Análisis – Hungry Shark World

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Ubisoft nos trae un divertido arcade recién porteado de los dispositivos móviles.
Por Sergio Alarcón 21 julio, 2018

A finales de 2012 Ubisoft lanzó Hungry Shark Evolution, un título arcade de tiburones diseñado tanto para dispositivos móviles como para Facebook, y debido al éxito que cosechó, en mayo de 2016 lanzó una segunda entrega, llamada Hungry Shark World.

Ahora, la compañía ha querido traer este juego tanto a las consolas de sobremesa (PlayStation 4 y Xbox One) como a la consola híbrida de Nintendo, Nintendo Switch. Desde LaPS4.com hemos tenido la oportunidad de analizar la versión de PlayStation 4 en una PlayStation 4 Pro.

El estudio Future Games of London, que forma parte de Ubisoft, ha sido el encargado de portear este título y adaptarlo a las consolas de esta generación.

Para ello, el juego ha sido remodelado en muchos aspectos, de manera que se han eliminado los componentes propios del mercado móvil, tales como los micropagos, para brindar a los jugadores la posibilidad de disfrutar del juego sin ninguna traba.

Pequeñitos pero matones

Hungry Shark Evolution ofrece una pequeña narrativa sobre la que basar la experiencia de juego: Una malvada corporación llamada GLUTWELL CORP. está realizando todo tipo de experimentos químicos ilegales con tiburones para crear una armada de terroríficas criaturas marítimas.

Nuestro deber al empezar la aventura con un pequeño tiburón es el de rescatar a nuestros compañeros encerrados por la compañía y con su ayuda liberar a los océanos de la amenaza que se cierne sobre ellos.

A nuestra disposición tenemos cuatro grandes mapas, cada uno con un clima, condiciones climáticas, fauna y flora diferentes, que deberemos surcar en busca de nuestros compañeros a la vez que devoramos a todo lo que encontremos a nuestro alrededor (de ahí el nombre del juego).

Los mapas están a su vez divididos en distintas partes por “barreras naturales”, las cuales tan solo podremos atravesar con tiburones de un tamaño determinado, y así desbloquear nuevas zonas para explorar. Buques hundidos hace siglos repletos de tiburones fantasma y esqueletos, cuevas abisales llenas de tesoros o corrientes oceánicas son algunas de las localizaciones que nos podemos encontrar repartidas por el mapeado.

En busca de nuestros compañeros

Al principio comenzaremos con un Cailón, el tiburón más “normalito” del juego, y tan solo un mapa desbloqueado. Como ya hemos comentado, para poder progresar deberemos encontrar y liberar a tiburones más grandes que nos ayuden a romperá las barreras que dividen el mapeado, así que nos tocará cumplir una serie de objetivos para ganar experiencia y oro para ir progresando.

El objetivo principal de la historia consiste en ganar la suficiente experiencia para poder encontrar una botella con un mensaje en su interior, en cual nos revela la ubicación de uno de nuestros compañeros encerrados, custodiado por su correspondiente jefe/jefes finales. Una vez abatidos y liberado a nuestro amigo, lo habremos desbloqueado para la siguiente partida.

Como ya os podéis imaginar, este objetivo no estará disponible en la primera partida, ya que se trata de un juego arcade. Así pues, deberemos jugar una y otra vez mientras exploramos con detenimiento las diferentes zonas del océano que estemos surcando y así aumentar nuestras riquezas.

Problemas de digestión

Por supuesto, no seremos los únicos que surcamos estos mares, ya que los océanos de Hungry Shark World están repletos de todo tipo de seres vivos, desde pequeños peces totalmente inofensivos que nos servirán como aperitivos a grandes tiburones, ballenas, orcas, peces abisales, medusas e incluso humanos armados con arpones y cuchillos que intentarán hacernos trizas nada más vernos.

Así pues, debemos ir devorando todo lo que nuestro tiburón se pueda permitir a la vez que vigilamos nuestra barra de salud. Dependiendo del tamaño del tiburón podremos devorar unas especies de animales u otras, así que hemos de asegurarnos de si esa medusa de allí o ese pez escorpión de allá nos cabe en las fauces antes de hincarles el diente o sufriremos las consecuencias.

El pico de dificultad, salvo en determinadas ocasiones, está bien medido, de manera que cuando conseguimos desbloquear nuevos tiburones que en un principio se “merendarían” en un santiamén a todas las especies que vimos al principio de la aventura, aparecen otras nuevas que seguirán poniéndonos en problemas.

Antes muerto que sencillo

Cada partida finaliza cuando la barra de salud de nuestro tiburón llega a cero. Con la experiencia conseguida en cada partida iremos desbloqueando distintos elementos para mejorar a nuestro tiburón.

Estos elementos se dividen en tres tipos: Las vestimentas, que otorgan a nuestro tiburón diferentes atributos, como un mayor porcentaje de salud o de daño al morder a los enemigos; las mascotas, pequeñas crías de tiburón (y de otros animales) que nos acompañarán en cada partida ayudándonos a mantener nuestros multiplicadores además de cumplir determinadas funciones, como explotar las minas a nuestro alrededor o permitirnos morder a los tiburones Fantasma; y los Gadgets, distintos utensilios que harán de nuestro tiburón un depredador aún más temible.

¿Alguna vez habíais visto a un tiburón con falda, Jet Pack y una cimitarra?

Entre estos gadgets encontramos láseres para aturdir a los enemigos, un Jetpack para poder surcar los cielos y comernos a todo tipo de aves e incluso arremeter contra helicópteros o drones, e incluso un aspirador de basura, posiblemente el gadget que más nos ha gustado en LaPS4.com, ya que a la vez que tiene una función jugable (aspira basura para lanzarla contra los enemigos), ofrece un punto de concienciación respecto a la importancia de la limpieza de nuestros océanos, haciendo de nuestro tiburón un “cruzado” en la lucha contra la contaminación marítima.

Todos estos elementos además de ofrecernos muchas mejoras que facilitan mucho la aventura, dan a cada tiburón un aspecto de lo más cómico y extravagante, asegurando siempre un toque de humor en cada partida.

Surcando el océano a toda pastilla

Los controles son sencillos: Un botón para morder a las presas más grandes (las pequeñas se “ingieren” directamente, y otro para activar el Turbo, con el que aumentaremos nuestra velocidad y podremos salir del mar para pillar desprevenidos a los bañistas de las playas, además de servirnos para destrozar las barreras o los submarinos que nos encontremos en el fondo del mar.

Con estas dos sencillas mecánicas tendremos que surcar el mar en cada partida a la vez que vamos llenando el medidor de Frenesí conforme vamos devorando presas. Una vez lleno, nuestro tiburón entra en un estado en el que es capaz de devorar a las presas con mayor rapidez, a la vez que tenemos Turbo ilimitado y todas las presas se vuelven doradas, por lo que obtendremos más oro al ingerirlas.

Con el Frenesí activado no hay nadie que pare a estos tiburones

A su vez, hay un medidor de Mega Frenesí que se va llenando conforme avanza la partida, y al activarse, el tiburón se vuelve totalmente invencible, pudiendo devorar a todo tipo de presas, incluyendo las que antes no podía comerse, además de minas, embarcaciones o cualquier elemento al que podamos darle un mordisco. Si conseguimos muchos puntos nuestro tiburón se volverá Gigante durante un tiempo, el cual deberemos aprovechar para mantener nuestra racha.

La vida de un tiburón es muy ajetreada

La experiencia y el oro no se ganan solos, si no que deberemos intentar cumplir una serie de objetivos para obtener las recompensas correspondientes. Hay algo de variedad en estas tareas, tales como nadar X metros sin morir portando una vestimenta específica, comer una determinada cantidad de una especie de pez en concreto o recoger las letras que componen la palabra HUNGRY, repartidas por todo el mapeado.

Algunas de estas tareas son sencillas y otorgan a cada pantalla un grado de rejugabilidad, pero otras, lejos de ser desafiantes, se vuelven pesadas e incluso desesperantes debido a los picos de dificultad que llegan a alcanzar. Además, estas tareas son específicas de cada tiburón, por lo que algunas tareas que con un tiburón más grande cumpliríamos de manera sencilla, con otros más pequeños se vuelven muy tediosas.

Así pues, la mecánica general del juego acaba consistiendo en repetir un nivel una y otra vez intentando cumplir la mayor cantidad de objetivos posibles a la vez que encontramos el mapa y el mensaje en la botella para poder desbloquear a nuestro siguiente tiburón y así poder acceder a una nueva zona del mapa.

Tras ganar una cantidad de terminada de experiencia y haber desbloqueado varios tiburones, tendremos acceso a un nuevo océano, con nuevas zonas que recorrer, nuevos enemigos y nuevos pececitos y humanos a los que devorar.

Un océano bonito y lleno de vida

El apartado gráfico cumple con las expectativas de un título de estas características. El estilo desenfadado que desprende junto con el colorido provocado por la cantidad de elementos en pantalla otorgan a Hungry Shark World un acabado bonito y dinámico.

La superficie terrestre no se queda atrás, ya que está llena de detalles tales como playas con cabezas de la Isla de Pascua, piscinas, o fábricas, todas ellas llenas de distintos animales y seres humanos que aportan algo más de variedad al título.

La banda sonora no destaca en cuanto a grandeza se refiere, pero las alegres melodías que nos acompañan en nuestra aventura por las profundidades amenizan las partidas correctamente.

El título desprende humor por todos lados a la vez que intenta enseñar algo sobre la vida de los tiburones

Las pantallas de carga ofrecen datos curiosos sobre los tiburones que vayamos desbloqueando además de frases humorísticas relacionadas con los miembros del equipo desarrollador del juego. Algunas de ellas han llegado sin traducir, lo que resta algo de calidad al acabado final del título. Esperemos que se solucione con parches posteriores.

En definitiva, Hungry Shark World es lo que pretende ser, un juego arcade orientado a las partidas rápidas sacado del mercado móvil, por lo que no esperéis nada distinto de este título, que sin embargo cumplirá con creces las expectativas de los que busquen pasar un buen rato sin mayores complicaciones.

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Jugabilidad: 7.5
Gráficos: 7.5
Sonido: 7
Satisfacción: 8

Análisis

Hungry Shark World llega para contentar a los jugadores del mundo de los dispositivos móviles que quieran disfrutar de este tipo de juegos en sus videoconsolas. Un juego enfocado a los jugadores más "casual" que disfruten jugando partidas rápidas sin necesidad de una gran historia o mecánicas más complicadas. Los más pequeños pasarán un buen rato surcando los mares con estos divertidos tiburones, pero tal vez algunos jugadores se aburrirán tras algunas partidas.