Como no encontré nada relevante que postear hoy, comparto con vosotros un cuento que escribí no hace mucho para mi blog de relatos cortos.
Mas omenos va de videojuegos, en realidad trata sobre la soledad y como lleva a algunos a no discernir lo real y lo virtual. No es un ataque a los videojuegos (sería el colmo viniendo de mí) es mas bien un llamado de atención a la gilipollez humana que tanto ronda este mundillo.
Mas omenos va de videojuegos, en realidad trata sobre la soledad y como lleva a algunos a no discernir lo real y lo virtual. No es un ataque a los videojuegos (sería el colmo viniendo de mí) es mas bien un llamado de atención a la gilipollez humana que tanto ronda este mundillo.
MMORPG
ichi the killer
Hoy cumplimos un mes de habernos conocido. Yo caminaba cerca de la montaña sagrada cuando un Orco de nivel 20 me atacó sin que yo lo hubiese provocado. Yo era una maga blanca de nivel 12 y poco podía hacer contra ese bicho. Me preparaba para morir con la pérdida de experiencia que eso acarrearía cuando apareció él de la nada. Arremetió a golpes contra el orco y lo destruyó en pocos segundos. Era un Caballero de nivel 60. Me preguntó en inglés si estaba bien, le dije que si. Me preguntó algo más que no entendí y le contesté precisamente eso: Que no entendí nada. Le dije una de las pocas frases en inglés que conocía (“ i'm from Spain”) y me contestó con un alegre “Coño, yo también”. Reímos y charlamos durante horas y nos olvidamos de nuestros respectivos quests.
Al día siguiente me presentó al resto de su clan: otro caballero, dos mercenarios, un mago negro y un elfo. Me invitaron a unirme a ellos y acepté gustosa. Yo era la de nivel mas bajo, pero me dijeron que les sería útil una maga blanca que sanase sus heridas. Todos se ofrecieron para protegerme y el les tecleó una advertencia que me hizo sonreír: ¡Ojo! que es mi chica.
¡Su chica! A partir de ese día no deambulé sola por ese enorme mundo. Siempre iba con ellos y siempre mi caballero me protegía de los peligros. Se llamaba Carlos, pero en el juego era “Jacques de Molay”. Me explicó que había sido un gran maestre de la orden del Temple. Yo no le dije mi nombre real, prefería que me siguiese llamando “Amaranta”. Le expliqué que lo saqué de un libro de García Marquez que me obligaron a leer una vez.
¿Se parecerá a su avatar? Su personaje es alto, rubio y musculoso. Lleva una armadura negra y una enorme espada que brilla cuando hay peligro cerca.
Yo en realidad no me parezco al mío que es una chiquilla delgada y morena que viste una túnica blanca. Prefiero que no sepa como soy. Lo que no sabes no puede hacerte daño.
Me encanta volar a su lado por el imperio, nunca antes me habían hablado de amor. Es una lástima que sea un imposible, pero yo con tenerlo en el juego me conformo.
Nunca hemos hecho planes para conocernos, el vive en Madrid y yo en Barcelona, pero no es la distancia lo que nos separa. El finge ignorar que tengo 15 años. Yo finjo ignorar que él tiene 40.
Sé con certeza que él ignora que yo soy un chico.
Ayer decidí que nuestro primer mes juntos tenía que ser especial. tomé “prestada” la tarjeta de crédito de papá y me compré un precioso traje de marinerita. Parecía una de las sailor moon.
Compré un hacha de oro para él y unas botas que permiten desplazarse magicamente hasta la capital del imperio. Me había dicho que quería esas botas pero que con el dinero del juego no estaban disponibles. Solo con dinero real. No veía la hora de darle mis regalos.
Papá se dio cuenta de lo que hice y me castigó. No me dejará acercarme más al ordenador para otra cosa que no sean los deberes. Me desinstaló el juego no sin antes haberme pedido mi clave y mi id. El muy cabrón me borró el perfil. Ahora mi personaje ya no existe.
Hoy tenía que haber sido un día especial y no lo está siendo. Al menos no del modo que yo pensaba. Aunque esto a su manera también es especial. Papá está fuera dando golpes a la puerta y preguntando cuando pienso salir del baño. Yo estoy en la bañera mirando como el agua se tiñe de rojo.
Cada vez el agua está mas roja, cada vez veo todo más borroso.