Análisis Battlefield 4 (PS4)
A nadie se le escapa que el desarrollo de la saga Battlefield ha estado ligado íntimamente al ocio a través de los ordenadores personales de cada hogar. Una saga que nació con el objetivo de trasladar la acción táctica a gran escala en un ámbito bélico de diferentes planos temporales y geográficos, donde el multijugador era la única base esencial sobre la que se construía todo.
Tal vez, Bad Company con sus dos juegos haya sido la mejor aproximación que DICE haya hecho hasta la fecha hacia las consolas de sobremesa. Momento en el que, además, el estudio sueco se decidió a realizar un primer acercamiento a la campaña en solitario, incluyendo sendas historias que destacaron por un humor bastante desenfadado y una intensidad característica que muchos esperan que se repita en una hipotética tercera entrega.
Con todo esto, tanto Battlefield 3 como Battlefield 4 volvieron a la senda anterior al mirar de nuevo al PC como base principal sobre el que proyectar una experiencia que en consolas se resentía gráfica y jugablemente. Algo que, sin embargo, no ocurre en la versión del juego para PlayStation 4, adecuando ya la potencia del motor Frostbite 3 y las exigencias del multijugador a un hardware que está a la altura de los tiempos que corren.
Si en el análisis realizado para PlayStation 3 hacíamos hincapié en las limitaciones de la consola para plantear la mayoría de problemas que se pudieran derivar de una experiencia incompleta, con PlayStation 4 nos encontramos con un producto muy similar al que podemos ver en los ordenadores personales. La primera de las características, obviamente, es la gráfica, el impacto visual que recibimos nada más entrar en contacto con la campaña o el multijugador.
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Y es que Battlefiled 4 en PS4 corre a una resolución de 900p con una fluidez de 60 imágenes por segundo. La diferencia es significativa por varios motivos. El primero de ellos es que la resolución en un escenario de juego en el que la distancia de dibujado es tan amplia, hace que se puedan apreciar detalles que antes pasaban muchas veces por pequeñas molestias gráficas fruto de la limitada capacidad de PS3. Ahora, aspectos como los efectos climatológicos cambiantes o las simples partículas que llenan el aire se podrán ver sin que en ningún momento la imagen global del juego se resienta.
El segundo de ellos resurge ante el hecho de que por fin en consolas podamos ver un nivel de fluidez elevada gracias a la tasa de imágenes. En un juego de disparos de estas características es siempre importante que la acción no se interrumpa por un flujo insuficiente en los fotogramas, estando ahora por fin al nivel adecuado para que la acción se sienta mucho más dinámica y el apuntado y el disparo se desarrollen con la normalidad requerida.
Tanto en la campaña como en el multijugador estas dos nuevas características se mantienen sin ningún tipo de problema. Si bien es cierto que en el apartado multijugador contamos con un nivel de detalle algo inferior a lo que podemos experimentar en la campaña (sobre todo a nivel de texturizado), las dos vertientes de juego cuentan con una estabilidad gráfica adecuada, aunque todavía algo lejos de la máxima calidad que se pueda alcanzar en los ordenadores personales.
Pero sobre todo, cuando hablamos de Battlefield 4 en la nueva generación, lo que más llama la atención son las diferencias jugables que se obtienen de disponer de una potencia mayor que dé soporte a una gran cantidad de usuarios en sus partidas. Como comentábamos en el análisis que realizamos en PS3 de Battlefield 4, y de la misma forma que ocurría en Battlefield 3 para PlayStation 3 y Xbox 360, la posibilidad de tener mapas de gran extensión con un límite de 24 jugadores lastraba la experiencia, por mucho que la cantidad de bases fuera más reducida para concentrar en pocos puntos la zona de acción.
Con Battlefield 4 nos encontramos, evidentemente, con esos mismos mapas pero con con más cantidad de bases para el modo conquista, uno de los tipos de partida clásicos que podemos disfrutar en esta saga. Y es que el incremento de 24 jugadores hasta los 64 favorece que la guerra pueda producirse a mayor escala, encontrándonos ahora con un juego que dista bastante de su limitada versión en PS3.
La táctica y la estrategia cobran más importancia que nunca en este aspecto, pues la colaboración con los diferentes compañeros de equipo y de patrulla se hace indispensable para poder ganar cada uno de los enfrentamientos. Algo que también ocurre en el modo asalto, que ve aumentados sus integrantes hasta los 32 jugadores, dando mucho más valor a los tickets dispuestos para que las bases enemigas sean destruidas o para que el defensor pueda repeler el ataque.
Ahora es casi indispensable la correcta asignación de labores específicas en cada patrulla, así como la necesidad de cuadrar un plan concreto a seguir en la reaparición después de cada muerte. De nada sirve acudir solo a una base o intentar realizar una incursión en territorio enemigo por nuestra cuenta cuando las posibilidades de que nos localicen son mucho mayores. El significado de la patrulla por fin cuenta con un sentido total en PlayStation 4
Todas estas características acaban por dotar al juego de un carácter totalmente distinto. La fluidez, unido a la cantidad de jugadores que ahora pueblan los servidores, convierten la experiencia de juego en lo que realmente siempre ha sido la saga Battlefield, y que por motivos técnicos hasta ahora no habíamos podido disfrutar convenientemente en las consolas de la anterior generación. Sin embargo, todavía quedan opciones que existen en la versión de PC con la que aún no podemos contar en las nuevas máquinas, y que aún no convierten a estas versiones como las más recomendables para disfrutar de la experiencia Battlefield 4 de forma totalmente plena.