juego tiende de nuevo la mano al fan de toda la vida con fuerza, con esa inmersión total que presenta un bárbaro modo Carrera Profesional; y todo eso sin descuidar a los menos duchos que seguramente ni quieran una conducción pura ni entretenerse demasiado con todo el ritual de este Gran Circo.

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Jugabilidad: 7.5
Gráficos: 8.5
Sonido: 8.5
Satisfacción: 7.5

Análisis

F1 2016 hace lo que no pudo su antecesor, y ofrece una experiencia de Fórmula 1 total gracias a su inmersivo modo Carrera Profesional. Todos los rituales del Campeonato Mundial que hay tanto en los entrenamientos como en la carrera, pero también en el hospitality, se ofrecen para que el jugador pueda sentirse con el mono puesto y el casco en la cabeza. Un buen comienzo que no tapa la ausencia de modos de juego más novedosos que puedan impactar tanto como lo hizo la edición de 2013.