Resulta interesante ver como, año tras año, las dos grandes sagas futbolísticas de videojuegos van desarrollando sus productos. Para un servidor, resulta también triste (aunque a la vez saludable) ver cómo un título que poseía lo más importante hace unos 2-3 años se va quedando anclado en el pasado. También me alegra ver cómo una de las sagas más conocidas, vendidas e importantes de la historia de los videojuegos como es FIFA FOOTBALL evoluciona y mejora un producto que había caído en el más profundo de los pozos profundos.
PRO EVOLUTION SOCCER siempre había tenido el mejor juego de fútbol. Por lo menos hasta la generación pasada (PS2, Xbox, GC). Su sistema de juego era el más evolucionado, flexible y el que más opciones daba al usuario para intentar hacer en pantalla todo lo que se le pasara por la cabeza. Tenía la mejor mecánica, una jugabilidad bien ajustada y, aunque tenía los ya famosos “momentos Konami” donde la CPU hacía lo que quería (el FIFA también lo tenía, pero sus defectos más graves lo ocultaban), lo normal era que su curva de aprendizaje te fuese haciendo mejor jugador.
FIFA ha pasado por unos primeros años brillantísimos, donde su juego arcade y divertido hacía las delicias de todos (en la memoria queda el gran FIFA Rumbo al Mundial 98). Después llegaron los años oscuros, con juegos muy esquematizados, llenos de movimientos robóticos y con una jugabilidad muy limitada y repetitiva. Sin embargo, EA Sports se ha dado cuenta de su error –más vale tarde que nunca- y empezó a hacer caso a los usuarios.