Análisis Expansión Aftermath de Battlefield 3

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Ni tan siquiera un terrible terremoto da tregua a los soldados en Battlefield 3.
Por Jose Pedro Jaluff Diaz 10 diciembre, 2012

Los usuarios Premium de Battlefield 3 ya podemos disfrutar de Aftermath, la cuarta expansión del aclamado shooter de DICE que está disponible para su descarga gratuita en la PlayStation Store, y llegará al resto de jugadores el próximo 11 de diciembre, a un precio de 14.99€.

Con la primera expansión, Back to Karkand, DICE nos invitaba a mirar hacia atrás y revivir las mejores experiencias de Battlefield 2. Meses después llegaba Close Quarters, que rompía radicalmente con la dinámica jugable que caracterizaba a la franquicia Battlefield, ofreciendo combates a corta distancia en lugares cerrados.

Más tarde llegó Armored Kill, una expansión completamente opuesta a Close Quarters, que apostaba por enfrentamientos en espacios abiertos gigantescos, potenciando la lucha con vehículos. Y ahora recibimos con los brazos abiertos a Aftermath, la penúltima expansión de Battlefield 3, que nos ofrece una experiencia muy cercana a la vivida en los mapas originales del juego.

Haciendo un pequeño inventario de los nuevos contenidos que incluye esta expansión nos encontramos con cuatro mapas que ofrecen una estampa desolada al estar ambientados en territorios urbanos que han sido arrasados por un terremoto y tres vehículos modificados con mayor blindaje y potencia de fuego

Además, y como viene siendo habitual desde Close Quarters, también nos toparemos con un nuevo modo de juego, en esta ocasión se trata de Carroñero, una especie de modo conquista donde los jugadores aparecen armados solamente con una pistola y deben buscar armas por el escenario.

Otra de las novedades de Aftermath es la ballesta y sus distintos tipos de munición, los cuales tendremos que ir desbloqueando, que nos permiten dar muerte a distancia de forma silenciosa. Y, por supuesto, tampoco faltarán las nuevas misiones y chapas de identificación, en Aftermath encontraremos diez nuevas misiones y diez nuevas chapas.

Volvamos a los mapas. Como ya hemos comentado Aftermath se caracteriza por ofrecer combates en zonas urbanas que han sido arrasadas por terremotos. Las consecuencias de estos fenómenos naturales no son meramente visuales, sino que afectan, y de manera muy importante, al desarrollo del conflicto bélico.

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Las dimensiones de los mapas de esta nueva expansión pueden situarse en un punto medio entre Close Quarters y Armored Kill. En Aftermath los escenarios presentan bastante verticalidad, y sus diseños son un tanto laberínticos, presentando muchos callejones y zonas de cobertura.

Los socavones o la gran cantidad de escombros y edificios semiderruidos, provocados por las inclemencias de los terremotos, ofrecerán a los soldados de a pie, desde la infantería hasta los francotiradores, distintas posibilidades tácticas y, por otra parte, obligarán a los conductores de los vehículos de guerra a hacer uso de toda su pericia para moverse sin problemas por los terrenos irregulares.

Durante las partidas sentiremos réplicas de los terremotos, lo que aportará más tensión y emoción a los combates. En Epicentro visitaremos la ciudad arrasada de Teherán, cuyo principal atractivo es la zona del edificio en obras y Monolito de Markaz nos llevará a otro núcleo urbano devastado, con un banco destruido en el centro.

Cuando seamos destinados a Mercado de Talah nos veremos envueltos en frenéticos enfrentamientos en uno de los escenarios más laberínticos de la expansión, lleno de estrechos callejones. El cuarto y último mapa recibe el nombre de Palacio de Azadi, y en él nos encontraremos con una enorme, y en otros tiempos majestuosa, edificación destrozada, rodeada por jardines llenos de escombros.

Aftermath rinde su particular homenaje al ingenio de los soldados de élite ante las situaciones más adversas. Muestras de ello son la ballesta, el nuevo modo de juego llamado Carroñero y los nuevos vehículos modificados. Empezaremos hablando de la letal ballesta y sus distintos pernos.

La ballesta de Aftermath es el resultado del reciclaje de distintas piezas obsoletas. Ha sido fabricada utilizando como base un rifle de asalto en mal estado, unos alambres a modo de cuerda y trozos de chatarra para formar el arco. De esta forma se obtiene un arma improvisada, tan letal como silenciosa.

La ballesta tiene cuatro tipos de munición distinta. Empezamos con una flecha normal y corriente, pero al completar determinadas misiones conseguiremos desbloquear tres tipos de pernos distintos. Uno de ellos es está cargado con C4 y explota al impactar con el objetivo, aunque es un proyectil de corto alcance.

Otro tipo de perno es el aerodinámico, es el que mayor distancia recorre, lo que lo convierte en un complemento ideal para los que llevan armas de corto alcance. Por último tenemos el perno de exploración, que está equipado con un emisor de radio que revela la posición de los enemigos de la zona.

La ballesta se equipa en el espacio de inventario al que accedemos con el botón derecho de la cruceta. Es un arma muy interesante ya que otorga una gran versatilidad a las distintas clases (asalto, ingeniero, apoyo y francotirador), aunque dominarla es complicado, ya que un fallo te deja vendido.

Estas muestras de ingenio militar, donde se aprovecha todo lo que esté al alcance de la mano, las vemos también en los nuevos vehículos que incluye Aftermath. El bando norteamericano cuenta con el Phoenix, se trata de un Humvee modificado para añadir más blindaje.

El ejército ruso también cuenta con un vehículo exclusivo. Éste recibe el nombre de Barsuk, y es una versión con más blindaje del GAZ-3937 Vodnik. Por último tenemos el vehículo Rhino, que está disponible para ambos bandos. No es más que una furgoneta civil a la que se le han acoplado armas y bastante blindaje.

Hablemos ahora de Carroñero, el nuevo modo de juego que Aftermath aporta a Battlefield 3. Es una especie de modo Conquista, con una captura de banderas más rápida que el modo original, pero en Carroñero el jugador aparece equipado únicamente con una pistola y granadas.

Desperdigados por el mapa nos encontraremos con distintos tipos de armas, que aparecen catalogadas en tres niveles, siendo las de nivel 3 las que están mejor equipadas, con mirillas, punteros láser, etc. Pero estas armas sólo nos aportarán un alivio temporal, ya que cuentan con muy poca munición y no tardaremos en volver a desenfundar nuestra pistola.

Esto hace que Carroñero sea aún más entretenido, y le aporta algo de tensión a las partidas. Carroñero es un modo con un ritmo de acción elevado, que engancha desde el primer momento. Tras el decepcionante Superioridad de Tanques, de Armored Kill, DICE vuelve a dar con la tecla y nos entrega un modo de juego muy divertido.

Tras repasar las novedades de la nueva expansión de Battlefield 3 ha llegado el momento de sacar las conclusiones y dar el veredicto final. En líneas generales podemos decir que Aftermath es una excelente expansión y que, sin lugar a dudas, no decepcionará al genuino fan de la franquicia Battlefield.

Al igual que Back to Karkand, Aftermath ofrece una experiencia jugable muy cercana a la que disfrutamos con los mapas originales de Battlefield 3, algo que no consiguen ni Close Quarters ni Armored Kill, aunque tampoco es que ello sea algo malo, ya que no viene mal algo de variedad de vez en cuando.

De las novedades más destacables hay que alabar el diseño y la recreación de los mapas, una delicia visual y que afecta a la forma de jugar de una manera muy interesante. El modo carroñero es realmente entretenido, y la ballesta, junto a sus distintos pernos, resulta ser arma a tener en cuenta, debido a la versatilidad que ofrece a las distintas clases. Acabamos el análisis diciendo que Aftermath es una expansión muy recomendable.

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Jugabilidad: 8.75
Gráficos: 8.75
Sonido: 8.75
Satisfacción: 9.5