Análisis Mortal Kombat X (PS4)

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La polémica franquicia vuelve con sus ingredientes clásicos y algunas novedades
Por Antonio López 13 abril, 2015

NetherRealm Studios ha hecho de Mortal Kombat su bastión. Aunque la compañía también firmó el notable Injustice: Gods among Us, ha sido con la franquicia ideada, entre otros, por Ed Boon con la que ha demostrado ser una de las grandes desarrolladoras del género de lucha en nuestros días. La décima entrega de la franquicia, bautizada como Mortal Kombat X, aterriza entre nosotros con un título completo y cargado de contenido, que marca el camino de una buena generación para los amantes de la lucha.

Aunque hay determinados aspectos que terminan por impedir que nos encontremos ante una propuesta perfecta, lo cierto es que el trabajo de NetherRealm Studios luce de maravilla, con algunos de los momentos más grotescos y desagradables que hemos visto hasta la fecha en la franquicia gracias a los siempre polémicos fatalities. Nuevos personajes y viejos conocidos se dan la mano en un título que hará las delicias de los aficionados al género y a la saga Mortal Kombat.

Nada más comenzar a jugar deberemos escoger entre una de las cinco facciones disponibles para sumarnos a uno de los clanes protagonistas de Mortal Kombat X. La Guerra de facciones es una de las grandes novedades del título, un mundo online persistente donde cada punto que sumemos a nuestra facción nos ayudará a conseguir jugosos premios y a desbloquear contenidos en el juego. No importa qué acción llevemos a cabo (individual, multijugador, en la campaña…), siempre seremos recompensados con experiencia de facción, que será determinante para progresar en este particular modo en línea en el que podemos involucrarnos más o menos, dependiendo de nuestro interés en el mismo.

Si en algún momento deseamos cambiar de facción podremos hacerlo, aunque perderemos todo el progreso que hayamos conseguido con la original. NetherRealm Studios quiere hacer de esta guerra de facciones el modo más novedoso y participativo de todos los que hay en el título, por lo que aquellos que jueguen directamente en él conseguirán más puntos para su equipo. También será necesario unir fuerzas con otros equipos en determinados momentos aleatorios, cuando las fuerzas del Infierno o del Reino Exterior invadan nuestro mundo. Guerra de facciones es, a fin de cuentas, una modalidad de juego que irá cambiando cada semana, cada mes, por lo que su progresión dependerá únicamente de los propios jugadores.

Una vez aclarado el asunto de la guerra de facciones, nos encontramos con una plantilla de luchadores que todos aquellos que hayáis seguido la promoción de Mortal Kombat X conoceréis a la perfección. La historia principal del modo campaña, sobre la que hablaremos más adelante, transcurre 25 años después de los acontecimientos narrados en el anterior Mortal Kombat, por lo que conocemos a los hijos de algunos de los personajes más emblemáticos de la saga. De esta forma, nos encontramos con nuevos personajes y viejos conocidos que permitirán a los novatos en la franquicia y a los jugadores experimentados encontrar un luchador con el que sentirse realmente cómodo. Desde el principio tenemos la posibilidad de controlar a personajes clásicos como Scorpion, Sub-Zero, Sonya Blade, Liu Kang, Mileena o Raiden, así como nuevos rostros personificados en los nombres de D’vorah, Kotal Kahn, Cassie Cage, Takeda o Erron Black. En total, 24 personajes (uno de ellos inaccesible hasta terminar la campaña).

Aquellos jugadores que hayan reservado el juego o compren el título en una fecha próxima a su lanzamiento, también podrán sumar a la plantilla de luchadores al temible Goro, el famoso guerrero shokan que tan reconocible resulta para los aficionados a la franquicia. Una vez pasado un tiempo, Goro sólo podrá adquirirse mediante las diferentes tiendas digitales, algo similar a lo que sucederá con los personajes del Kombat Pack ya confirmados: Tremor, Tanya, Jason Voorhees y Predator. Salvo los dos invitados procedentes del mundo del cine, todos los personajes hacen acto de presencia en el juego en algún momento determinado, por lo que creemos que ya están incluídos en el disco, algo que nos ha resultado de lo más molesto. Es lícito querer vender personajes en formato digital, pero no cuando los estamos viendo en momentos puntuales, combatiendo contra ellos, demostrando que están presentes en el título.

Sea como fuere, cada personaje presenta tres estilos de lucha diferentes, por lo que hacerse con el control de todos resulta una tarea casi imposible. Estas tres variaciones apuestan, según el caso, por la fuerza física, el uso de apoyos, los ataques a distancia, cuerpo a cuerpo, etc. Encontrar un personaje con el que sentirnos cómodos resulta imprescindible, algo a lo que ayudan los modos de práctica y tutoriales. Evidentemente, los fatalities vuelven a hacer acto de presencia, así como los golpes de rayos x y los brutalities (que no estaban en el anterior Mortal Kombat), aunque desaparecen los stage fatalities y babalities (que sí estaban presentes en el MK previo). También se recupera, para nuestra alegría, la interacción con el entorno en sitios precisos, lo que nos permitirá utilizar a una anciana como objeto arrojadizo (por citar un ejemplo) o desplazarnos por el aire para huir de nuestro atacante.

Por lo demás, Mortal Kombat X basa su jugabilidad en los mismos patrones que otros juegos de la franquicia y sigue a pies juntillas el camino marcado por la anterior y notable entrega de la saga. Los movimientos rápidos y ágiles de la mayoría de luchadores sumados a la vertiente arcade alejada del realismo propia de MK nos permiten vivir combates apasionantes y muy directos, que podremos resolver de manera eficaz si tenemos el nivel adecuado y que nos deparan intensas peleas con amigos, tanto de manera local como en línea. El control del personaje se puede efectuar tanto con la cruceta como con el stick analógico, por lo que depende del usuario encontrar la forma más cómoda de jugar. El bloqueo vuelve a realizarse pulsando uno de los gatillos del mando y los ataques van desde patadas a puñetazos pasando por agarres, algunos de los más llamativos. No obstante, apreciamos otro “pero” destacable en los combates: la ausencia de peleas por parejas, cuestión que gustó mucho a los jugadores en la edición previa de la franquicia y que inexplicablemente no hace acto de presencia por ninguna parte en Mortal Kombat X.

En lo que respecta al contenido, más allá de los luchadores, Mortal Kombat X llega a PS4 con una importante cantidad de opciones que hará las delicias de los jugadores. Para empezar, el título divide su funcionamiento en modos para uno o dos jugadores, separando también las opciones en línea de la propuesta. Si optamos por el juego en solitario podremos disfrutar de un modo historia de lo más entretenido, una especia de película interactiva en la que a lo largo de diferentes capítulos conocemos la trama general de la obra y nos enfrentamos a casi todo los personajes del juego, con algún que otro invitado de excepción. La duración de esta campaña no es superior a las cuatro horas, aunque hemos de reconocer que incluso en dificultad media nos ha costado vencer a determinados rivales.

También en solitario podemos realizar combates contra la IA, así como descubrir las diferentes torres que nos aguardan, incluyendo las denominadas “klasicas” que nos enfrentan contra 10 personajes aleatorios, las de fuerza y suerte o las vivientes, la gran novedad de esta entrega con respecto a la anterior. Estas torres de retos y desafíos van cambiando con el paso del tiempo, por lo que casi siempre podremos encontrar un nuevo desafío que afrontar y que nos garantiza horas de juego. Si optamos por la modalidad de dos jugadores descubriremos el clásico enfrentamiento multijugador local que tan buenos ratos nos puede garantizar en el salón de casa con los amigos, así como “kombates” personalizados y desafíos de suerte y fuerza. Los de suerte tienen lugar con diferentes variables, como velocidad aumentada o terreno movedizo, mientras que los de fuerza nos obligarán a dejarnos los dedos machacando botones para romper una serie de objetos.

En lo que respecta al juego en línea, tras conseguir conectarnos a los servidores accederemos a una sala de espera en la que podremos elegir entre diferentes modalidades de juego: versus, batalla de equipo, rey de la colina y batalla de torre. Como podéis comprobar, nada nuevo bajo el sol, aunque opciones de sobra como para garantizar que Mortal Kombat X va a estar entre nosotros durante un buen tiempo. No nos olvidamos del modo entrenamiento, que nos permite perfeccionar nuestra técnica de combate o dominar los fatalities (existe la opción de realizar de manera ocasional estos movimientos finales de manera “fácil”, algo que gustará a los menos hábiles con el mando), así como que todas las acciones que desarrollemos influyen en el devenir de nuestra facción, como destacamos al comienzo del análisis.

Llegados a este punto debemos destacar que durante nuestras partidas online hemos experimentado algo de lentitud a la hora de encontrar oponentes, aunque creemos que se debe al hecho de haber realizado el análisis antes de que el juego salga a la venta, por lo que esperamos que cuando esté oficialmente en las tiendas y en los hogares de los jugadores sea más fácil acceder a los combates en línea. También hemos detectado algunos parones en el juego online, lo que nos ha resultado de lo más molesto a la hora de combatir contra jugadores con mejor o peor conexión que la nuestra. Sea como fuere, Mortal Kombat X tiene opciones de juego como para llenar horas y horas de uppercuts, brutalities, fatalities y otras lindezas propias de la franquicia.

A nivel técnico, Mortal kombat X nos ha dejado gratamente sorprendidos y satisfechos. La propuesta de NetherRealm Studios se mueve con solidez a 1080p y 60 FPS, mostrando unos personajes tan vivos como interesantes, aunque algunos rostros humanos nos han dejado fríos en comparación con los diseños de otros mundos. A pesar de ello, los luchadores y luchadoras se mueven con fluidez y resulta un verdadero espectáculo comprobar como los escenarios están repletos de vida y de pequeños detalles que en alguna que otra ocasión nos harán desviar la mirada del combate, aún cuando eso pueda suponer quedarse con alguna extremidad colgando.

Aunque es cierto que la selección de escenarios se queda algo corta, todos están extremadamente cuidados y nos permiten ver algunas bellas estampas donde no falta la lluvia o la nieve. NetherRealm ha dado en el clavo con la representación gráfica de Mortal Kombat X, algo que se ve perfectamente reflejado en los fatalities. Estos movimientos brutales y violentos son desde el título original la seña de identidad de la franquicia y no podían faltar a la cita. Muchos ya los habréis podido ver por Internet, pero aún quedan algunos que no se han desvelado y que resultan repulsivos y grotescos a partes iguales. La violencia explícita más fantasiosa hará las delicias de los aficionados, mientras que los jugadores más sensibles terminarán por apartar la mirada.

Para hacerlo todo más interesante, no será posible acceder a todos los movimientos finales desde el principio del juego, por lo que habrá que ir cumpliendo una serie de condiciones para desbloquear todos los fatalities, brutalities, diseños, sonidos y trajes. Al igual que en el anterior MK, la Kripta se convierte en el lugar donde cambiar las monedas que conseguimos al finalizar un combate, dando como resultado una especie de minijuego que nos tendrá entretenidos durante varias horas si queremos desbloquear todo el contenido posible, con algún susto incluído. Desde luego, nadie puede decirle a NetherRealm Studios que no haya metido contenido en su juego, aunque el tema de los luchadores de pago siga levantando ampollas.

En lo que respecta al apartado sonoro, Mortal Kombat X nos llega localizado al español, aunque el trabajo realizado por el equipo de dobladores no consigue sobresalir ni alcanzar el nivel de otros aspectos del juego. Los más puristas pueden configurar la consola como si vivieran en un territorio de lengua inglesa para disfrutar del doblaje original, más rico y variado. La música, por su parte, cumple su papel y tampoco destaca, aunque la biblioteca de sonidos si ha conseguido dibujarnos alguna que otra mueca de desagrado al escuchar como se rebana un cráneo o se decapita a un luchador.

Mortal Kombat X, en resumen, mantendrá ocupados a los amantes de la franquicia durante un tiempo y gustará a los jugadores aficionados al género de la lucha, que tiene en este título su primer gran exponente de la generación. Aunque no nos encontramos ante un título perfecto, el trabajo de NetherRealm Studios bien merece ser reconocido por su esfuerzo, aunque temas como la presencia de luchadores de pago en diversos momentos del juego (como el modo historia) nos ha parecido un poco prepotente. Sea como fuere, hay contenido por desbloquear en grandes cantidades, opciones online de sobra, la guerra de facciones, un montón de personajes con diferentes técnicas de combate y un sin fín de fatalities y otras barbaridades que mantendrán con vida a Mortal Kombat X hasta que los jugadores quieran.

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Jugabilidad: 8.75
Gráficos: 9
Sonido: 8
Satisfacción: 8.75

Análisis

Mortal Kombat X ofrece contenido de sobra para satisfacer al jugador más exigente, así como modos de juego de todo tipo, tanto para usuarios que prefieren el juego en solitario como para amantes del online o del multijugador local de toda la vida. No todos los nuevos luchadores tienen el carisma de los clásicos, pero el trabajo de NetherRealm Studios bien merece ser reconocido en su conjunto.